Crece la 'agresividad apost¨®lica' del movimiento Comuni¨®n y Liberaci¨®n
"Comuni¨®n y Liberaci¨®n ha llegado a ser uno de los movimientos m¨¢s eficaces de la Iglesia". Esta afirmaci¨®n pertenece al texto de la homil¨ªa le¨ªda por el cardenal O'Connor, arzobispo de Nueva York, en la misa inaugural de la VI edici¨®n de la asamblea que cada verano organiza en R¨ªmini el Movimiento Popular italiano. R¨ªmini, es la Marbella del Adri¨¢tico, que acoge en estas semanas de agosto a casi un mill¨®n de veraneantes europeos y americanos. R¨ªmini es, pues, el mejor escaparate para esta demostraci¨®n de fuerza y agresividad apost¨®lica caracter¨ªstica de los cat¨®licos italianos llamados populares.
El Movimiento Popular no es un partido pol¨ªtico. Se dice, sin embargo, que es el brazo pol¨ªtico del movimiento Comuni¨®n y Liberaci¨®n (CL), cada d¨ªa m¨¢s potente en Italia. Los miembros del Movimiento Popular se forman en Comuni¨®n y Liberaci¨®n, aplican sus criterios de fe a las instituciones civiles y tratan de hacerse presentes en todos los ¨¢mbitos de la vida p¨²blica, especialmente en el plano pol¨ªtico. Jugando con las siglas CL, la prensa laica ha impuesto el nombre de Cellini para estos laicos cat¨®licos, mitad monjes, mitad cruzados, de la vida p¨²blica italiana.Roberto Formigoni, eurodiputado y responsable supremo del secretariado del Movimiento Popular, define la asamblea de R¨ªmini m¨¢s por lo que no es que por lo que concretamente pretende. No es un congreso de ponencias, debates y conclusiones. Tampoco es un mero espect¨¢culo o feria de atracciones. Utiliza las mesas redondas, las conferencias, las representaciones teatrales, los festivales musicales y las exposiciones para reunir a 30.000 j¨®venes de todos los rincones de Italia.
Para dar una idea del escenario hay que acudir a las cifras. La feria de muestras de R¨ªmini tiene 50.000 metros cuadrados, 8.000 metros de moqueta, 5 kil¨®metros de paneles, 200 focos de cuarzo, 8 salas con 500 y hasta 15.000 sillas bajo carpas gigantescas, un restaurante capaz de servir todos los d¨ªas, 15.000 comidas, 3 bares, 5 salas de exposiciones, oficinas de informaci¨®n, agencias de viajes, servicios de socorro, 3 librer¨ªas, etc¨¦tera. Todo preparado s¨®lo un mes antes por un ej¨¦rcito de 2.300 voluntarios: estudiantes, empleados, obreros y ense?antes que viven como monjes en comunidad durante los trabajos preparatorios. La asamblea abre sus puertas a las llueve de la ma?ana y no las cierra hasta bien entrada la madrugada.
Parsifal
La antropolog¨ªa cristiana, afirmada en el meeting 85, elige como s¨ªmbolo juvenil al h¨¦roe m¨ªtico medieval Parsifal. Se juega con su significado etimol¨®gico. El Parceval franc¨¦s de Chr¨¦tien de Troyes (siglo XII) y el Parsifal wagneriano. Los dos son tenidos en cuenta. Su nota com¨²n es la fidelidad a un ideal concreto que se busca en este mundo. El wagneriano es el loco de remate que sale de s¨ª mismo para el servicio de una causa trascendente en la que se e ncuentra a s¨ª mismo como hombre. El de Chr¨¦tien de Troyes es m¨¢s una voluntad a la vez firme e ingenua, guerrera, capaz de superar todas las dificultades sin perder el norte de su camino.El Papa en su mensaje se refer¨ªa a este modelo juvenil con estas palabras: "Queridos j¨®venes: quer¨¦is vivir la aventura de vuestra existencia sobre la tierra de forma constructiva, sin peligro de desfallecer. Cristo lleva dentro la vida del hombre, su relaci¨®n con el infinito; lleva la juventud que no puede desgastar el tiempo, lleva la capacidad de levantarse de todas las ca¨ªdas, la experiencia de la alegr¨ªa y de la pasi¨®n, de la pureza y de la tenacidad. La capacidad de amar a los hombres como hermanos y de luchar por la verdad y la justicia en una continua tensi¨®n hacia un mundo mejor".
Momentos estelares
El mi¨¦rcoles 28 por la tarde la asamblea vivi¨® dos momentos estelares. El m¨¢s emotivo fue la hora entera en que el fundador y presidente de Comuni¨®n y Liberaci¨®n, Luigi Giussani, mantuvo la atenci¨®n de los 35.000 j¨®venes asistentes. Su tema era Dios tiene necesidad de los hombres. Citando a Teilhard de Chardin, afirm¨®: "El peligro mayor para la humanidad es la enfermedad espiritual que consiste en la p¨¦rdida del gusto de vivir". Cit¨® a Graham Greene, a Rilke, a Nietzsche, a Moravia y a Dostoievski. Y terminaba su discurso con esta pregunta: "?Es la Iglesia la que ha abandonado a la humanidad o es la humanidad la que ha abandonado a la Iglesia? Probablemente las dos cosas".El otro momento estelar de la tarde del mi¨¦rcoles fue el del di¨¢logo p¨²blico de los dos ministros de Asuntos Exteriores de Italia y Alemania Federal, Andreotti y Dietrich Genscher. Ambos se mostraron de acuerdo sobre la necesidad de caminar hacia una unidad pol¨ªtica de Europa.
Genscher dijo que "cuando pronuncio esta palabra no s¨®lo pienso en Par¨ªs, Roma o Bonn. Mi pensamiento incluye tambi¨¦n Budapest y Praga, desde el Atl¨¢ntico hasta los Urales". No deja de ser significativo e importante para los cristianos populares que Andreotti iniciara su intervenci¨®n manifestando su emoci¨®n y agradecimiento, no s¨®lo por lo que ve¨ªa y viv¨ªa en aquel momento, sino por el "trabajo que d¨ªa a d¨ªa los grupos del Movimiento Popular llevan a cabo en favor de la sociedad italiana".
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