Una comedia salida del t¨²nel del tiempo

Sin un adi¨®s, la pel¨ªcula que Televisi¨®n Espa?ola ofrece esta tarde por su primera cadena, sigue en la l¨ªnea pr¨®vocadora de la programaci¨®n veraniega. El director de cine Vicente. Escriv¨¢ y el cantante Raphael fabricaron, en 1970, esta comedia que se dir¨ªa salida del t¨²nel del tiempo. Vicente Escriv¨¢ era el famoso guionista de los a?os cincuenta especializado en llevar a la gran pantalla los dramones religiosos del nacional-catolicismo, y convertido en el m¨¢ximo cat¨®lico militante del cine espa?ol.Raphael, que hab¨ªa sido abandonado por el director Mario Camus -que intent¨® lanzarle a la fama d¨¢ndole papeles de h¨¦roe rom¨¢nt¨ªco solitario-, pasaba a interpretar de la mano de un nuevo director otro tipo de personaje, m¨¢s p¨ªcaro y ambiguo pero tan lejos del cine musical como lo estuviera antes porque se trataba, en definitiva, de otras pel¨ªculas que deber¨ªan aprovecharse del ¨¦xito moment¨¢neo de unas canciones.

Quiz¨¢s sea eso, el sabor a?ejo que se desprende de la mezcla de "zarzuela y teenager", seg¨²n lograda expresi¨®n del escritor Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, que define perfectamente el estilo rapl¨ªaeliano, lo que ahora hace que se plantee la recuperaci¨®n del "ni?o" como si de la cantante Olga Guillot se tratase.

Al margen de que entre el bolero y la zarzuela acostumbra a existir la misma diferencia que entre la Ni?a de la Puebla y Manolo Escobar, las pel¨ªculas de Raphael son desprop¨®sitos que ni tan solo la presencia de la magn¨ªfica actriz Serena Vergano lograba camuflar. La nostalgia puede ser un sentimiento, pero a menudo es tambi¨¦n una enfermedad.

Valor literario indudable

Por la noche el ciclo de cine argentino presenta Don Segundo Sombra, adaptaci¨®n de la novela de Ricardo G¨¹iraldes dirigida por Manuel Ant¨ªn. Si el valor literario del texto es indudable y en ¨¦l se cimenta buena parte de la fama y prestigio y atenci¨®n que han merecido otros grandes escritores argentinos, no pasa lo mismo con la trayectoria de Manuel Ant¨ªn, repetidamente acusada de excesivo mimetismo para con la del cineasta franc¨¦s Alain Resnais.

Pero ese puede ser pecado disculpable si creemos a Jorge Luis Borges, para quien "el esnobismo es la m¨¢s sincera de las pasiones argentinas". Y, en cualquier caso, Don Segundo Sombra no toma nada prestado de Resnais porque el modelo es Mart¨ªn Fierro (1968), de Torre Nilsson, un filme que obtuvo un gran ¨¦xito de taquilla del cine argentino y que aconsejaba insistir en la venta de la mitolog¨ªa gaucha en las futuras producciones.

La pel¨ªcula, que se emite esta noche por la segunda cadena, es demasiado bonita para hacer justicia al dramatismo del texto de G¨¹iraldes, pero s¨ª es una esforzada recreaci¨®n de los or¨ªgenes salvajes de un pa¨ªs. S¨®lo olvidando la novela y conform¨¢ndose simplemente con la visi¨®n del filme, la experiencia no decepciona.