Pegapases para el futuro
Lo que le falta al toreo, para hundirlo de nuevo en la monoton¨ªa, es que aumente la n¨®mina de pegapases. La novillada de ayer fue un preocupante indicio de que los taurinos profesionales est¨¢n creando pegapases para el futuro. Rafael Camino ya es pegapases consumado, Carmelo se le acerca y al mismo Joselito se le apreciaron alarmantes s¨ªntomas de contagio cuando pretend¨ªa moler el cuarto novillo a derechazos. Los tres tienen m¨¢s oficio que cuando empezaban, es obvio, pero aunque parezca un contrasentido, toreaban mejor entonces, en el principio de su irrupci¨®n en este ca¨®tico mundillo taurino que amalgama frustraciones, triunfos, gloria y tragedia con absoluta arbitrariedad.
El horizonte de los torerillos que empiezan es una luminaria de fama y riqueza, y sue?an alcanzarlo abri¨¦ndose un rom¨¢ntico sendero jalonado por su creaci¨®n art¨ªstica. El dominio sobre la fiera, la lidia cabalmente llevada, el amplio repertorio de suertes, configuran el sendero, pero es horizonte tambi¨¦n, objetivo en s¨ª mismo, y les bulle con ansiedad febril en las duermevelas v¨ªsperas de corrida.
Plaza de Las Ventas
15 de septiembre. Segundo festejo de la Feria de Oto?o.Tres novillos de Murube; primero, sobrero de La Ermita; segundo y tercero de Dom¨ªnguez Camacho, deslucidos. Joselito: pinchazo y estocada corta (ovaci¨®n y salida al tercio); estocada ladeada y descabello (silencio). Rafael Camino: estocada ca¨ªda atravesada (algunas palmas); tres pinchazos, otro hondo -aviso- y tres descabellos (algunos pitos). Carmelo: bajonazo y tres descabellos (ovaci¨®n y salida al tercio); estocada corta muy tendida y ca¨ªda, pinchazo hondo tendido y dos descabellos (palmas).
No hace mucho, los novilleros mejoraban su toreo a medida que se iban placeando. Ahora a la torer¨ªa le rodea una cohorte de zafiedad, muchas veces ignorante de la propia naturaleza de la fiesta, cuya influencia es total sobre los principiantes, y pretendiendo que imparte ciencia, les aboca a la mediocridad. Hemos o¨ªdo aconsejar: "T¨² a lo tuyo, y d¨¦jate de tonter¨ªas. T¨² a dar 30 pases por la derecha, otros 30 por la izquierda; que la plaza se ponga as¨ª, y a salir con estas en la mano". La plaza as¨ª es boca abajo; estas, las orejas, y, naturalmente, la pintoresca teor¨ªa genera un pegapases m¨¢s, del mont¨®n, por muchas de estas que le caigan en las manos.
Rafael Camino, que tiene Valor e intuici¨®n para el toreo, pero que ha debido asimilar la teor¨ªa con fe de catec¨²meno, estaba empe?ado ayer en colocar a sus deslucidos novillos los 30 pases por la izquierda m¨¢s 30 por la derecha (total: 60), en tanto aburr¨ªa al personal.
Por el mismo prop¨®sito de pegar pases caiga quien caiga, el valiente Carmelo dej¨® que su primer novillo le llevara a los terrenos que quer¨ªa, en lugar de someterle, y hasta sufri¨® un volteret¨®n. Y al sexto ni pases siquiera le dio, pues el manso animal, detractor de la lidia, optaba por la absorta contemplaci¨®n de Susanita mujer objeto, que venteaba su encencida melena en la abigarrada grisura del tendido. El novillo pasaba por delante de Carmelo sin hacer caso de la muleta, y si pasaba era porque Susanita mujer objeto estaba para all¨¢; que si llega a estar para ac¨¢, el manso detractor de la lidia se hubiera llevado por delante a Carmelo y a un tren de mercanc¨ªas que le pusieran en su camino.
El contagio pegapasista atac¨® a Joselito en el cuarto, de catadura mulo, no apto para admitir los mil derechazos que intent¨®. Dol¨ªa m¨¢s este contagio despu¨¦s de haber visto la torer¨ªa de Joselito en su primero; una torer¨ªa arraigada en lo profundo, que se manifestaba en su sentido lidiador, en la guapeza con que ganaba la cara al prender banderillas, en el sereno valor para encelar la reservona embestida y vaciarla ce?ido y, principalmente, en aquellos ayudados por bajo y aquellas trincherillas soberbias con que inici¨® la faena de muleta. Joselito no est¨¢ llamado a ser un pegapases del futuro; est¨¢ llamado a ser torero, lo es ahora, y ah¨ª va por donde debe ir.
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