Donaci¨®n de ojos

Me considero una persona afortunada al comprobar diariamente que todos los ¨®rganos de mi cuerpo responden tal como la naturaleza les encarg¨® que lo hicieran.No todas las personas tienen la misma suerte; por ello me he sentido obligado por mi conciencia a donar todos los ¨®rganos que sean necesarios para poder recuperar a otras personas cuando a m¨ª ya no me hagan falta.

De todas las funciones que nuestro cuerpo realiza hay una que me parece esencial (sin menospreciar las dem¨¢s): la vista. Soy de los que comparten la opini¨®n de que la vida no ser¨ªa nada sin poder ver todas las maravillas que nos rodean:

Despu¨¦s de un a?o de intentar donar los ojos todav¨ªa no he podido conseguirlo. Solamente despu¨¦s de la tercera carta dirigida al Banco de Ojos de Barcelona se dignaron contestarme que mi localidad cae fuera de su jurisdicci¨®n y que me dirigiera a Valencia.

Siguiendo estas indicaciones, llam¨¦ dos d¨ªas al departamento de donantes de Valencia y todav¨ªa nadie se ha dignado coger el tel¨¦fono. ?Para qu¨¦ sirve hacer tan grandes campa?as si luego no se atiende a los donantes?

?Hasta aqu¨ª ha llegado la incompetencia de algunos funcionarios espa?oles?

Estoy seguro de que si estos puestos fueran ocupados por nuestros invidentes (con ganas de integrarse como personas ¨²tiles a la sociedad), los tr¨¢mites no ser¨ªan tan complicados y los donantes ser¨ªan tratados de la manera que se merecen.

No obstante, desear¨ªa que, por el bien de todos, no hubiera muchos casos como el m¨ªo.-