El juez determinar¨¢ las indemnizaciones a los afectados por la explosi¨®n de San Sebasti¨¢n

La corporaci¨®n municipal de San Sebasti¨¢n y la de Ir¨²n asistieron ayer, a las siete de la tarde, en la iglesia de la Sagrada Familia de esta segunda ciudad, al funeral por el ni?o David Rodr¨ªguez S¨¢nchez, muerto el mi¨¦rcoles por la explosi¨®n de una carcasa pirot¨¦cnica disparada durante el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales que se celebra en el marco de la Semana Grande donostiarra. Familiares de accidentados se han interesado por las indemnizaciones a los damnificados. El organismo encargdo de organizar las fiestas ha precisado que deber¨¢n ser establecidas por el juez, despu¨¦s de determinar qui¨¦n es el responsable del accidente.

Al mediod¨ªa, el peque?o f¨¦retro en el que reposaba el cad¨¢ver del ni?o, fue enterrado en el cementerio de Ir¨²n, entre los gritos de dolor de sus familiares y en ausencia de sus padres, todav¨ªa hospitalizados. La madre de David Rodr¨ªguez se encuentra en grave estado y no ha sido informada de la muerte de su hijo.Un total de 44 personas figuran en las listas de heridos convalecientes, facilitadas ayer por los distintos centros hospitalarios de la ciudad, pero esta cifra es en realidad algo m¨¢s elevada, ya que algunas de las v¨ªctimas han preferido que sus nombres no sean publicados, para no alarmar a sus familiares.

Persiste la extrema gravedad de dos de los heridos, el ni?o Asier Zabaleta, que cumpli¨® tres a?os el mismo mi¨¦rcoles fat¨ªdico, y el joven de 27 a?os Luis Zub¨ªa, que ha perdido las piernas.

La carcasa pirot¨¦cnica que llev¨® la tragedia a las fiestas donostiarras conten¨ªa p¨®lvora negra, magnesio, aluminio, clorato pot¨¢sico, clorato de bario, goma laca y oxalato de sodio, seg¨²n un informe suministrado por la Casa Arnal a los m¨¦dicos que asisten a los heridos. Una decena de familiares de los accidentados acudi¨® ayer al Centro de Atracci¨®n y Turismo, la fundaci¨®n p¨²blica municipal organizadora de las fiestas de la Semana Grande, interes¨¢ndose por las indemnizaciones que corresponden a las v¨ªctimas.

El seguro de la pirot¨¦cnica Arnal, responsable de la colecci¨®n disparada el mi¨¦rcoles, asciende a 25 millones de pesetas, y el del Centro de Atracci¨®n y Turismo de San Sebasti¨¢n, a 10 millones, cifras quiz¨¢ insuficientes si se tiene en cuenta el largo centenar de personas asistidas y la gravedad de las lesiones.

En cualquier caso, ser¨¢ el juez encargado de las investigaciones quien deber¨¢ determinar a qui¨¦n corresponde la responsabilidad del accidente y fijar para cada caso la indemnizaci¨®n correspondiente.

Corresponsabilidad

En el supuesto de que el Centro de Atracci¨®n y Turismo fuera declarado corresponsable, siquiera subsidiariamente, y obligado a indemnizar por un montante superior a los diez millones de pesetas, el Ayuntamiento donostiarra se ver¨ªa en la necesidad de habilitar una partida presupuestaria especial.Por otra parte, seg¨²n fuentes municipales, la empresa Arnal se encuentra comprometida en una serie de cr¨¦ditos que le permitieron superar la situaci¨®n financiera planteada hace dos a?os con la quema de sus instalaciones en Valencia.

El propietario de esta empresa, Antonio Arnal, abandon¨® San Sebasti¨¢n el jueves y los t¨¦cnicos de esta casa han retirado el material necesario para la creaci¨®n de la cascada luminosa de 500 metros sobre el mar, que cubrir¨ªa la distancia existente entre la isla de Santa Clara y el monte Urgull. La retirada de Arnal, que tampoco acudir¨¢ a las fiestas de la Semana Grande de Bilbao, que se inician hoy, oblig¨® a suspender anoche la exhibici¨®n de la colecci¨®n, de la casa japonesa Osaya.

Arnal, la pirot¨¦cnica espa?ola que m¨¢s exporta, se hab¨ªa comprometido a lanzar la colecci¨®n japonesa y de hecho hab¨ªa desplazado a San Sebasti¨¢n los morteros especiales que exige el disparo de estas carcasas.

En la exhibici¨®n pirot¨¦cnica del jueves, la noche siguiente a la tragedia, la multitud que abarrot¨® el litoral urbano, en un n¨²mero significativamente menor al de d¨ªas anteriores, se mantuvo apartada del lugar en el que se produjo la tragedia.

Los testimonios de los heridos subrayan por otra parte el comportamiento ciudadano y la capacidad de reacci¨®n mostrada por los servicios sanitarios y policiales. Los trabajadores de los centros hospitalarios se incorporaron a sus puestos, superando el colapso de la ciudad, antes de ser reclamados por radio.