Un ni?o muerto y m¨¢s de 80 personas heridas al estallar una carcasa pirot¨¦cnica durante las fiestas de San Sebasti¨¢n
El ni?o David Rodr¨ªguez S¨¢nchez, de cinco a seis a?os de edad, muri¨® anoche en San Sebasti¨¢n y m¨¢s de 80 personas resultaron heridas de consideraci¨®n al estallar a ras de suelo una carcasa pirot¨¦cnica disparada en la sesi¨®n de fuegos artificiales. La gran mayor¨ªa de las mismas se hallaban hospitalizadas esta madrugada. Las fiestas donostiarras quedaron inmediatamente suspendidas, mientras los centros sanitarios solicitaban la incorporaci¨®n a sus puestos de los cirujanos y m¨¦dicos y patrullas de la Polic¨ªa Nacional recorr¨ªan las calles pidiendo a los ciudadanos que donaran sangre del tipo 0 negativo.
La tragedia se produjo a las 22.50, cinco minutos despu¨¦s de iniciarse la sesi¨®n de fuegos artificiales que se desarrolla diariamente en el marco festivo de la Semana Grande Donostiarra.Uno de los fuegos en forma de cohete o grupo de cohetes disparado por los t¨¦cnicos de la empresa Arnal, de Valencia, encargada de la sesi¨®n de ayer, se elev¨® en el aire una decena de metros, cay¨® entre el p¨²blico y explot¨® a ras de suelo, en el paseo de la Concha, junto a la primera rampa de bajada a la playa, en un punto situado a escasos 15 metros del recinto vallado desde el que se efectuan los lanzamientos.
El efecto de la explosi¨®n fue similar al de una bomba. Cuerpos parcialmente calcinados, piernas y brazos seccionados por efecto de la onda expansiva y decenas de personas que se retorc¨ªan de dolor amontonadas entre una multitud confusa y horrorizada. Dos j¨®venes testigos de la tragedia ignorada hasta mucho despu¨¦s por la gran mayor¨ªa de las 100.000 personas que presenciaban los fuegos ayer y abarrotaban el ¨¢rea de la ciudad que se desemboca en la bah¨ªa de la Concha, confirmaron que la tragedia se produjo por un cohete que cay¨® encima de la gente, muy cerca del lugar en que ellos se encontraban.
"La explosi¨®n tir¨® a unas 17 personas delante de nosotros. Hab¨ªa un hombre que ten¨ªa la pierna quemada, se le ca¨ªa la carne a pedazos y ya s¨®lo le quedaba el hueso; cuando lo metieron en la ambulancia todav¨ªa se estaba quemando". Otro testigo se?al¨® que tras la ca¨ªda del. cohete vio a su alrededor gente ca¨ªda, cuerpos mutilados que hab¨ªan perdido un pie o una mano y en el suelo trozos de carne y sangre.
Fuentes de la Polic¨ªa Municipal que se encontraban situadas dentro del recinto vallado desde el que se efectuaba el lanzamiento de los cohetes indicaron que pasados los primeros momentos de confusi¨®n, estupor y horror, parte del p¨²blico form¨® espont¨¢neamente un cord¨®n humano para tratar de impedir que la multitud, que se elevaba en ese punto a unas 9.000 personas, pisoteara a los heridos. Otras personas trataron de atenderles o consolarles hasta la llegada de los efectivos sanitarios. Ambulancias, taxis y veh¨ªculos de la polic¨ªa y coches particulares tuvieron que abrirse paso ante una multitud desconcertada para poder trasladar a los heridos a los distintos centros sanitarios. La ciudad se encontraba colapsada por los miles de veh¨ªculos que taponaban parcialmente las calles y por el gent¨ªo nervioso e inquieto.
Pasadas las 2.30 de la madrugada, la ¨²nica v¨ªctima era el citado ni?o, cuyos padres se encuentran al parecer entre las decenas de heridos. Las radios transmitieron durante la noche la descripci¨®n de este ni?o ya que al parecer nadie reclamaba su cad¨¢ver.
Otro ni?o se encontraba herido en estado grav¨ªsimo y estaba siendo intervenido a vida o muerte a primera hora de la madrugada, al igual que otras 11 personas
Cierre de espect¨¢culos
El lendakari del Gobierno vasco Jos¨¦ Antonio Ardanza, y el alcalde de la ciudad, Ram¨®n Labayen se manten¨ªan reunidos anoche con otras autoridades para decidir sobre la posible suspensi¨®n definitiva de las fiestas. Tras la tragedia, patrullas de la Polic¨ªa Municipal recorrieron la ciudad ordenando el cierre de los espect¨¢culos, la suspensi¨®n de las verbenas y los conciertos. Las sociedades populares de la ciudad decidieron suspender las tamborradas y en las calles se manten¨ªa todav¨ªa una multitud perpleja que deambulaba interes¨¢ndose por la tragedia y el estado de los heridos.
T¨¦cnicos de la empresa Arnal explicaron a primera hora de la madrugada que el accidente se produjo por un fallo en la espoleta de una de las carcasas colocadas en vertical, ocasionalmente en forma de uve. El cohete deb¨ªa explotar a unos 60 o 70 metros de distancia sobre el suelo pero sali¨® desviado, se elev¨® s¨®lo a una docena de metros y cay¨® entre la multitud.
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