Un ej¨¦rcito peculiar
Para entender el perfil de las fuerzas armadas de Per¨² no debe olvidarse que, a partir de la revoluci¨®n nacionalista de 1968-1975 encabezada por el general Juan Velasco Alvarado, los militares peruanos demostraron ciertos rasgos excepcionales. Los mismos que, en taquigraf¨ªa period¨ªstica, sirvieron para caracterizarlos como militares de izquierda o de centroizquierda.
No es extra?o, por tanto, que bajo el carisma de Alan Garc¨ªa se est¨¦ borrando una vieja historia de odios entre el APRA y las fuerzas armadas; que asomen de nuevo viejas figuras castrenses que figuraron en el Gobierno de Velasco, y que muchos militares en actividad se sientan interpretados por ese nacionalismo democr¨¢tico y popular con que se autodefine el Gobierno.
De hecho, un intelectual castrense tan conocido como el general retirado Edgardo Mercado Jarr¨ªn -principal ide¨®logo del golpe militar de 1968- aparece apoyando ostensiblemente al actual Gobierno de Alan Garc¨ªa.
?Significa esto que el horizonte est¨¢ limpio y que todo promete ser un paseo c¨ªvico-militar? Hay al menos dos factores que hacen imprevisible el desarrollo de esta relaci¨®n: la importancia desestabilizadora de la guerrilla Sendero Luminoso, en el aspecto militar, o el peligro que conlleva la depuraci¨®n en marcha de las fuerzas policiales.
Sobre este ¨²ltimo punto basta pensar en los estropicios que pueden hacer los altos oficiales cesados tras su retorno a la vida civil: desempleados, expertos en el uso de armas y con un conocimiento profundo de los grupos marginales, cualquier soci¨®logo aficionado adivina que pueden verse tentados a desarrollar iniciativas poco recomendables para el pa¨ªs.
Es una bomba de tiempo que probablemente el presidente Garc¨ªa s¨®lo podr¨¢ desactivarse mediante una acertada designaci¨®n de los nuevos mandos de la polic¨ªa peruana y contando con un s¨®lido respaldo militar.
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