Habiendo le¨ªdo su editorial
del s¨¢bado 27 de julio, en el que se comenta el crucero del presidente del Gobierno en el yate Azor, he encontrado en el mismo un p¨¢rrafo que me parece contiene un sofisma bastante utilizado por los defensores del Gobierno y que presumiblemente ser¨¢ cada vez m¨¢s utilizado. De manera que como individuo que vive en el montaje, querr¨ªa exponer mi punto de vista sobre una de sus piezas, a la vez que, sinti¨¦ndolo mucho, tengo que decir a ese peri¨®dico que, con editoriales como el que estamos tratando, da la impresi¨®n de que en su adhesi¨®n a un Gobierno que defrauda todo lo que ustedes dicen representar, intenta nadar y guardar la ropa.El p¨¢rrafo en cuesti¨®n es aquel en que se rechaza la superposici¨®n de las im¨¢genes de Franco y Felipe Gonz¨¢lez, en base a los contrapuestos or¨ªgenes de los t¨ªtulos de ambos personajes para ejercer el poder. Parece desprenderse de esta clase de argumentaciones que el problema capital del poder es su origen y no c¨®mo se ejerce, y que en semejante sinraz¨®n se refugiar¨¢ el Gobierno cuando tenga que defender esa permanencia que, desgraciadamente, parece muy probable... Pues eso y poca cosa m¨¢s puede ofrecer a la reducid¨ªsima parte de la poblaci¨®n que est¨¢ dispuesta a romperse la cabeza con juicios y an¨¢lisis. No es que yo crea que lo fundamental sea que el presidente del Gobierno se monte en un yate, en una moto o en un patinete, ni siquiera que juegue o no al futbol¨ªn, como ya hizo un ministro para demostrar que el cargo no se le hab¨ªa subido a la cabeza; es simplemente que en la subida al yate en cuesti¨®n veo, adem¨¢s de un prepotente desprecio por la opini¨®n y su esc¨¢ndalo tenga este m¨¢s o menos fundamento, la viva imagen de los designios de un personaje que se ha hartado de hacer aspavientos sobre una situaci¨®n no m¨¢s que para instalarse en ella; no dudo que, como muchos otros, habr¨¢ comentado con sus allegados el cachondeo de los cachalotes, para salir a pescarlos a la primera oportunidad. Tampoco creo que sea cuesti¨®n poco importante la forma de acceder al poder; al contrario, me parece fundamental¨ªsima por todas las razones que reconoce cualquier persona civilizada; pero es que adem¨¢s, siendo lo fundamental la forma en que se ejerce el poder, ?qu¨¦ se puede esperar de quien lo ha conquistado a sangre y fuego? Ahora bien, cuando estamos en presencia de un presidente de Gobierno que ha accedido a su cargo por medios l¨ªcitos y transcurridos casi tres a?os desde su proclamaci¨®n vemos que de esos medios no ha observado m¨¢s que las formas, que en su leg¨ªtima lucha pol¨ªtica ha empleado como principal arma el cinismo, queda impoluto el sistema, pero del presidente..., del presidente no queda nada. De ¨¦ste que ahora sufrimos y de su camarilla, la legalidad a que apelan no puede esperar m¨¢s que agresiones, pues a juzgar por sus actos, bien podr¨ªa ser su lema: "La democracia es la continuaci¨®n de la dictadura por otros medios". Abusando de su paciencia, quiero tambi¨¦n manifestarle que no est¨¢ en mi ¨¢nimo el apoyo a ninguna alternativa pol¨ªtica, sino el desprecio que me inspira esta que un comentarista ha llamado "guerrismo-felipismo".- Madrid.
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