C¨®modo triunfo del Atl¨¦tico ante el doble campe¨®n irland¨¦s

Tan s¨®lo unos minutos, coincidiendo con el comienzo del choque, el doble campe¨®n de Copa y Liga de Eire se mostr¨® t¨ªmidamente ofensivo. La esperada visita del Atl¨¦tico de Madrid a Santander no se transform¨® en el espect¨¢culo que los aficionados deseaban. No obstante, los rojiblancos dominaron, pr¨¢cticamente jugando al paso, a un contrario tosco y muy corto de t¨¦cnica.El Atl¨¦tico apenas consigui¨® ensayar el contragolpe porque su enemigo retras¨® l¨ªneas afanosamente buscando, tan s¨®lo, no ser goleado. Los rojiblancos basaron su mando de la primera fase en la organizaci¨®n de Land¨¢buru y en un mejor sentido posicional. Los marcajes fueron por zonas y las oportunidades de gol apenas existieron. Se echaron de menos los contragolpes veloces y en largo a que el Atl¨¦tico tiene acostumbrados a sus seguidores. Dio la impresi¨®n de no querer forzar el ritmo y abund¨® en demas¨ªa en no derrochar energ¨ªas. Unicamente en los minutos previos al descanso puso nervioso al Shamrock con una constante presi¨®n.

Los cambios introducidos por Luis Aragon¨¦s en la segunda parte y la superior velocidad de los madrile?os se tradujeron en un juego sin interrupci¨®n dentro del medio campo irland¨¦s. No obstante, el balompi¨¦ fue tosco y abundaron los malos modos, especialmente por el lado del Shamrock.

El Atl¨¦tico busc¨® goles que atajaran la diferencia de dos que el R¨¢cing hab¨ªa alcanzado la v¨ªspera sobre los irlandeses y no lo consigui¨®. La vocaci¨®n ofensiva de los atl¨¦ticos result¨® m¨¢s aparente que real, si bien el choque gan¨® en ritmo. Las jugadas m¨¢s sobresalientes fueron contadas y siempre protagonizadas por la exquisita t¨¦cnica del c¨¢ntabro Quique Seti¨¦n, quien empez¨® tenso y termin¨® gan¨¢ndose fuertes aplausos del que fue su p¨²blico hasta hace unas semanas.