Cogida sin gravedad de Anto?ete en Almer¨ªa un d¨ªa despu¨¦s del drama
Antonio Chenel, Anto?ete, de 53 a?os, fue cogido ayer en la plaza de toros de Almer¨ªa por su primer toro un d¨ªa despu¨¦s de la muerte de Yiyo en Colmenar Viejo. Anto?ete, quien fue director de la lidia en la fatal corrida del viernes, hab¨ªa viajado durante la noche a Almer¨ªa conduciendo su propio coche y estaba visiblemente conmovido por la desaparici¨®n de Yiyo. No obstante, decidi¨® torear ayer, seg¨²n ¨¦l, "para dar el ejemplo". El cuerno del toro alcanz¨® a Anto?ete en la parte interior del muslo izquierdo, aunque la herida no fue excesivamente grave.
Silencio. El silencio previo a la corrida era la se?al de que Yiyo a¨²n lat¨ªa en Almer¨ªa. Anto?ete lleg¨® al hotel, para cerrar la feria taurina de Almer¨ªa, a las seis de la ma?ana de ayer, procedente de la tragedia de Colmenar Viejo. A las seis y media de la tarde de ayer y con el primer toro de la tarde, el propio Anto?ete recib¨ªa un pitonazo en la pierna izquierda al tercer muletazo en la plaza de toros de Almer¨ªa.Inmediatamente fue trasladado a la enfermer¨ªa, donde se di¨® a conocer un parte m¨¦dico que dice que Anto?ete sufri¨® "herida en el muslo izquierdo, que presenta un orificio de entrada de diez cent¨ªmetros, con dos trayectorias, una ascendente y otra, descendente. La herida diseca m¨²sculo vascular. Pron¨®stico reservado".
"Anto?ete ha sido operado con anestesia general, de cuyos efectos se est¨¢ recuperando, para ser internado, posteriormente en el hospital provincial de Almer¨ªa", afirm¨® ayer el jefe del equipo m¨¦dico de la plaza, Jos¨¦ Luis Angulo. Seg¨²n indic¨® despu¨¦s otro miembro del equipo m¨¦dico, si todo discurre normalmente Anto?ete se podr¨ªa recuperar dentro de unos 15 d¨ªas.Anto?ete lleg¨® a Almer¨ªa con las primeras luces del d¨ªa conduciendo su autom¨®vil Peugeot 505, matr¨ªcula de Madrid. Hasta pasadas las cuatro y media de la tarde ten¨ªa prohibido que le molestaran. No pidi¨® nada durante toda la ma?ana. El recepcionista del hotel inform¨® que ni sus dos hijos, Carlos y Luis, que le acompa?aron hasta Almer¨ªa, pod¨ªan hablar con ¨¦l.
"Se muere de verdad"
"Mi padre estuvo al lado de Yiyo, pero yo estaba con mi t¨ªo Paco en el callej¨®n de enfrente, no s¨¦ qu¨¦ decir, pero s¨ª que fue una tragedia muy grande". La frase corresponde a Carlos Chenel, 23 a?os, ojos vidriosos, hijo de Anto?ete. "Mi padre conduc¨ªa. No hemos hablado de nada. No nos dej¨® que le quit¨¢ramos el volante, tan solo nos paramos un par de, veces a tomar caf¨¦", manifest¨® Carlos. Con el veterano diestro madrile?o viajaron tambi¨¦n dos de los banderilleros de su cuadrilla, Manuel Montuliu y Mart¨ªn Recio.El ayuda del veterano torero, Jos¨¦ Mar¨ªa, Susoni, ten¨ªa orden ayer de despistar a los periodistas. Dec¨ªa que el maestro estaba en un pueblo de Almer¨ªa con unos amigos y que no volver¨ªa hasta momentos antes de la corrida.
Las cuadrillas permanec¨ªan en silencio y en ninguna conversaci¨®n surg¨ªa el tema de Colmenar Viejo. No se o¨ªa el menor comentario sobre la tragedia de Yiyo. Quiz¨¢ Carlos, el hijo de Anto?ete, en un momento de la conversaci¨®n con este corresponsal, vino a decir que la muerte se le vino encima nada m¨¢s que el toro atacara a Yiyo. El silencio era el mayor homenaje.
El ambiente distendido que ha venido rodeando el comienzo de otras corridas en Almer¨ªa, con toreros recibiendo a incondicionales seguidores o toreros en la piscina, gastando bromas -Ru¨ªz Miguel, el viernes, por ejemplo- se cambi¨® por los ojos ba?ados en sangre de todos los profesionales del toreo. Susoni dijo en tono de indignaci¨®n y con ganas de que todo el mundo lo escuchara, "en el toro se muere de verdad y ah¨ª no hay falsedad como en las pel¨ªculas del Oeste".
Susoni tambi¨¦n presenci¨® la muerte del matador Jos¨¦ Falc¨®n, en Barcelona; la del banderillero El Col?, en Madrid, y, hace un a?o, la de Paquirri. "S¨®lo he aprendido", dijo, "que aqu¨ª no hay falsedad sino mucha verdad y compa?erismo, pese a que haya toreros rivales. A la hora de la verdad, los toreros son humanos", concluy¨® el ayuda de Anto?ete.
A las seis de la tarde Anto?ete baj¨® de su habitaci¨®n y salud¨® a la cuadrilla y a varios amigos. "Si no lo hago yo, qui¨¦n lo va a hacer. Yo voy a torear para dar ejemplo", dijo Anto?ete. Seguidamente pregunt¨® a uno de sus banderilleros que si en la plaza hab¨ªa una capilla separada de la gente. Encendi¨® un cigarrillo rubio y tras medio minuto de silencio sepulcral volvi¨® a preguntar a este corresponsal cu¨¢ntos minutos se tardaba desde el hotel Ind¨¢lico a la plaza de toros de Almer¨ªa.
Anto?ete, que toreaba junto a los diestros murcianos Manuel Cascales y Pep¨ªn Jim¨¦nez, a las seis y media en punto saludaba a la presidencia. Despu¨¦s, en el centro de la plaza, mir¨® al cielo con un gesto serio y triste. La plaza se ven¨ªa abajo en aplausos y recuerdos para Yiyo. Anto?ete, al dar el tercer muletazo por bajo, recibi¨® un pitonazo en la pierna izquierda. El toro lo zarande¨® y lo tir¨® al suelo.
Mientras, en la plaza, Pep¨ªn Jim¨¦nez, el torero de Lorca, acab¨® con el toro Cerecito, de 437 kilos, de la ganader¨ªa de Santa Coloma. En el cuarto toro, Pelucho, subalterno de Cascales, sufri¨® luxaci¨®n de tobillo pero sin cornada, al ser arrollado por el toro. Por otro lado el novillero Rafael Jim¨¦nez, que tore¨® en la cuarta corrida de esta feria, el viernes, sufri¨® ayer la amputaci¨®n de dos dedos de la mano izquierda.
Antonio Chenel, el torero m¨¢s veterano del escalaf¨®n, tiene previsto retirarse definitivamente esta temporada, pese a las ofertas recibidas para que contin¨²e en activo. Su ¨²ltima corrida de toros est¨¢ ajustada para al plaza de Las Ventas, en Madrid, el 16 de septiembre, durante la llamada Feria de Oto?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.