Per¨² anuncia que pagar¨¢ la deuda que provoc¨® la suspensi¨®n autom¨¢tica de la ayuda econ¨®mica y militar de EE UU

El Gobierno peruano anunci¨® el s¨¢bado su decisi¨®n de pagar los 123.000 d¨®lares (algo m¨¢s de 20 millones de pesetas) que corresponden a los intereses devengados por una deuda militar contra¨ªda con Estados Unidos por anteriores administraciones de Per¨², impago que dio lugar a la suspensi¨®n de toda ayuda econ¨®mica norteamericana al pa¨ªs andino. El Gobierno del presidente Alan Garc¨ªa trata de quitar importancia al contencioso, que atribuye a "errores administrativos".

La decisi¨®n del Gobierno peruano fue anunciada tras una entrevista mantenida por el presidente Alan Garc¨ªa con el embajador de Estados Unidos, David Jordan, durante 40 minutos en Lima.Por un instante pareci¨® que la pol¨ªtica del garrote de Estados Unidos comenzaba a operar con la velocidad del rayo. El presidente peruano, Alan Garc¨ªa, hab¨ªa anunciado el pasado 29 de julio que s¨®lo destinar¨ªa un 10% del valor de las exportaciones peruanas al pago de la deuda; y el 2 de agosto llegaba desde Washington la noticia de que Estados Unidos aplicaba a Per¨² la enmienda Brooke-Alexander, mediante la cual se suspende, toda ayuda econ¨®mica y militar al pa¨ªs que tarde m¨¢s de un a?o en pagar determinadas obligaciones.

Pero lo cierto es que no se trataba de compromisos o de incumplimientos imputables al nuevo equipo de Gobierno, que acaba de inaugurar su mandato. El problema ven¨ªa desde la ¨¦poca del Gobierno de facto del general Francisco Morales Berm¨²dez y se relacionaba con la adquisici¨®n de equipos militares por parte peruana. El vencimiento que hizo entrar en vigor autom¨¢ticamente la referida enmienda norteamericana, como indic¨® un comunicado de la Embajada de los Estados Unidos en Lima, se produjo el 16 de julio, todav¨ªa bajo la anterior Administraci¨®n, presidida por Fernando Bela¨²nde Terry.

La primera impresi¨®n fue que se trataba de una represalia de Washington, y el propio Alan Garc¨ªa pareci¨® enterderlo as¨ª. En efecto, cuando conoci¨® la informaci¨®n pronunciaba un discurso en la ciudad de Trujillo, y sobre la marcha adopt¨® un tono combativamente antiimperialista: "No vamos a vivir de rodillas por un pu?ado de d¨®lares", exclam¨® ante una multitud que le aplaudi¨® enfervorizada.

Sin embargo, ayer la tormenta amain¨®. El embajador norteamericano, David Jordan, tras reunirse con el presidente Garc¨ªa durante 40 minutos, explic¨® a la Prensa lo autom¨¢tico del proceso desencadenado por Washington y afirm¨® que no ten¨ªa ninguna relaci¨®n con los prop¨®sitos pol¨ªticos del nuevo Gobierno peruano.

Un portavoz de la misma embajada coment¨® a este peri¨®dico: "Lejos de querer represalias, nosotros queremos colaborar con Per¨² en este momento tan dif¨ªcil". El canciller peruano, Allan Wagner, por su parte, consideraba que el asunto era "de menor cuant¨ªa y sin importancia pol¨ªtica". Hasta lleg¨® a decir que se trataba de "un error administrativo de Estados Unidos y del tratamiento del problema".

Superado el episodio, puede pensarse que tuvo el papel de un gran globo sonda. Las reacciones dentro y fuera de Per¨² fueron categ¨®ricamente condenatorias de la supuesta represalia.

En cualquier caso, entre el 15 de agosto y el 17 de septiembre, deben producirse dos nuevos vencimientos de deudas m¨¢s importantes por un monto total de 1.240.000 d¨®lares (m¨¢s de 20.000 millones, de pesetas).