El heredero de Bu?uel

, Llega hasta la Mostra veneciana el eco del triunfo de Regueiro en Montreal, festival canadiense de primera categor¨ªa y buena plataforma promocional de cara al mercado americano, tal y como ha podido comprobar Pedro Almod¨®var. Padre nuestro es una buena pel¨ªcula de un cineasta, Francisco Regueiro, que puede calificarse como el m¨¢s digno heredero de Bu?uel, director al que le unen ciertas coincidencias tem¨¢ticas pero, sobre todo, un humor hijo de un punto de vista parecido.

Padre nuestro es tambi¨¦n el primer ¨¦xito de taquilla -moderado pero real- logrado por Regueiro en su carrera, hasta ahora injustamente guadianesca. En el filme cuenta los ¨²ltimos d¨ªas de la vida de un cardenal -un formidable Fernando Rey- que abandona Roma para regresar a su pueblo. All¨ª encontrar¨¢ a su hermano ateo e impotente -un espl¨¦ndido Francisco Rabal- y a una hija nacida en su juventud -Victoria Abril, muy divertida- que ahora es prostituta de lujo.

El argumento es tan disparatado que s¨¦ dir¨ªa benaventino; digno del teatro de ideas. Pero una pel¨ªcula no es su argumento, sino lo que se destila de su escrito. Y ah¨ª lo que vemos es un mundo de apariencias y el deseo, por parte del f poder, de imponer su visi¨®n de las cosas. As¨ª, el cardenal no s¨®lo quiere falsificar su paternidad, sino que tambi¨¦n est¨¢ empe?ado en la elaboraci¨®n de vinos de misa cuya p¨ªa denominaci¨®n de origen es fruto de un enga?o.

Padre nuestro fue seleccionada para el ¨²ltimo Festival de Cannes pero qued¨® incluida en una secci¨®n no competitiva, marginaci¨®n que la perjudic¨® notablemente. La iron¨ªa o el sarcasmo, incluso cuando son evidentes, no siempre lo son para todos. Ahora el premio en Montreal pone las cosas en su sitio y demuestra que el cine espa?ol, si bien no es el mejor de Europa como proclama el triunfalismo, s¨ª atraviesa una euforia creadora.