Molowny: "Los chicos tienen que sufrir en el marcaje"

El Madrid inicia ma?ana la Liga en el Benito Villamar¨ªn, ante el Betis, y ni siquiera Luis Molowny, su entrenador, conoce a ciencia cierta qu¨¦ equipo aparecer¨¢ sobre el c¨¦sped por el que Gordillo se ha paseado como ¨ªdolo durante los ¨²ltimos a?os. Molowny s¨ª tiene claro algo: "Quiero olvidar el primer tiempo contra el Bayern lo antes posible". Mientras aguarda a que llegue la amnesia, Molowny sigue preocupado porque no encuentra la regularidad de un bloque, pero confiado en la "categor¨ªa individual" de sus jugadores, y esperanzado en que "los chicos" se mentalicen: "Tienen que sufrir en los marcajes".

Luis Molowny, El Mangas, cuenta adem¨¢s de con su experiencia y trabajo, con una baza psicol¨®gica de primera magnitud, dado el car¨¢cter en ocasiones entre infantil y supersticioso de los futb¨®listas: casi todos los que componen la' plantilla blanca est¨¢n convencidos de que este canario ha nacido con estrella. Y eso, en f¨²tbol, cuenta a veces tanto como buscar y hallar un buen Sistema de juego o corregir posiciones sobre la marcha si el equipo anda a la deriva.Es decir, los chicos del Madrid intuyen que, en cualquier momento del partido, una mirada al banquillo y la comprobaci¨®n de que ah¨ª est¨¢ Molowny puede convertirse en el resorte necesario para que la calidad individual de cada uno de ellos explosione de repente. Como ante el Bayem.

Por si acaso, Molowny no se f¨ªa. Ni de la "evidente categor¨ªa t¨¦cnica de los jugadores de la plantilla, suficientemente con trastada", ni de esos rasgos de fortuna que parecen acompa?ar su trayectoria profesional. En el vestuario blanco, los jugadores responden con reciprocidad a los elogios individuales contrasta dos que de ellos realiza su t¨¦cnico. El car¨¢cter poco conflictivo de Molowny sirve para atempe rar tensiones q'ue nadie parece buscar este a?o, y su buena es trella tambi¨¦n es algo "contrastado" entre sus chicos. Molowny suele afirmar que s¨®lo cree en el trabajo, y en ello anda. Tiene que insistir en la mentalizaci¨®n de sacrificio en el marcaje, el pan nuestro de cada d¨ªa durante la pretemporada. "Debemos seguir haci¨¦ndolo, los chicos est¨¢n capacitados para ello, y lo han demostrado en algunas ocasiones en las que han sabido reaccionar y mejorar sus posiciones en el campo". Cuando se le pregunta al t¨¦cnico madridista si cree que sus jugadores parecen confiados en ganar s¨®lo jugando al f¨²tbol, sin destruir, Molowny vuelve a demostrar su diplomacia: "No es eso, ellos se dan cuenta, pero siempre no salen las cosas como uno desea. Es evidente que para jugar la pelota tienes que recibirla o quit¨¢rsela al contrario. As¨ª que hay que estar encima del rival para robarla".

La clave, pues, sigue estando en encontrar la f¨®rmula adecuada para que un equipo plagado de futbolistas capaces de desequilibrar con su calidad cualquier signo de cualquier partido, presionen tambi¨¦n a los rivales que llevan el bal¨®n. "Hay que fijar las posiciones, no descuidarse. ?Desobediencia? No, no se trata de eso, son las circunstancias. Cuando se juega mal se corre menos y se cansa uno m¨¢s".

Tambi¨¦n hay quien razona en la plantilla con capacidad de an¨¢lisis que este equipo inc¨®gnita capaz de pasar de la humillaci¨®n al ¨¦xtasis con apenas un intervalo de 15 minutos y cuyos miembros creen casi obsesivamente que marcando el primer gol el tema est¨¢ resuelto- necesita "pensar m¨¢s que correr".

En el primer tiempo contra el Bayern, punto de referencia obligado, es seguro que Molowny tiene raz¨®n en la falta de presi¨®n del centro del campo y de los puntas ante los contrarios, pero tambi¨¦n es probable que hasta el descanso no se pensara en la manera m¨¢s conveniente de ajustar con exactitud las piezas en el marcaje. Porque hubo jugadores que actuaron primero intentando tapar a los jugadores que entrasen por su zona, y, sin embargo, se cambiaron los marcajes en el segundo per¨ªodo a pesar de que Molowny insiste en que "se dijo lo mismo antes del partido. En el descanso s¨®lo se record¨®.

Por lo dem¨¢s, Molowny es consciente de que "hay muchas cosas que mejorar a¨²n". El Mangas le da vueltas al sistema id¨®neo para no dejar jugar al contrario; piensa en Chendo, San Jos¨¦ o Sanchis para apoyar en determinados partidos a su tr¨ªo centrocampista creador -Michel, Gallego y Gordillo-, y medita en la necesidad de colocar en el ¨¢rea, junto a Butrague?o -mejor jugador del Torneo Bernab¨¦u, Trofeo Corte Ingl¨¦s, por unanimidad- y Hugo S¨¢nchez, a alg¨²n rematador para hacer efectivos los centros de Gordillo. Maceda, lesionado ante el Bayern, era duda para el partido con el Betis.