Miles de personas se 'apedrearon' en Bu?ol con 60.000 kilos de tomates

La localidad de Bu?ol, a unos 50 kil¨®metros de Valencia, celebr¨® ayer la tradicional Tomatina, peculiar festejo que se realiza cada a?o con motivo de la semana de fiestas patronales en honor de San Luis Bertr¨¢n. Consiste en que los vecinos y los visitantes con ¨¢nimo para ello se dedican a arrojarse tomates en la plaza del pueblo, junto al Ayuntamiento, por espacio de hora y media. En esta edici¨®n, la cantidad de tomates utilizados as cendi¨® a 60.000 kilos, 20.000 m¨¢s que en 1984. La fiesta cost¨® 700.000 pesetas, de las que el Ayuntamiento puso 275.000, y el resto, los clavarios (miembros de la sociedad privada organizadora). Entre 5.000 y 6.000 personas, en su mayor parte j¨®venes, participaron ayer en la Tomatina.A las siete de la ma?ana, y despu¨¦s de una noche de fiesta sin interrupci¨®n, se celebra un encierro con la peculiaridad de que se realiza con cabras y no con toros. Tras un breve descanso, a las nueve hay diana con tracas y truenos, y el vino empieza a correr para preparar el cuerpo antes de la batalla.

Una impresionante masa de gente en camiseta y pantal¨®n corto se va concentrando en la plaza. Las chicas prefieren por lo general el biquini bajo una camiseta para evitar exhibiciones inconvenientes, ya que en el fragor de la batalla numerosas camisetas se rasgan o desaparecen a consecuencia del tumulto.

Sobre las 11.15 hizo explosi¨®n la carcasa que da comienzo a la Tomatina, despu¨¦s de que hubiese sido reclamado el inicio a los gritos de "Tomates, tomates". Poco despu¨¦s, un cami¨®n entra cargado de tomates maduros por un extremo de la plaza. El cami¨®n inclina varias veces el volquete hasta llegar al centro de la plaza y vac¨ªa sobre el pavimento su carga, que es utilizada alegremente como munici¨®n por los congregados. Hasta tres camiones descargaron ayer en la plaza del pueblo de Bu?ol, y al final de la fiesta las personas y el suelo formaban una uniforme masa roja.

Las fachadas de las casas veci nas presentaban impactos de to mates hasta casi 15 metros de altura. Durante la batalla, un grupo de bomberos de la Tomatina arroja agua con mangueras sobre los contendientes para aliviarlos de los efectos del ¨¢cido del tomate sobre la piel.