La 'rebelion' de los bomberos

Puede resultar extra?o que un cuerpo tan tradicionalmente as¨¦ptico como el de bomberos se rebele de pronto, exigiendo unas reivindicaciones que el ciudadano medio no alcanza a entender. Cuando los bomberos hablan de "mayor profesionalidad", desde una perspectiva que podr¨ªa parecer corporativista, est¨¢n pidiendo que se haga mayor hincapi¨¦ en la preparaci¨®n del bombero en una labor especializada de la que, en ocasiones, depende la vida de muchas personas. A Espa?a todav¨ªa le falta alcanzar el nivel europeo de contar con un bombero por cada 1.000 habitantes ya que, en la actualidad, se cuenta con una media aproximada de uno por cada 5.000 habitantes.

"La gente se cree que somos adivinos, que tenemos que estar instant¨¢neamente all¨ª donde se produce un fuego", se?ala Carlos, cabo de bomberos del parque de M¨®stoles. "Muchas veces intentan apagar el fuego por ellos mismos y nos llaman s¨®lo cuando ya no queda m¨¢s remedio. Adem¨¢s, si se hiciera una encuesta en cualquier poblaci¨®n, muy pocos sabr¨ªan decir cu¨¢l es el n¨²mero de tel¨¦fono de nuestro servicio".

A¨²n sigue pesando en Espa?a la asociaci¨®n ancestral bombero-apagafuegos, y poco se ha hecho por alcanzar los niveles europeos en la preparaci¨®n espec¨ªfica de este cuerpo, necesaria sobre todo en el terreno de la prevenci¨®n. La labor de un bombero no consiste exclusivamente en extinguir incendios, sino que afecta tambi¨¦n a otro tipo de tareas que van desde la rutinaria apertura de puertas hasta labores de salvamento para las que se necesita una formaci¨®n especial.

Miguel presta sus servicios en el parque de bomberos de Fuenlabrada, cuyos conflictos internos han servido para plantear una problem¨¢tica que afecta a un gran n¨²mero de parques de Espa?a. "La preparaci¨®n te la tienes que procurar muchas veces por ti mismo", nos dice. "Si acaso, una vez llegas a ser bombero despu¨¦s de aprobar las oposiciones, asistes a alg¨²n que otro cursillo; pero falta una formaci¨®n espec¨ªfica para esta profesi¨®n".

Jornada de 24 horas

El horario habitual de un bombero nada tiene que ver con el de cualquier otra profesi¨®n. El edificio que alberga cada parque de bomberos se convierte en un segundo hogar en el que se convive en tumos que duran 24 horas.

La jornada empieza normalmente a las ocho de la ma?ana. Despu¨¦s de la media hora rutinaria de revisi¨®n de material suele venir la gimnasia, para lo cual cada parque cuenta con mejores o peores instalaciones. "Para prestar un servicio como el nuestro necesitamos estar constantemente en forma", comenta un bombero del parque de Fuenlabrada. "En las oposiciones para acceder al puesto de bombero se exige cada vez con mayor rigor el pasar determinadas pruebas fisicas".

Despu¨¦s de la hora obligatoria de gimnasia en cada turno, los bomberos se re¨²nen en el comedor, dispuestos "a tomar fuerzas para afrontar el d¨ªa". "La mejor forma de combatir la rutina y de pasar las horas de ret¨¦n es creando un clima lo m¨¢s distendido posible", comenta un bombero de M¨®stoles. "Es la ¨²nica forma de poder aguantar aqu¨ª 24 horas seguidas lejos de tu familia".

El d¨ªa es largo. Por delante quedan muchas horas que se ocupar¨¢n con maniobras y simulacros, practicando alg¨²n deporte, viendo televisi¨®n... Pero la sirena suena de pronto. El bombero que est¨¢ en centralita recoge una llamada: unos pastos est¨¢n ardiendo en las inmediaciones de un pol¨ªgono industrial. "Es lo m¨¢s habitual en verano. Normalmente no tienen importancia, pero cuando se produce junto a un f¨¢brica hay que evitar que se extienda".

