Finlandia quiere una 'zona de confianza' en el norte de Europa
El principal objetivo de la pol¨ªtica exterior finlandesa es mantener una buena relaci¨®n con la URSS, pero otro, ¨ªntimamente relacionado con ¨¦l, es lograr que la zona n¨®rdica sea un ¨¢rea de baja tensi¨®n militar. El presidente Urho Kekkonen -que mediatiz¨® la pol¨ªtica de Finlandia entre 1956 y 1982- fue el primero en proponer, all¨¢ por 1963, el establecimiento de una zona n¨®rdica desnuclearizada y tambi¨¦n fue ¨¦l quien intent¨® lograr que Noruega se comprometiese a impedir que su territorio fuera usado para emprender un ataque contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ninguno de estos dos objetivos ha sido a¨²n alcanzado, pero la diplomacia finlandesa no ceja en sus esfuerzos por lograrlo.
Finlandia, en conformidad con el tratado de amistad, cooperaci¨®n y ayuda mutua de 1948 con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, mantiene a sus fuerzas en constante alerta para impedir que su territorio sea empleado para un ataque contra la URSS. En Laponia, zona tap¨®n entre la OTAN (Noruega) y el Pacto de Varsovia (URSS), las fuerzas de defensa finlandesas tienen destacadas a sus mejores unidades de infanter¨ªa y defensa antia¨¦rea. Heisinki insiste en lograr el compromiso de Oslo de que no habr¨¢ desde Noruega ning¨²n ataque contra la URSS, si bien el Ministerio finland¨¦s de Exteriores es consciente de que tras el desarrollo tecnol¨®gico habido en los sistemas navales y a¨¦reos, "un acuerdo de este tipo tendr¨ªa m¨¢s efecto como medida de incremento de la confianza que valor militar". Desde 1965 hasta la fecha, la respuesta noruega ha sido siempre negativa.Tampoco ha prosperado la idea de conseguir una zona n¨®rdica desnuclearizada. "Los Gobiernos n¨®rdicos est¨¢n de acuerdo en que la desnuclearizaci¨®n ha influido en la estabilidad, pero todav¨ªa no estamos de acuerdo en la zona n¨®rdica desnuclearizada", dice Jukka Valtasaari, de la Direcci¨®n de Asuntos de Desarme del Ministerio de Exteriores. "Los pa¨ªses n¨®rdicQs tienen que llegar a un acuerdo entre s¨ª y adem¨¢s se necesita la contribuci¨®n de las superpotencias, por ejemplo, en las garant¨ªas de seguridad".
"Las zonas desnuclearizadas siempre han sido una cuesti¨®n delicada en la OTAN y deber¨ªan contemplarse en el contexto de un sistema estrat¨¦gico m¨¢s amplio, pues si se incluye el mar B¨¢ltico se influye sobre el centro de Europa", agrega Valtasaari.
En cualquier caso, todos los pa¨ªses n¨®rdicos procuran que la zona sea un ¨¢rea de baja tensi¨®n. En esta regi¨®n existe un delicado equilibrio de fuerzas entre Este, Oeste y pa¨ªses neutrales. La OTAN tiene frontera directa con la URSS a trav¨¦s de Noruega, y tanto Suecia como Finlandia son neutrales. Noruega y Dinamarca, pertenecientes a la OTAN, alimentan una pol¨ªtica de defensa frente al Este firme, pero flexible. No permiten que en su territorio se estacionen tropas extranjeras ni se almacenen armas nucleares. Las diferentes neutralidades sueca y finlandesa se refuerzan mutuamente. El polit¨®logo Raimo V?yrynen gusta hablar de "sistema de seguridad en el Norte, con todas las partes interdependientes". Este profesor de la universidad de Helsinki asegura: "Creo que el sistema ha encontrado una situaci¨®n de equilibrio y, a mi juicio, todas las alternativas que existen son peores que el actual estado de cosas", dice.
La pol¨ªtica interior finlandesa es bastante estable y el Gobierno ha, sido tradicionalmente una coalici¨®n de centro-izquierda. En el Gabinete presidido por el socialdem¨®crata, Kalevi Sorsa se sientan ministros pertenecientes al Partido de Centro, al Partido Popular Sueco de Finlandia y al Partido Rural, adem¨¢s del socialdem¨®crata. Entre los cuatro cuentan con 123 de los 200 diputados del Parlamento unicameral.
La crisis comunista
El debate pol¨ªtico del momento en Finlandia est¨¢ centrado en la situaci¨®n del partido comunista, que tras la guerra lleg¨® a tener la cuarta parte de los diputados y actualmente cuenta con 27. El partido est¨¢ fuertemente dividido entre duros y revisionistas, y la querella, que ha llegado a los tribunales, ha hecho mella en la imagen del grupo. El partido ha quedado fuera del Gobi erno y se estima que en 1987 la Liga Democr¨¢tica Popular, organizaci¨®n con la que los comunistas concurren a las urnas, puede quedar por debajo de los 20 esca?os.Los comunistas han p¨¦rdido apoyo popular (el ¨²ltimo sondeo les daba menos del 12%) y la antigua ofertade aproximar Finlandia al sistema sovi¨¦tico ya no atrae "Hay mucho turismo de finlandeses a la URSS y han podido conocer el sistema sovi¨¦tico; pr¨¢ctica mente todos se inclinan por el occidental", dice V?yrynen.
