El caso del libro sobre el 'caso Catalana'
Ha sido necesaria una larga batalla para que Francesc Baiges, Enric Gonz¨¢lez y Jaume Reixac consiguieran publicar su obra
A. M.Durante un largo a?o los tres autores se las han visto y deseado frente a letrados especializados y ante dict¨¢menes ad hoc que se suced¨ªan unos a otros, en una espiral que parec¨ªa no tener fin y en la que llegaron a pensar que ellos se hab¨ªan convertido en unos procesados en relaci¨®n a Banca Catalana. Los juristas interpuestos por la editorial les exig¨ªan todo tipo de pruebas, desde documentos originales hasta reconocimientos por escrito de las declaraciones recogidas en su trabajo. En este proceso, la defensa que tuvieron de realizar de su texto fue p¨¢rrafo a p¨¢rrafo, adjetivo por adjetivo, lo que acab¨® siendo un trabajo infinitamente m¨¢s arduo que la misma tarea inicial de recabar la informaci¨®n para el libro, en un tema en que el hermetismo era la actitud generalizada.
Al final, aunque algo recortada por precauci¨®n, pero muy poco, ya que su investigaci¨®n hab¨ªa sido hecha con tantas garant¨ªas que los abogados de la editorial tuvieron que aceptar la incontestabilidad del texto, aparece a la luz una obra que aporta importantes claves, tanto de la historia industrial y econ¨®mica de Catalu?a de los ¨²ltimos 20 a?os, como de la propia Banca Catalana. Muchas de las cuestiones que suscitaron fuertes debates y que los abogados inicialmente presentaron como impublicables por temor a imparables querellas, han acabado public¨¢ndose ¨ªntegras, a la vista de las pruebas que los autores han logrado reunir. Pese a ello, la opini¨®n p¨²blica continuar¨¢ sin ver la luz sobre algunas de las cuestiones clave para interpretar la crisis de Banca Catalana. A pesar del tiempo transcurrido y despu¨¦s de todo lo dicho y escrito, todav¨ªa quedan puntos esenciales por aclarar, y del Ebro emerge una pregunta: ?Qu¨¦ hizo concretamente Jordi Pujol con sus acciones de Catalana? ?Las vendi¨® por su valor -600 millones, seg¨²n un documento que citaban los autores- o las regal¨® a la Fundaci¨®n Catalana, como afirm¨® Francesc Cabana, su cu?ado y ex vicepresidente de la entidad?.
De texto a texto
El tema de esas acciones fue, por ejemplo, un verdadero caballo de batalla en las discusiones entre periodistas y juristas. Y un aspecto que siempre acababa posponiendose para la sesi¨®n siguiente.
Sobre este dato fundamental, en el texto original los autores hac¨ªan referencia a un documento en el que "se cita la escritura efectuada ante el notario Roca Sastre el 15 de noviembre de 1977, cinco meses despu¨¦s de las primeras elecciones democr¨¢ticas, en la que se certificaba la venta de Jordi Pujol a Antoni Forrellad, actuando el primero a t¨ªtulo individual y el segundo en nombre de la Fundaci¨®n Catalana, de 100.000 acciones de la serie B de Banca Catalana. Estas acciones ser¨ªan las comprendidas entre los n¨²meros 1.501 y 10.500, del 19.350 al 00.349 y del 124.001 al 174.000. El valor nominal era de 100 millones de pesetas y se habr¨ªan revalorizado al 600 por cien, por lo cual Forrellad pagar¨ªa por ellas 600 millones. El primer pago se har¨ªa efectivo en el acto mediante el tal¨®n n¨²mero AK0074-124, de 100 millones, contra la cuenta corriente 04204 de Banca Catalana. Diez plazos semestrales posteriores, de 50 millones cada uno, deb¨ªan completar el importe total de la operaci¨®n. Esta segunda fase se cumplimentar¨ªa con las letras de la serie 43A270432 a 43A270442 avaladas por Banca Catalana las cuatro primeras (aval 1608), Banco Industrial de Catalunya las tres siguientes (aval 3678), y Banco Industrial del Mediterr¨¢neo las tres ¨²ltimas (aval 2.750). Por fin, con fecha 17 de noviembre, siete a?os justos antes de que aprobase la operaci¨®n acorde¨®n, el notario Lluis Maria Vallet Mas fue requerido en su despacho del n¨²mero 42 del Paseo de Gracia, seg¨²n dicho texto, para legalizar las firmas de la operaci¨®n, lo cual es pr¨¢ctica com¨²n cuando quiere darse validez a un documento en una demarcaci¨®n distinta a aquella en que act¨²a un notario determinado".
