Carasusan ve su secuestro como "una experiencia m¨¢s"
El propietario de fincas y vecino de Azpeitia Angel Carasusan, de 65 a?os, secuestrado hace una semana por los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas (CAA) y liberado el lunes por fuerzas de la Guardia Civil, manifest¨® ayer a los informadores que su cautiverio ha supuesto para ¨¦l "una experiencia m¨¢s en la vida". Plet¨®rico de alegr¨ªa, casi exultante y nervioso, el reci¨¦n liberado se mostr¨® agradecido a los guardias que le rescataron, y por todo mensaje a la organizaci¨®n autora de su secuestro envi¨® un abrazo a los cuatro activistas del comando, hoy detenidos. "Me trataron muy bien, me ofrec¨ªan la comida con mucha amabilidad, me tranquilizaban sobre mi futuroro y me hac¨ªan mucha compa?¨ªa; uno de ellos estaba siempre cerca de m¨ª vigil¨¢ndome.
La actitud mostrada ayer por ?ngel Carasusan responde, al menos aparentemente, no s¨®lo a su temperamento jovial, sino tambi¨¦n a los efectos mismos del denominado s¨ªndrome de Estocolmo, esto es, la relaci¨®n de dependencia afectiva y psicol¨®gica que el secuestrado establece para con sus guardianes. Carasusan pareci¨® escandalizarse cuando los periodistas le preguntaron si en alg¨²n momento hab¨ªa pensado en intentar la fuga de su cautiverio, una peque?a habitaci¨®n de un piso situado en un bloque de viviendas. "No, en absoluto", dijo, "nunca se me pas¨® nada de eso por la cabeza"; y a?adi¨®: "Ellos me dijeron que me estaba portando maravillosamente".La permanente sonrisa que el liberado exhibi¨® durante la conferencia de prensa, su disposici¨®n a atender todo aquello que le solicitaban los informadores y el tono de sus declaraciones permiti¨® que el acto se desarrollara en un ambiente marcadamente distendido, incluso con momentos de humor general.
El secuestrado neg¨® repetidamente haber sido amenazado o chantajeado con anterioridad por los Comandos Aut¨®nomos o por ETA Pol¨ªtico-militar VIII Asamblea.
En cambio, y tras confirmar que ?ngel Carasusan recibi¨® hace tres a?os, de manos de los Comandos Aut¨®nomos, la carta del impuesto, fuentes allegadas a la familia disculparon el ment¨ªs del reci¨¦n liberado diciendo: "?Hombre, no va a reconocerlo p¨²blicamente ... !". ?ngel Carasusan se contradijo al contestar en sentido distinto a la pregunta formulada en dos ocasiones de si antes del secuestro hab¨ªa pensa do alguna vez en esa posibilidad. "Siempre se piensa que tambi¨¦n uno puede ser secuestrado", dijo en un momento determinado, y poco despu¨¦s: "No, yo no cre¨ªa en absoluto que pod¨ªa ser secuestrado".
La confianza en su suerte que ?ngel Carasusan alberg¨® durante los seis d¨ªas de cautiverio -"nunca tem¨ª por mi vida", asegur¨®- contrasta poderosamente con los negros presagios que se extendieron en los medios pol¨ªticos vascos una vez conocida la reivindicaci¨®n de los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas.
Gafas opacas
El reci¨¦n liberado confirm¨® que sus secuestradores le condujeron directamente desde Azpeitia hasta el piso de Lezo, situado en un bloque de viviendas cuyo portal est¨¢ a la vista de las ventanas de otros bloques. "Me metieron en la parte trasera del coche cubierto con una manta y, finalizado el viaje, me colocaron unas gafas opacas que s¨®lo me permit¨ªan vislumbrar algo de claridad por la parte inferior. Dos de ellos me condujeron hasta la vivienda advirti¨¦ndome de los escalones y de los dem¨¢s obst¨¢culos".
El testimonio del secuestrado confirma que sus guardianes le introdujeron en la casa a plena luz del d¨ªa, probablemente antes de las seis de la tarde del martes ¨²ltimo, tras cubrir la distancia, unos 15 metros, que existe entre el aparcamiento y el portal y con riesgo de ser vistos por los vecinos de varios bloques.
La nota del Gobierno Civil de Guip¨²zcoa no alude, sin embargo, a la posibilidad de que la liberaci¨®n se haya producido gracias a la colaboraci¨®n ciudadana.
Radio y reloj
?ngel Carasusan indic¨® que los secuestradores le suministraban peri¨®dicos diariamente, le facilitaron una radio peque?a y le permitieron conservar el reloj.
Las conversaciones con sus guardianes giraron en torno a deportes y temas casi exclusivamente intrascendentes, pero tambi¨¦n charlaron algo sobre cuestiones pol¨ªticas, que el reci¨¦n liberado no quiso explicitar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.