Locura suicida en L¨ªbano
LE MONDEEl conflicto liban¨¦s desaf¨ªa la raz¨®n desde hace ya varios a?os, pero ahora ha llegado a un punto en el que uno se pregunta si no tiene que ver con una confusa aspiraci¨®n al suicidio. No por parte de la poblaci¨®n civil libanesa, que proporciona la mayor¨ªa de las v¨ªctimas tanto de los bombardeos como de las explosiones de coches bomba -que afectan tanto al sector cristiano como al musulm¨¢n-, sino de los dirigentes de las distintas comunidades, cuyo comportamiento, aunque puede explicarse en parte por las injerencias extranjeras, llega algunas veces a unas alturas de irresponsabilidad inimaginables, por no decir m¨¢s.?Qu¨¦ puede esconder este rebrote de violencia psicop¨¢tica? Ante todo, una lucha sorda contra esta imagen de paz siria que parec¨ªa estar instal¨¢ndose laboriosamente sobre el L¨ªbano desgarrado y consagrar al mismo tiempo el importante papel del presidente Assad en la regi¨®n. Oficialmente, todas las partes se resignaron a esta soluci¨®n sin gloria que al menos tendr¨ªa el m¨¦rito de poner fin a la masacre, de traer la normalidad para la vida cotidiana libanesa. ?C¨®mo no comprender entonces por qu¨¦ las tentativas occidentales -sobre todo francesas-, al interponerse en este juego infernal, han fracasado lastimosamente? ( ... )
Realmente, un buen n¨²mero de se?ores de la guerra libaneses son favorables a una paz siria ¨²nicamente si se establece en su provecho. Por este motivo, en el campo musulm¨¢n -incluyendo a los drusos- se inquietaban desde hace unas semanas por ver a Siria acercarse demasiado a los cristianos y al presidente Gemayel, cuya inexistencia le hace un aliado importante para Damasco. (...)
22 de agosto
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