La chapuza nacional espa?ola

En la noche del ¨²ltimo estallido de bombas en Madrid, en el que estuvieron a punto de perder la vida 25 guardias civiles, la polic¨ªa espa?ola pudo exhibir un ¨¦xito: un norteamericano detenido en pantalones cortos de deporte, que incluso fue mostrado en televisi¨®n. Pasaba cerca de all¨ª cuando estallaron las bombas. Su culpa radicaba en que no llevaba consigo ning¨²n documento de identidad, lo que en Espa?a no es obligatorio. ( ... )Los polic¨ªas espa?oles no son de envidiar; son el objetivo preferido de los terroristas vascos, y los vascos act¨²an con extraordinaria brutalidad contra los portadores de uniformes policiales. La polic¨ªa espa?ola tuvo grandes dificultades durante el tr¨¢nsito de la dictadura a la democracia. Despu¨¦s de las desagradables consecuencias que las torturas corporales pueden tener (usuales en la ¨¦poca de Franco para conocer la verdad), han disminuido, al menos para los detenidos pol¨ªticos, pero los resultados de las acciones policiacas son objeto de numerosas quejas.

Pero para la polic¨ªa puede valer la disculpa de que con el paso de un sistema autoritario, en el que a los representantes del poder del Estado les estaba permitido todo, a una democracia, con sus controles, todo se hace m¨¢s dif¨ªcil. Tambi¨¦n para otras profesiones, como empresarios, farmac¨¦uticos, militares y pol¨ªticos, las cosas no van mejor. Que Espa?a funcione fue un eslogan electoral del PSOE en las elecciones. Tres a?os despu¨¦s de ganarlas con mayor¨ªa deben declarar, si son sinceros, que Espa?a funciona todav¨ªa mal. ( ... ) Lo decisivo es que las expectativas que despert¨® la victoria electoral de 1982 y las esperanzas de muchos espa?oles en un Gobierno joven con tan buenas intenciones son ahora apenas perceptibles. La causa de ello deben buscarla los gobernantes en s¨ª mismos. No ayuda mucho el se?alar que la incompetencia, el ego¨ªsmo, la corrupci¨®n y la injusticia social ser¨ªan mucho m¨¢s grandes si gobernase el conservador Fraga. ( ... ) El hecho de que todos lo har¨ªan peor puede constituir una garant¨ªa para las elecciones, pero no para reformar un pa¨ªs, tal y como se prometi¨® en v¨ªsperas de las elecciones, para terminar con la chapuza nacional.

Algo m¨¢s de estilo ser¨ªa deseable para los nuevos socialistas. Puede ser inofensivo que la esposa de un dirigente socialista sea elegida Lady Espa?a en Marbella, plaza de arist¨®cratas, negociantes y de ¨¢rabes traficantes de armas. Pero cuando la misma se?ora declara: "Nosotros, los socialistas, tenemos derecho a comer bien y a vestir con elegancia", pueden sentirse ofendidos los tres millones de parados y otros electores socialistas. (...)

, 16 de septiembre