El Atl¨¦tico devalu¨® las individualidades del Madrid
ENVIADO ESPECIAL La sobriedad y el esp¨ªritu de bloque armonizado de la m¨¢quina que ha fabricado Luis Aragon¨¦s le bastaron al Atl¨¦tico para aguantar la presi¨®n del nuevo y millonario Madrid en el primer tiempo, y robarle descaradamente con autoridad y guantes de seda casi todos los cheques -Gordillo no pudo jugar- que llevaba encima el equipo de Molowny. El Madrid recibi¨® la primera en la frente en el Trofeo Teresa Herrera y qued¨® claro que Luis Molowny necesita tiempo para ordenar todas las rutilantes piezas de lo que Mendoza quiere convertir en un espl¨¦ndido Mercedes. Hugo S¨¢nchez fracas¨® ante sus ex compa?eros.El Atl¨¦tico consigui¨® frenar el alza del d¨®lar blanco en una primera mitad en la que apenas pudo sacudirse el dominio madridista, aunque luego lleg¨® a devaluar de tal forma a su rival hasta extremos que para s¨ª quisieran Boyer o Solchaga. La baja de los dos arietes, Cabrera y Da Silva, que deben concretar la fluidez del f¨²tbol rojiblanco, oblig¨® a Luis Aragon¨¦s a extremar m¨¢s de lo normal su habitual dispositivo de r¨ªgido control en defensa, movimiento del bal¨®n en la. media y lanzamientos largos para su temible contragolpe. Pr¨¢cticamente con dos medias puntas, Rubio y Quique Seti¨¦n, para intentar salir de suis trincheras en avanzadillas de dispersi¨®n, el Madrid se mostr¨® incapaz de superar este entramado.
El equipo blanco control¨® el juego en la fase inicial, dej¨® ver buenas maneras y cierta consistencia por parte de Michel, pero exhibi¨® con cuentagotas la peligrosidad de una tripleta de oro formada por Butrague?o, Hugo S¨¢nchez y Valdano. El p¨²blico, que esperaba las genialidades de las estrellas, se encontr¨® con la sorpresa de que Chendo se convert¨ªa en el defensa-medio-extremo m¨¢s espectacular, hasta el punto de efectuar dos t¨²neles. El Atl¨¦tico, mientras, daba toda la impresi¨®n en esta prirriera parte de asemejarse a un boxeador que ha saltado al cuadril¨¢tero olvid¨¢ndose los guantes.
El Buitre, con el 6 a la espalda,intent¨® engarzar jugadas desde la media punta, en una posici¨®n propicia a sus habilidades, de completa libertad, que ayer no aprovech¨®. Hugo S¨¢nchez y Valdano apenas pudieron con la rocosa firmeza de una zaga como la rojiblanca, que es todo lo contrario a la exquisitez t¨¦cnica pero s¨ª cada vez m¨¢s expeditiva y contundente. Arteche hubiese completado un soberbio partido de no sobrarle una lamentable entrada a Chendo, quiz¨¢ para demostrar su concepto de la profesionalidad, que no entiende de amistosos.
El segundo tiempo fue otra cosa. El Atl¨¦tico comenz¨® a darse cuenta de que las balas ofensivas del temible Madrid eran ayer de fogueo, y se aprest¨® a desenfundar a su vez, consciente de que deb¨ªa aprovechar las escasas que llevaba en su cartuchera. Quique Seti¨¦n fue m¨¢s r¨¢pido y su gol -m¨¢s la posterior expulsi¨®n de San Jos¨¦ y la mayor efectividad de un contragolpe rojiblanco que desbord¨® a la ya descolocada defensa madridistatermin¨® por arruinar las esperanzas del equipo de Molowny.
Tras lo de ayer -en el recuerdo queda la excelente pretemporada madridista del a?o pasado, que rompi¨® a las primeras de cambio el Barcelona, en la jornada inicial de Liga- las ¨²nicas consecuencias que cabe extraer del derby madrile?o del Riazor son dos: el Atl¨¦tico sigue manteniendo su esquema sincronizado y arm¨®nico, y el Madrid deber¨¢ apurar los ¨²ltimos d¨ªas de agosto para que sus individualidades encajen en lo que hoy por hoy manda en el f¨²tbol mundial: el bloque. .
El Gremio de Porto Alegre, que derrot¨® anoche al S¨®rting de Gij¨®n por penalties, ser¨¢ el rival del Barcelona en la final del torneo de Palma. El partido termin¨® con empate a dos goles.
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