Huston presenta su ¨²ltima pel¨ªcula cuando la Mostra entra en la recta final
Con la presencia de Ang¨¦lica Huston, hija de John Huston, director que present¨® su ¨²ltima pel¨ªcula, Prizzi's honor, y la de Dustin Hoffman, un actor que en ¨¦pocas menos gloriosas de su carrera hab¨ªa trabajado en Italia a las ¨®rdenes de Pietro Germi, la Mostra veneciana 1985 acaba como debe acabar un certamen de este tipo: con estrellas americanas acaparando titulares y recordando que fue Hollywood quien impuso el star-system y sigue detentando la f¨®rmula y el poder para dotar a los actores de esa personalidad suplementaria que les convierte en algo m¨¢s que buenos int¨¦rpretes.
Prizzi's honor, el ¨²ltimo filme de John Huston, es una comedia familiar situada en ambientes mafiosos Familiar lo es por varias razones: porque todas las historias de la Mafia incluyen alguna consideraci¨®n sobre el tipo de organizaci¨®n de esta peculiar sociedad criminal, porque el drama de los personajes cinta es que se ven obligados a confrontar el honor de la gran familia con el de la peque?a familia creado por cada cual, y porque en la pel¨ªcula aparece Huston, su hija y el compa?ero de ¨¦sta, Jack Nicholson, envueltos todos en la m¨²sica del tambi¨¦n veterano Alex North, y producidos por John Foreman.El problema real de la comedia es la imposibilidad de compartir el mismo oficio y la misma cama. Vamos, que no es conveniente que marido y mujer sean rivales en el terreno profesional y, mucho menos, cuando su especialidad es ser asesinos a sueldo. Si la complicidad en un crimen es algo que puede servir de buen cemento para unir parejas de ficci¨®n, la competencia es algo muy peligroso.
Por eso, Nicholson, en la pel¨ªcula, habla de la necesidad de que su mujer se retire, de que Kathleen Turner deje para ¨¦l la responsabilidad de traer dinero a casa. Ella no se aviene a sus demandas y la pel¨ªcula culmina en un enfrentamiento previsible.
Prizzi's honor es un excelente filme, pero es un filme menor. As¨ª es como est¨¢ planteado, como un divertimento en el que Huston se muestra muy seguro, con un arranque formidable que es un aut¨¦ntico modelo de libertad de esp¨ªritu, esa tranquilidad que permite intercalar en medio de una larga y suntuosa gr¨²a en retroceso los planos necesarios para presentar, de un solo trazo, a los h¨¦roes de la funci¨®n.
Polic¨ªas y mafiosos
La rapidez y mordacidad de las caricaturas es espl¨¦ndida y corresponde a alguien que ha vivido intensamente 80 a?os. Polic¨ªas y mafiosos forman parte de un gran engranaje regido por la l¨®gica de los beneficios. De vez en cuando el amor viene a poner un poco de arena en la bien engrasada m¨¢quina, pero unos cuantos d¨®lares y unos cad¨¢veres m¨¢s solucionan el problema.No hay aqu¨ª un loser, un aventurero encantador con el que el p¨²blico pueda identificarse. Todos son funcionarios de la muerte y el dinero, por mucho que el pintoresquismo italiano -los gangsters son grandes devoradores de espaguetis, fan¨¢ticos de la ¨®pera, tienen delirio de nuevo rico, etc¨¦tera- haga llevadera la negrura del retrato.
Quiz¨¢ el ¨²nico personaje que se salve de todo esto es el interpretado por Angelica Huston, aut¨¦ntica mantis religiosa, que instrumentaliza a todos para lograr recuperar el amante perdido. Pero el precio es demasiado alto como para poder aceptarlo desde una perspectiva puramente rom¨¢ntica.
Filme sovi¨¦tico
La segunda pel¨ªcula sovi¨¦tica a concurso ha venido a borrar el mal sabor de boca dejado por El tango de nuestra infancia. Conjunci¨®n de planetas es una pel¨ªcula interesante por varios conceptos, pero el que m¨¢s pesa es su car¨¢cter de obra extra?a, poco habitual, tem¨¢tica y formalmente fuera de toda rutina.Eso no significa que est¨¦ bien, pero s¨ª que posee la capacidad de atrapar al espectador en la red de un punto de vista distinto. Sus protagonistas son ciudadanos sovi¨¦ticos llamados a filas, a pesar de estar en la reserva, para participar en unas maniobras. Una muerte metaf¨®rica -es una guerra de fogueo- les permite vivir una semana de vacaciones. Y ah¨ª, en la manera de pintar ese para¨ªso vacacional, libre de obligaciones laborales, militares o matrimoniales, es donde est¨¢ lo mejor del filme. Una ciudad habitada s¨®lo por mujeres, una obsesi¨®n purificadora por el agua, el baile como ritual liberador y una marcada tendencia a sublimar todo lo que signifique retorno a la infancia -desde el pensamiento m¨¢gico hasta el reencuentro con los padres- confieren a la pel¨ªcula un raro atractivo.
Babelia
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