Frente a las resistencias y para poder salvar algo del naufragio, en el libro toda esta descripci¨®n queda reducida a "incluso circul¨® en medios restringidos la fotocopia de un presunto documento notarial, seg¨²n el cual Jordi Pujol hab¨ªa vendido sus acciones a la a¨²n nonata Fundaci¨®n Catalana, regida por hombres pr¨®ximos a ¨¦l y que controlan sus documentos, a trav¨¦s de Antoni Forrelad, por un total de 600 millones de pesetas".
La otra versi¨®n del tema, recogida tambi¨¦n como tal en el libro y convertida en oficial de la defensa por Francesc Cabana, presidente de la Fundaci¨®n y tambi¨¦n querellado, es que Jordi Pujol cedi¨® de forma pr¨¢cticamente gratuita sus acciones dos a?os antes de la crisis. Por otra parte, los periodistas que han investigado el caso recogen que, curiosamente, en la declaraci¨®n de bienes hecha al Parlament de Catalunya, en la primavera de 1980, Jordi Pujol consign¨® poseer acciones por valor de 600 millones de pesetas. Y, por otro lado, indican que bajo los designios del Banco de Vizcaya, actual propietario de Catalana, ya no quedan en este banco acciones de Jordi Pujol.
Con objeto de esclarecer estas aparentes contradicciones, los autores recabaron insistentemente una entrevista con Pujol para abordar concretamente el tema. La entrevista no se produjo jam¨¢s. Tampoco aparecieron nunca unos documentos que Cabana les hab¨ªa ofrecido en varias ocasiones para probar que Pujol hizo una entrega gratuita de sus acciones y no una venta a la Fundaci¨®n Catalana. Por efectuar estas y otras consideraciones, los periodistas debieron encajar las advertencias del abogado de Pujol, Piqu¨¦ Vidal, quien tras negar la existencia del documento, les adelant¨® que no tendr¨ªa ning¨²n inconveniente en interponerles 200 querellas en un s¨®lo d¨ªa si fuera necesario.
Datos solventes
El tratamiento de este tema ilustra el valor de la investigaci¨®n y la complejidad de la tarea de recabar datos solventes sobre el affaire. En este sentido, el libro de Baiges, Gonz¨¢lez y Rexach supone la primera aportaci¨®n ordenada y sustancial de hechos, nombres y fechas sobre la crisis de Banca Catalana que llega a la opini¨®n p¨²blica sin proceder de sectores pr¨®ximos al actual presidente de la Generalitat, ya que, por ejemplo, hasta este momento no ha trascendido nada de lo obtenido por los fiscales del caso en sus investigaciones.
Las cosas tampoco han sido f¨¢ciles para los periodistas desde otros puntos de vista. A partir del momento en que empezaron a rastrillar sobre el agujero de Catalana, algunas cosas se les complicaron. Uno de ellos se enter¨® de que un individuo estaba rastrillando a su vez, sistem¨¢ticamente, sobre su persona y actividades, y los tres empezaron a detectar un ambiente cargado alrededor suyo. Pero a pesar de ello no abandonaron. Por eso al final, rompiendo la sensaci¨®n de sentirse procesados, han logrado poner el libro en la calle con la mayor parte de sus datos esenciales.
Del texto original tampoco han llegado al definitivo algunos datos que ilustraban el estilo del funcionamiento interior de la entidad. P¨¢rrafos como el de que "la confianza daba como resultado el que, por ejemplo, alg¨²n empleado guarde en su casa boletos contables firmados en blanco, o que determinados empleados del Banco Industrial de Catalu?a contasen con certificados de dep¨®sito millonarios a su nombre con los que poco ten¨ªan que ver, y con las consiguientes ventajas fiscales para los an¨®nimos clientes" Tampoco pas¨¦ la censura una alusi¨®n sobre la posguerra y el padre del actual presidente de la Generalitat -"Florenci Pujol practicaba el contrabando de divisas de forma p¨²blica y notoria, y pocas personas lo ignoraban en el mundillo econ¨®mico barcelon¨¦s"-, a¨²n siendo algo muy conocido y completamente digerido, por las circunstancias en que eso ocurr¨ªa, por la sociedad catalana.
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