Cargos con el carn¨¦ del PSOE
Leo en EL PA?S de fecha 11 de los corrientes una noticia relativa al cese del director del establecimiento penitenciario de Castell¨®n, cese que ¨¦l atribuye, en unas manifestaciones a una emisora de radio, a no tener carn¨¦ del PSOE. En relaci¨®n con el caso, deseo hacer las siguientes puntualizaciones, sin que suponga pol¨¦mica alguna, lo que p¨²blicamente no hago nunca con quienes est¨¢n a mis ¨®rdenes.1. Jam¨¢s en esta Direcci¨®n General se ha exigido a nadie estar en posesi¨®n de carn¨¦ alguno. Existe la suficiente sensibilidad democr¨¢tica y respeto a la Constituci¨®n para no hacer discriminaciones en este sentido.
2. Que esto es cierto lo demuestra el hecho de que el indicado funcionario fue nombrado por m¨ª, director. Es obvio que si no tiene carn¨¦ ahora, no lo ten¨ªa entonces Seg¨²n su tesis, si alguien cesa en el cargo por no disfrutar de un carn¨¦, l¨®gico ser¨ªa exig¨ªrselo al ser nombrado, lo que derrumba su pobre planteamiento.
3. Ante afirmaciones como la que comento y otras semejantes que en situaciones parecidas se formulan, una cosa ha de quedar muy clara una vez m¨¢s. Los ceses en puestos de responsabilidad -todos ellos de libre designaci¨®n- se producen o bien porque alg¨²n acontecimiento extraordinario as¨ª lo exige o bien por p¨¦rdida de la confianza depositada, al no coincidir la orientaci¨®n de la direcci¨®n con la l¨ªnea marcada por la Administraci¨®n.
4. Quien recibe el honor y el encargo de la direcci¨®n de un establecimiento penitenciario ostenta -por imperativo legal- la representaci¨®n en ese lugar del poder p¨²blico. La aceptaci¨®n del cargo supone una relaci¨®n de confianza que ha de ser rec¨ªproca, y cuando ¨¦sta quiebra -por las razones que sean-, lo l¨®gico es el relevo de quien en todo momento ha de responder a la que en ¨¦l se ha depositado.
5. Si alguien no se siente a gusto con la pol¨ªtica penitenciaria que se sigue -irrenunciable por lo dem¨¢s-, no ha de esperar a que se produzca un relevo, decisi¨®n que nunca es agradable, sino que ha de ponerse el cargo a disposici¨®n del director general. Es lo l¨®gico, lo razonable y lo emprensible.
6. El cese no ha de suponer dem¨¦rito alguno para la persona, que, como todas, merece el mayor de los respetos, y seguro estoy de que el se?or ex director cumplir¨¢ en lo sucesivo como funcionario perfectamente su labor diaria, cualquiera que sea su forma de pensar y cualquiera que sea el carn¨¦ de que disfruta, si es que lo disfruta, lo que es de su incumbencia y nada me interesa. A nadie juzga por su forma de pensar. As¨ª se ha venido haciendo y as¨ª se seguir: haciendo en el futuro.- Director genera de Instituciones Penitenciarias.
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