Hacienda estudia sustituir las desgravaciones y deducciones fiscales por subvenciones directas para mejorar la gesti¨®n
El incesante crecimiento de los gastos fiscales (exenciones, bonificaciones y deducciones) y el dif¨ªcil control sobre los mismos ha despertado ciertas alarmas en la Administraci¨®n que ha emprendido la catalogaci¨®n, evaluaci¨®n y depuraci¨®n de toda clase de beneficios tributarios. Los gastos fiscales han experimentado un r¨¢pido crecimiento en los ¨²ltimos a?os, al pasar de 691.000 millones en 1983, y 810.000 millones en 1984, hasta casi un bill¨®n de pesetas en 1985.Los t¨¦cnicos de Hacienda que est¨¢n trabajando en esta materia consideran que la generalidad y ambig¨¹edad de muchas leyes permite efectuar importantes desgravaciones, cumplimentando aparentemente los requisitos formales, pero sin que se realicen los objetivos que la Administraci¨®n quiere impulsar.
En algunos tributos, el crecimiento de los gastos fiscales ha sido incesante hasta representar cerca del 50% de la recaudaci¨®n presupuestada. As¨ª, en 1984 los gastos fiscales del Impuesto sobre Sociedades, cuya reglamentaci¨®n permite multitud de exenciones, ascendieron a 158.600 millones de pesetas, lo que represent¨® el 49,5% de la recaudaci¨®n prevista, cifrada en 320.000 millones de pesetas. Otros tributos con importante carga de los gastos fiscales son el Impuesto General sobre el Tr¨¢fico de Empresa (ITE), en el que los gastos alcanzaron el 43,7% de la recaudaci¨®n, y los impuestos sobre el tr¨¢fico exterior, en los que significaron el 46,7%.
Distinto tratamiento
Las mismas fuentes consideran que no es l¨®gico dar el mismo trato fiscal a las inversiones en maquinaria de tecnolog¨ªa punta o a las ampliaciones de las empresas que crean empleo, que a las adquisiciones de veh¨ªculos que se matriculan a nombre de las sociedades, pero que en realidad son de uso privado.
En relaci¨®n con los autom¨®viles, se han iniciado investigaciones especiales de las compras de veh¨ªculos todo terreno. Las sospechas se refieren a que muchas de las adquisiciones que figuran a nombre de titulares de fincas r¨²sticas no siempre se destinan a actividades agr¨ªcolas.
En ciertos sectores del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda se considera cada vez m¨¢s racional el control y fomento de la inversi¨®n por la v¨ªa del gasto que por la v¨ªa del ingreso. Es decir, consideran preferible, por su mayor control, distribuir los recursos disponibles por la v¨ªa del gasto (subvenciones directas o inversiones p¨²blicas) que por la v¨ªa del ingreso (exenciones, desgravaciones y deducciones) que reducen las pagos de muchos impuestos.
Por otra parte, la Administraci¨®n estima necesario conocer qui¨¦n, cu¨¢nto y para qu¨¦ se beneficia de las ayudas canalizadas a trav¨¦s del sistema fiscal, para lograr una mayor racionalizaci¨®n de las opciones presupuestarias. En este sentido, la Memoria Tributaria de Hacienda de 1984 se?ala que Ias cifras convencionales de nuestros gastos presupuestarios (gastos directos) subestiman el esfuerzo p¨²blico de redistribuci¨®n por la simple raz¨®n de no incluir los menores ingresos que la concesi¨®n de beneficios tributarios comporta".
En relaci¨®n con las deducciones existe una seria preocupaci¨®n por el importante aumento registrado en los niveles de ingresos elevados del impuesto sobre la renta. La deducci¨®n media por contribuyente, en el ejercicio de 1983, ascendi¨® a 93.825 pesetas, lo que represent¨® un aumento del 12,6% sobre el ejercicio anterior.
Sin embargo, en el tramo de bases imponibles comprendidas entre los 25 y 30 millones de pesetas, las deducciones medias por contribuyente fueron de 1.740.357 pesetas, lo represent¨® un aumento del 33%, sobre 1982. Para las rentas superiores a 30 millones de pesetas, las deducciones medias fueron de 4.399.685 pesetas, con un incremento del 159% sobre el a?o anterior.
La reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas F¨ªsicas, que modificar¨¢ sustancialmente el sistema de deducciones, est¨¢ pendiente de los resultados de la investigaci¨®n y cuantificaci¨®n de los gastos fiscales. En el caso de este tributo, se estudia una tercera alternativa que propugna la reducci¨®n paralela y proporcional de deducciones y tarifas del impuesto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.