Descartados los m¨®viles pol¨ªticos en el asesinato del embajador de Espa?a en Zimbabue

El embajador de Espa?a en Harare, Jos¨¦ Luis Blanco Briones y de Cu¨¦llar, de 50 a?os de edad, fue encontrado muerto en la madrugada de ayer v¨ªctima de un b¨¢rbaro asesinato en un barrio residencial de la capital de Zimbabue. Dos t¨¦cnicos posventa de la empresa espa?ola Construcciones Aeron¨¢uticas, SA (CASA), Pedro Mateu Cubells y Jes¨²s Mart¨ªnez Ziganda, con quienes el diplom¨¢tico espa?ol cen¨® la noche anterior a su asesinato, fueron detenidos e interrogados ayer por la polic¨ªa, al ser las ¨²ltimas personas que, presumiblemente, vieron con vida a Blanco.

Eran cerca de las siete de la ma?ana cuando un polic¨ªa repar¨® en un cad¨¢ver en el barrio de Mountpleasing. El cuerpo estaba medio cubierto por el c¨¦sped, a pocos metros de la calzada. Todos los indicios parec¨ªan se?alar que Jos¨¦ Luis Blanco Briones hab¨ªa sido golpeado con los propios palos de golf que el embajador llevaba en su coche.Un testigo que pudo ver el cad¨¢ver afirm¨® a este corresponsal que la cara era una masa de huesos destrozados. En su mu?eca derecha, el embajador ten¨ªa puesto un reloj de oro. A pocos metros de distancia se encontraba el coche de Jos¨¦ Luis Blanco con una matr¨ªcula falsa de Zimbabue. La matr¨ªcula diplom¨¢tica estaba dentro del maletero del coche.

A las cinco de la madrugada hoy, d¨ªa 23, se espera en Harare la llegada del director de Asuntos Pol¨ªticos para ?frica, del Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores, Manuel Sassot, que viaj¨® en un DC-9 especial de la Fuerza A¨¦rea Espa?ola, acompa?ado de los padres de Ver¨®nica Cousteau, esposa del embajador, as¨ª como de tres funcionarios del Cuerpo Superior de Polic¨ªa.

"El d¨ªa anterior a su muerte fue un d¨ªa normal para el embajador", coment¨® telef¨®nicamente un amigo personal; "por la tarde, sobre las siete, cen¨® en el hotel Michiels con dos t¨¦cnicos de CASA". Esta empresa ha vendido seis aviones a Zimbabue del tipo C-212. Se trata de peque?os aviones de pasajeros, con una capacidad para 30 personas, que este pa¨ªs africano est¨¢ introduciendo para sustituir a los viejos Dakota del tiempo colonial.

Despu¨¦s de la cena, hacia las diez de la noche, el embajador sali¨® solo del hotel y tom¨® un camino diferente al que conduce a su residencia. Lo ¨²nico que se sabe con certeza es que se encontr¨® su cad¨¢ver hacia las siete de la ma?ana de ayer. Fuentes diplom¨¢ticas en Harare afirman que cabe descartar toda motivaci¨®n pol¨ªtica. Los dos t¨¦cnicos de CASA, que se encuentran detenidos, pasar¨¢n hoy a disposici¨®n judicial. Su empresa ha contratado en Zimbabue los servicios de un abogado para que se haga cargo de su defensa.

Otra especulaci¨®n que contemplaba ayer la polic¨ªa de la capital africana era la de que se tratara, acaso, de un crimen pasional. Sin embargo, el embajador de Espa?a en Maputo (Mozambique), ?lvaro de Castilla, gran amigo de Jos¨¦ Luis Blanco, con quien hac¨ªa muy poco que se hab¨ªa encontrado en Johanesburgo, excluye por completo esta hip¨®tesis. "Jos¨¦ Luis y Ver¨®nica estaban muy enamorados", coment¨® De Castilla.

Casado hace a?o y medio

Jos¨¦ Luis Blanco, de 50 a?os, se hab¨ªa casado hace a?o y medio en segundas nupcias con Ver¨®nica Cousteau, de 28 a?os, sobrina del c¨¦lebre ocean¨®grafo Jacques Cousteau. La polic¨ªa de Zimbabue, que durante la ma?ana interrog¨® a la se?ora Cousteau, hab¨ªa empezado a trabajar sobre la hip¨®tesis de que el asesinato se hubiera producido por una venganza debida a deudas en el juego. Sin embargo, personas que conoc¨ªan bien al embajador negaron rotundamente tal supuesto: "Se trataba de u?a persona riqu¨ªsima", coment¨® a EL PA?S un amigo suyo, "y no ten¨ªa necesidad de contraer deudas ni era persona que acostumbrara a tenerlas". Por otra parte, el diplom¨¢tico espa?ol era un aficionado al bridge y un gran apasionado del golf.

Es de suponer que la polic¨ªa ha seguido esta pista, porque en Zimbabue las deudas contra¨ªdas en el juego y no pagadas a su debido tiempo pueden ser causa de sangrientas venganzas. Tambi¨¦n se especula con el supuesto de alguna venganza de tipo personal llevada a cabo por alg¨²n miembro del personal a su servicio.

La muerte del embajador, que gozaba de grandes simpat¨ªas en el ambiente diplom¨¢tico de Harare, debido a su trato afable, ha causado una enorme consternaci¨®n entre sus colegas.