Estados Unidos y la URSS renuevan su compromiso con el Acta de la CSCE y se acusan mutuamente de no cumplirla
Los ministros de Asuntos Exteriores de EE UU y la URSS expresaron ayer en Helsinki su fidelidad a los principios y objetivos del Acta Final de la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE), al tiempo que intercambiaron acusaciones de inclumplimiento del documento, firmado en 1975 por 35 pa¨ªses en la capital finlandesa. El representante sovi¨¦tico, Eduardo Shevardnadze, responsabiliz¨® a Estados Unidos de los obst¨¢culos que impiden avanzar hacia el desarme y la mejora de las relaciones Este-Oeste, en tanto que su hom¨®logo estadounidense, George Shultz, desgran¨® una lista de violaciones de los derechos humanos en la URSS.
Shultz y Shevardnadze protagonizaron ayer un di¨¢logo de sordos. El secretario de Estado norteamericano hizo una introducci¨®n general sobre los objetivos ¨²ltimos de los acuerdos de Helsinki, y se extendi¨® en el an¨¢lisis del cumplimiento del tercer cesto, dedicado a los derechos humanos. Estaba previsto que Shevardnadze destacara la vigencia actual de los compromisos firmados hace una d¨¦cada e hiciera un amplio repaso de los escasos avances registrados en la cooperaci¨®n econ¨®mica y en materia de defensa. As¨ª ocurri¨®.Ambas intervenciones coincidieron es que los fracasos actuales no deben matar la esperanza, y expresaron su determinaci¨®n de seguir avanzando en la l¨ªnea marcada por el Acta. Shevardnadze declar¨® que Ios intereses vitales de los pa¨ªses europeos requieren que Europa avance por el camino que se?ala el Acta de Helsinki". Y Shultz dijo: "Todav¨ªa hay algunas cosas que merecen nuestra esperanza: la idea de que la libertad puede seguir creciendo en Europa, incluso en esas zonas oscuras situadas tras el muro, y de que la paz puede reinar en este continente, a pesar de la persistente confrontaci¨®n entre el Este y el Oeste".
Shultz y Shevardnadze expusieron las interpretaciones opuestas del Acta que hacen sus pa¨ªses. "Fue una expresi¨®n de la tradici¨®n humanista europea", dijo el norteamericano. Fue un llamamiento para un mayor flujo de informaci¨®n, ideas y gente. Ofreci¨® la posibilidad de una mayor cooperaci¨®n entre los Estados y los pueblos (...) Reconoci¨® que la seguridad, los lazos econ¨®micos, los derechos humanos y los contactos entre la gente son todos igualmente importantes y est¨¢n mutuamente relacionados. La paz depende de la totalidad de nuestras relaciones".
Fue el sovi¨¦tico quien intervino primero, y abri¨®, por ello, el turno de acusaciones. "Se han seguido desplegando en Europa", dijo, "nuevos misiles norteamericanos de primer ataque (...) La OTAN adopta programas para desarrollar armas convencionales ultramodernas, cuya capacidad destructiva se aproxima mucho a la de las nucleares, al tiempo que adopta una doctrina agresiva para utilizarlas. EE UU ha emprendido un programa a gran escala para el desarrollo de las armas qu¨ªmicas m¨¢s complejas".
"Washington", prosigui¨® Shevardnadze, "pretende tambi¨¦n poner en cuesti¨®n tratados de larga vigencia que limitan tanto las armas estrat¨¦gicas ofensivas como los sistemas bal¨ªsticos antimisiles. En otras palabras, lo que se hab¨ªa conseguido con mucho esfuerzo para limitar y restringir la carrera de armamentos, est¨¢ siendo borrado de un plumazo. La Administraci¨®n estadounidense trata de poner en pr¨¢ctica su programa de la guerra de las galaxias, cualquiera que sea su significado. Su intenci¨®n es implicar tambi¨¦n a los aliados en este peligroso proyecto. La realizaci¨®n de estos planes presenta implicaciones serias y negativas para la seguridad mundial y en Europa. Los pueblos esperan mucho de las conversaciones sovi¨¦tico-estadounidenses sobre armas nucleares y espaciales. La falta actual de progresos no puede sino frustrarles". Concluy¨® su exposici¨®n de cargos con la siguiente advertencia: "Hay una cosa que debe quedar clara. Si alguien piensa negociar con la Uni¨®n Sovi¨¦tica desde una posici¨®n de fuerza, debe abandonar enseguida esas ilusiones".
Otro apartado de acusaciones desarrollado por el sovi¨¦tico, aunque con menor amplitud que el precedente, fue el denominado segundo cesto, que se refiere a la cooperaci¨®n econ¨®mica y tecnol¨®gica. "Es tiempo de poner fin a pr¨¢cticas inadmisibles en las relaciones entre Estados, como son las distintas sanciones y a los rechazos arbitrarios de cumplir los acuerdos establecidos".
George Shultz, que en su intervenci¨®n hizo un llamamiento para el control urgente de la proliferaci¨®n de las armas qu¨ªmicas, no se refiri¨® a ninguna, de estas cuestiones ni argumentos y centr¨® sus acusaciones en el cap¨ªtulo de los derechos humanos. Tras reconocer que el Acta de Helsinki hab¨ªa tenido alg¨²n efecto beneficioso para la circulaci¨®n de periodistas y de ciudadanos en general entre los dos bloques, denunci¨® las restricciones a la emigraci¨®n de jud¨ªos y a la libertad de movimientos de ciudadanas sovi¨¦ticas casadas con norteamericanos.
El caso Sajarov
Shultz desgran¨® el rosario de todos los condenados en la URSS por sus disidencias de distinto signo, hasta llegar al m¨¢s famoso de todos ellos. "Finalmente", dijo, "el hombre que hoy representa mejor que nadie los ideales del Acta de Helsinki, Andrei Sajarov, contin¨²a totalmente aislado del mundo exterior, en el exilio, probablemente todav¨ªa en Gorki. Mientras yo hablo aqu¨ª, tal vez se encuentre en un hospital, como consecuencia de la ¨²ltima huelga de hambre que ha protagonizado para pedir que su amada esposa reciba un tratamiento m¨¦dico decente".
Shevardnadze, anticip¨¢ndose a estos ataques, hab¨ªa afirmado que "en la Uni¨®n Sovi¨¦tica existen garant¨ªas materiales y legislativas para el pleno ejercicio de los derechos culturales, econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales, as¨ª como de las libertades del individuo". "Es preciso tratar", dijo tambi¨¦n, "una l¨ªnea entre las diferencias ideol¨®gicas y las relaciones interestatales. Nuestro pa¨ªs no permitir¨¢ nunca que nadie se interfiera en sus asuntos internos".
Los representantes sovi¨¦ticos y norteamericanos se re¨²nen hoy en privado para preparar la cumbre Reagan-Gorbachov del 19 y 20 de noviembre pr¨®ximos.
M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 12
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Andrei Sajarov
- Espacio a¨¦reo
- Deserci¨®n
- Escudo antimisiles
- ISD
- George Shultz
- Edvard Shevardnadze
- Disidencia
- Guerra fr¨ªa
- URSS
- Pol¨ªtica defensa
- Ej¨¦rcito aire
- Buques guerra
- Seguridad a¨¦rea
- Misiles
- Finlandia
- Delitos militares
- Fuerzas armadas
- Escandinavia
- Tratados desarme
- Justicia militar
- Bloques pol¨ªticos
- Transporte militar
- Derechos humanos