Pretoria intenta impedir a toda costa las sanciones de Estados Unidos
El viceministro de Asuntos Exteriores surafricano, Louis Nel, ha advertido que los pa¨ªses del ?frica austral sufrir¨¢n m¨¢s que la propia Sur¨¢frica si Washington decide ir adelante con las sanciones contra Pretoria. Nel realiz¨® as¨ª un intento de ¨²ltima hora para evitar la imposici¨®n de sanciones a ?frica del Sur por parte de la Administraci¨®n de Reagan.
La advertencia de Nel, hecha en el transcurso de una conferencia de Prensa celebrada ayer en Pretoria, pone de manifiesto la preocupaci¨®n del Gobierno surafricano ante la inminencia de la decisi¨®n del Congreso norteamericano sobre el tema de las sanciones econ¨®micas, cuesti¨®n que constituye una de las grandes decisiones que el Parlamente norteamericano tiene que discutir en las pr¨®ximas semanas.[El presidente norteamericano Ronald Reagan convoc¨® ayer a sus principales consejeros para examinar en profundidad" la pol¨ªtica de Washington hacia ?frica del Sur, seg¨²n informaron ayer fuentes de la Casa Blanca citadas por la agencia France Presse. Donald Reagan, el secretario general de la Casa Blanca, busca una salida al dilema del presidente, que se opone a las sanciones del Congreso contra Pretoria, seg¨²n inform¨® un alto funcionario de la Presidencia. El presidente norteamericano se arriesga a sufrir un rev¨¦s ante el Senado y la C¨¢mara de Representantes, eventualidad que parece probable].
"No se pueden imponer sanciones s¨®lo a Sur¨¢frica", declar¨® el viceministro Nel, porque estas medidas, en su opini¨®n, afectar¨ªan m¨¢s a todas las naciones del ?frica austral que a la propia ?frica del Sur. La declaraci¨®n del pol¨ªtico surafricano contiene una referencia clara a la evidente interdependencia de todas las econom¨ªas en el cono sur del continente negro.
En la actualidad, m¨¢s de 300.000 trabajadores procedentes de los pa¨ªse lim¨ªtrofes de Sur¨¢frica trabajan en las minas surafricanas y el censo de los emigrantes ilegales en este pa¨ªs asciende aproximadamente a 1.200.000. Pretoria ha indicado que si se adoptaran sanciones econ¨®micas, una de las medidas de represalia a su alcance ser¨ªa la expulsi¨®n de esos trabajadores e inmigrantes. Tal medida podr¨ªa tener -efectos catastr¨®ficos en algunos de esos pa¨ªses, que padecen una aguda crisis econ¨®mica.
Por ejemplo, en Lesotho, un peque?o Estado independiente rodeado por todas las partes por Sur¨¢frica, los env¨ªos de divisas anuales de los trabajadores de este pa¨ªs que prestan servicios en las minas surafricanas equivalen al total de su Producto Interior Bruto. Otros, pa¨ªses susceptibles de sufrir los efectos de una expulsi¨®n de sus s¨²bditos ser¨ªan Mozambique, -cuya econom¨ªa est¨¢ destrozada por los efectos de una devastadora guerra de guerrillas dirigida por el Renamo (Resistencia Nacional Mozambique?a)-, Swazilandia y Botswana.
Seg¨²n Nel, Estados Unidos puede desencadenar, con la imposici¨®n de sanciones econ¨®micas, "una cadena de acontecimientos que luego ser¨ªa incapaz de controlar". Preguntado por los periodistas por qu¨¦ ninguno de esos pa¨ªses hab¨ªa expresado p¨²blicamente su oposici¨®n a la imposici¨®n de sanciones, Nel manifest¨® que todos ellos hab¨ªan hecho llegar en privado sus temores al Gobierno de Pretoria, aunque no lo hayan hecho en p¨²blico por presiones de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA)".
Nel a?adi¨® que una posible, imposici¨®n de sanciones por parte de Estados Unidos producir¨ªa un efecto contrario al que pretenden sus patrocinadores, ya que estas medidas s¨®lo servir¨ªan para retrasar el proceso de negociaci¨®n en Sur¨¢frica, al caldear la temperatura pol¨ªtica y polarizar a¨²n m¨¢s las divisiones.
Entre tanto, la ola de violencia anti-racial continu¨® ayer centrada en la pen¨ªnsula de El Cabo, donde por primera vez se registraron incidentes en un barrio blanco, Kraaifontein, cuando un grupo de unos 100 j¨®venes mestizos atac¨® con piedras y bombas de gasolina las casas de sus habltantes. El ataque fue repefido por los propios blancos con rev¨®lveres y escopetas de caza antes de la llegada de la polic¨ªa. La tenencia de armas por parte de la poblaci¨®n blanca constituye algo habitual en este pa¨ªs, donde todav¨ªa existe un verdadero "esp¨ªritu de frontera", heredero de la gran marcha de los Boers en el siglo pasado desde la provincia de El Cabo hacia el interior.
Aparece muerto un muchacho
Es precisamente esa provincia, una de las cuatro en la que est¨¢ dividida la Rep¨²blica de Sur¨¢frica, la que ha protagonizado en los ¨²ltimos d¨ªas los incidentes raciales que desde hace una a?o jalonan, como incendios de verano, la geograf¨ªa surafricana. Seg¨²n informaciones de la polic¨ªa, 32 personas han resultado muertas en los diversos incidentes en la ¨²ltima semana. El drama de esta violencia qued¨® patente ayer con la aparici¨®n, en un dep¨®sito de cad¨¢veres, del cuerpo de un joven negro de 15 a?os. El muchacho estudiaba segunda ense?anza en una escuela del suburbio de Mitchells Plains, situado en las afueras de Ciudad del Cabo, un proyecto urban¨ªstico considerado mod¨¦lico por el Gobierno.El joven en cuesti¨®n, Elton Thomson desapareci¨® de su domicilio el pasado viernes. Alarmado ante su ausencia por la noche, su -madre llam¨® a la polic¨ªa para dar cuenta de la desaparici¨®n. Est¨¢ detenido y comparecer¨¢ ma?ana ante el juez, fue la contestaci¨®n que recibi¨® la angustiada madre. Elton no pudo comparecer ante el juez porque estaba muerto. Su cad¨¢ver fue encontrado ayer en una funeraria con varias heridas de bala.
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