La ley de extranjeros y los marroqu¨ªes
La reciente ley de extranjeros es sectaria, por no decir racista, en su "preocupaci¨®n por un tratamiento preferencial en favor de los latinoamericanos, portugueses, filipinos, andorranos, ecuatoguineanos, sefard¨ªes y de los originarios de la ciudad de Gibraltar, por darse en ellos los supuestos de identidad o afinidad cultural que les hace acreedores a esta consideraci¨®n".Es correcto que se d¨¦ este trato preferente a las nacionalidades enumeradas, y comprensible que con ello se quiera reparar la deuda, siempre pendiente, que los avatares de nuestra historia nos ha hecho contraer con estos pueblos. Pero si los sefard¨ªes son una poblaci¨®n que sali¨® expulsada de Espa?a en 1492, no es menos cierto que los andalus¨ªes sufrieron la misma suerte desde esa fecha hasta el siglo XVII, y que se extendieron por el norte de lo que hoy es Marruecos, Argelia y T¨²nez, donde conservaron y conservan celosamente su cultura andalus¨ª. Algunos hay en Xauen y Tetu¨¢n que a¨²n guardan la llave de la casa en Espa?a. Sintom¨¢tico de esta discriminaci¨®n es el que ni siquiera en ese prestigioso diccionario de espa?ol que es el Casares aparezca el t¨¦rmino andalus¨ª, pero s¨ª el de sefard¨ª.
Y caminando en la historia, cuando nuestro imperio de Am¨¦rica se desvanec¨ªa irremediablemente, nos encontramos con la aventura colonialista que nos llev¨® al vecino de abajo, Marruecos. De 1861 data el tratado de comercio entre los dos pa¨ªses que contiene el texto que sigue: "Por su parte, S. M. Cat¨®lica se obliga a asegurar a los s¨²bditos de S. M. Cherifiana que residen en sus dominios la misma protecci¨®n y privilegios que disfrutan en el d¨ªa o pueden disfrutar m¨¢s adelante los s¨²bditos de la naci¨®n m¨¢s favorecida". Tratado que sigue vigente hasta hoy.
Por otra parte, en el acuerdo hispano-marroqu¨ª sobre la retirada de la peseta de la circulaci¨®n en el norte de Marruecos -antiguo protectorado espa?ol-, al producirse la independencia en 1956 se dice que "las personas fisicas o jur¨ªdicas de nacionalidad espa?ola establecidas en Marruecos y las de nacionalidad marroqu¨ª establecidas en Espa?a gozar¨¢n en el ejercicio de sus actividades econ¨®micas, de acuerdo con la legislaci¨®n en vigor, los mismos derechos y facilidades que las personas jur¨ªdicas o f¨ªsicas de cualquier otro pa¨ªs sin excepci¨®n alguna". Apunto lo anterior porque la ley de extranjeros se?ala, en su art¨ªculo tercero, que "lo dispuesto en ella se extender¨¢ en todo caso sin perjuicio de lo establecido en los tratados internacionales en los que sea parte Espa?a".
El caso de los ciudadanos del Rif (norte de Marruecos), que ha estado bajo protectorado espa?ol desde 1912 a 1956, gente que habla nuestra lengua, sobre todo los adultos -ya que los j¨®venes no han tenido la posibilidad de estud¨ªarlo en la escuela por negligencia de la pol¨ªtica de abandono de las autoridades espa?olas al retirarse tras la independencia-; gente que ve casi exclusivamente la Televisi¨®n Espa?ola, pues dada la proximidad geogr¨¢fica (15 kil¨®metros), se sintoniza sin problema alguno; gente que se ha visto obligada a emigrar -la otra cara del colonialismo- desde la independencia y antes a pa¨ªses europeos, Holanda y B¨¦lgica principalmente, y que muchos se han quedado en el nuestro, entendiendo intuitivamente, y con raz¨®n, que es mucho lo que les une a nosotros.
M¨¢s chocante a¨²n es el caso de Sidi Ifni y Tarfaya, por no hablar de los saharauis, que han sido ciudadanos espa?oles hasta 1975.- soci¨®loga. Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.