La escena de un bombero descendiendo a toda velocidad por la cuca?a se produce a diario. Inmediatamente, el cami¨®n de primera salida, equipado con todo el material necesario para atender en un primer momento cualquier tipo de siniestro, abandona el garaje a toda pris¨¢ con su sirena activada. "Seguimos teniendo la fama de llegar siempre tarde, pero es que la gente suele llamar despu¨¦s de haber intentado in¨²tilmente sofocar el fuego por s¨ª inisma".

Miguel cuenta la an¨¦cdota de una mujer que llam¨® al parque de bomberos de Fuenlabrada y que, antes de comunicar si se hab¨ªa producido un incendio, quer¨ªa saber si le iban a cobrar algo por los servicios. "La gente", a?ade Manuel, "carece de la informaci¨®n b¨¢sica sobre c¨®mo actuar en caso de incendio. Muchas veces, y a pesar de su buena voluntad, no hace sino entorpecer la labor de los bomberos. En los incendios se producen normalmente m¨¢s muertes por asfixia que por las heridas causadas por quemaduras".

Los bomberos de Fuenlabrada recuerdan con tristeza el incendio originado en la calle de Callao, hace m¨¢s de tres a?os. El fuego afect¨® a un edificio de nueve plantas y fue preciso evacuar a los inquilinos a trav¨¦s de las ventanas. "Una mujer se arroj¨® al vac¨ªo desde el octavo piso", comenta un bombero. "Estas experiencias te marcan de alguna forma y te hacen pensar sobre el riesgo que entra?a esta profesi¨®n. Alg¨²n d¨ªa, al salir de tu casa, piensas por momentos que quiz¨¢ no vuelvas".

Los medios con los que cuentan nuestros parques de bomberos son a todas luces insuficientes. Si la media europea es de un bombero por cada 1.000 habitantes, la espa?ola es aproximadamente de uno por cada 5.000. Esta proporci¨®n viene a agravarse a¨²n m¨¢s ya que el 55% se concentra en, seis capitales: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla y Zaragoza.

Falta de medios

"Todos coincidimos en que faltar, bomberos y faltan medios", se?ala un profesional de Fuenlabrada. "Casi siempre hay que esperar a que ocurra alg¨²n, siniestro para tomar medidas, como sucedi¨® en Zaragoza cuando se incendi¨® el hotel Corona de Arag¨®n". La situaci¨®n de los municipios del sur del ¨¢rea metropolitana de Madrid, por citar un ejemplo -con localidades como M¨®stoles, Fuenlabrada, Alcorc¨®n, Getafe o Legan¨¦s, que sobrepasan con creces los 100.000 habitantes-, cuentan con plantillas que oscilan entre 19 y 38 bomberos.

Tampoco las grandes capitales disponen de suficientes medios. El Cuerpo Municipal de Bomberos de Madrid lo integran aproximadamente 1.080 profesionales para un total de nueve parques distribuidos por la ciudad, cuando se estima que el n¨²mero id¨®neo tendr¨ªa que ser el de 20, con una plantilla integrada aproximadamente por 2.500 personas.

Los bomberos coinciden en que su trabajo no est¨¢ bien remunerado. Su jornada habitual es de 24 horas, seguidas de 48 horas de descanso. "A este ritmo de trabajo", precisa un bombero de M¨®stoles, "venimos haciendo m¨¢s de 1.900 horas al a?o". No existe un criterio uniforme para determinar el sueldo de un bombero, y cada parque aplica el suyo propio. No obstante, teniendo en cuenta el riesgo profesional, la dedicaci¨®n exclusiva y, en ocasiones, la prolongaci¨®n de jornada (que puede llegar a suponer hasta 300 horas extras a lo largo del a?o), un sueldo neto que oscila entre las 70.000 y 80.000 pesetas puede considerarse insuficiente.

Precisamente las reivindicaciones salariales y la necesidad de una calificaci¨®n profesional adecuada motiv¨® en marzo del a?o pasado una serie de protestas y encierros de bomberos en Barcelona. Las mismas reivindicaciones han vuelto a plantearse a ra¨ªz del conflicto interno del parque de Fuenlabrada, donde se concentraron en dos ocasiones borri beros de distintas provincias.