Los estrechos v¨ªnculos con la URSS -fue Kekkonen que mediatiz¨® la pol¨ªtica finlandesa desde 1956 a 1982, quien dijo que cuanto mejores fuesen las relaciones con Mosc¨², m¨¢s amplia ser¨ªa la capacid ad de maniobra exterior finlandesa- tienen sus contrapartidas econ¨®micas. Finlandia ha vivido en la ¨²ltima d¨¦cada un mi lagro econ¨®mico que la ha colocado con una renta per c¨¢pita que en 1983 era la octava de los pa¨ªses industrializados, pr¨®xima a los 11.000 d¨®lares (la de Espa?a no llega a 5.000). Gran parte de este desarollo, producido en tiempos de crisis, se ha debido a su comercio con la URSS.
En los ¨²ltimos seis a?os el crecimiento medio de la econom¨ªa ha sido del 3,9%, frente al 2% de los pa¨ªses de la OCDE. En 1977 se inici¨® una pol¨ªtica de consenso entre sindicatos, empresarios y Administraci¨®n que, mediante restricciones salariales, disminuci¨®n de gastos sociales y aplazamiento de reformas, gener¨® un crecimiento a la japonesa que en 1979 fue del 7,4% y del 5,6% al a?o siguiente. Despu¨¦s baj¨®, pero se ha mantenido en cotas m¨¢s que envidiables, en torno al 3%, y para este a?o se espera alcanzar el 3,5%. El paro lleg¨® el a?o pasado al 6%, con una inflaci¨®n del 7,1%, y para este a?o se piensa dejar ambos porcentaje en el 5,5%. En la zona sur de Finladia, no obstant¨¦, la demanda de trabajo supera a la oferta.
Comercio con la URSS
"El factor clave fue el comercio con la URSS, que se increment¨® tras la crisis del petr¨®leo", se?ala Pirkko Lammi, jefa del Departamento de Econom¨ªa Nacional de la Confederaci¨®n de las Industrias Finlandesas. La URSS es el primer socio comercial y hacia ella se dirigi¨® el a?o pasado el 19% de las exportaciones y de ella lleg¨® el 23% de las importaciones. El pais, no obstante, mantiene fuertes cuotas de intercambio comercial con Suecia, Reino Unido y Rep¨²blica Federal de Alemania.Finlandia es una naci¨®n de relativamente joven industrializaci¨®n, y debido a ello no tiene sectores en crisis: el crack econ¨®mico pill¨® al pa¨ªs n¨®rdico con una industria nueva y dimensionada y por ello no ha habido problemas de reconversi¨®n. La empresa es predominantemente mediana y peque?a (apenas 80 firmas tienen m¨¢s de 1.000 empleados) y s¨®lo en un 11 % est¨¢ en manos del Estado. La estructura del sistema productivo es la que corresponde a un pa¨ªs posindustrial, con el 55% de la poblaci¨®n laboral (mitad y mitad hombres y mujeres) en el sector servicios, frente a un 33%. en la industria y un 12% en la agricultura.
Por sectores, es la industria forestal, con el 38%, la que encabeza las exportaciones y ofrece el 50% de las divisas, seguida de la metal¨²rgica y mec¨¢nica y la qu¨ªmica.
El ¨¢rbol es una constante en Finlandia (casi las dos terceras partes del territorio est¨¢n cubiertas de bosques), y junto a los 60.000 lagos y las infinitas islas interiores, hacen que el pa¨ªs parezca a los ojos del turista una tierra de Robinsones, de hombres dispuestos a batirse con la naturaleza para lograr la supervivencia. La realidad es diferente y el alto nivel de vida de los finlandeses les permite tener en cualquier punto del pa¨ªs en que se encuentren todas las comodidades y servicios que requieran. El ¨²nico problema es la dureza climatol¨®gica, que en la costa sur y en invierno puede llegar a mantener durante semanas el term¨®metro a 20? bajo cero. Eso, unido a la oscuridad casi absoluta que reina en el pa¨ªs durante los meses de diciembre y enero, hace que muchos de estos n¨®rdicos huyan hacia las para ellos m¨ªticas tierra del Sur. A las costas peninsulares espa?olas y a las islas Canarias llegan todos los a?os unos 200.000 finlandeses.
Una cerveza nacionalista
Una muestra del sentimiento que la Uni¨®n Sovi¨¦tica suscita entre la poblaci¨®n finlandesa queda reflejada en la an¨¦cdota ocurrida a principios de la pasada d¨¦cada con la cerveza Kariala, nombre finland¨¦s de Carelia, una regi¨®n hist¨®rica del sureste de Finlandia.Esta regi¨®n, que pas¨® en gran parte bajo dominio sovi¨¦tico tras la II Guerra Mundial, tiene un escudo en el que, sobre un campo rojo, dos brazos armados con espadas se disponen a asestarse un golpe. Estos do brazos forman parte de la eti queta de la cerveza.
Ambos brazos est¨¢n protegidos por armadura medieval, y mientras el de la izquierda blande una espada recta occidental, el de la derecha mantiene una curva oriental. El embajador sovi¨¦tico en Helsinki manifest¨® a principios de los a?os setenta que cre¨ªa llegado el momento de que desaparecieran los vestigios de los hist¨®ricos enfrentamientos entre el Oeste (brazo izquierdo) y el Este (brazo derecho), y que para ello convendr¨ªa que los dos brazos armados que forman parte del escudo de Carelia desaparecieran de la etiqueta de la cerveza Karjala.
Esta firma, por aquel entonces una peque?a f¨¢brica en Lappeenranta -localidad al borde del lago Saima, situada en plena Carelia y a unos 20 kil¨®metros de la frontera con la URSS-, se vio envuelta en una pol¨¦mica de alcance nacional por las reacciones que suscit¨® la pretensi¨®n del embajador sovi¨¦tico y hoy se vende en todo el pa¨ªs.
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