M¨¢s de 400.000 menores trabajan ilegalmente en Espa?a, ante la desidia de la Administraci¨®n
No existen estad¨ªsticas fiables. Pero los expertos aseguran que el n¨²mero de ni?os que trabajan en nuestro pa¨ªs roza el medio mill¨®n. En esta cifra se incluye a los menores contrados por empresarios que pretenden una reduci¨®n de costes con mano de obra barata, y a aquellos otros que "echan una mano" en el negocio familiar. Unos y otros carecen de cualquier derecho laboral reconocido. La Administraci¨®n se muestra incapaz de controlar la explotaci¨®n del menor y los organismos internacionales s¨®lo ofrecen planes alternativos, en los que no siempre se contempla que el ni?o no forme parte de la poblaci¨®n trabajadora. Son trabajos marginales, mal pagados y que cuentan en muchos casos con la complicidad de los padres.
La imagen del ni?o del siglo XIX, en plena revoluci¨®n industrial, reptando bajo las m¨¢quinas textiles ya no resulta tan cotidiana, pero, todav¨ªa, miles de ni?os realizan tareas propias de adultos. Nadie quiere dar una cifra concreta, aunque en un seminario sobre marginaci¨®n infantil en Europa que se celebr¨® el pasado abril en Zaragoza, los ponentes coincidieron en que en Espa?a hay m¨¢s de 400.000 ni?os que trabajan.Los expertos aseguran que se trata de un c¨¢lculo muy aproximado, aunque Jaime Garicano, subdirector general de Inspecci¨®n de Empleo, rebaja considerablemente este n¨²mero: "La cifra de 400.000 ni?os me parece excesiva, y, aunque no puedo ofrecer una estimaci¨®n para contrarrestarla, s¨ª que puedo afirmar, por la labor diaria que realizamos, que es una exageraci¨®n. Nuestros inspectores (468 repartidos por toda Espa?a) tienen una media mensual de 70 actas de infracci¨®n, y desde luego, en ellas no se detecta un n¨²mero tan elevado de menores que est¨¦n siendo explotados".
Pero el propio Garicano reconoce que no existe por parte del Gobierno ning¨²n plan concreto contra el trabajo del menor. Y a?ade que "el aumento de los recursos (el ministerio tiene previsto aumento el n¨²mero de inspectores en 360) no puede considerarse como un plan espec¨ªfico para acabar con este problema".
Escasos resultados
Aunque hubiese un plan de acci¨®n concieto, los resultados ser¨ªan muy limitados. El subdirector general de Empleo pone el ejemplo de las empleadas del hogar, donde el 45% del mill¨®n de empleadas que puede haber en Espa?a aseguran haber comenzado a trabajar antes de los 16 a?os. "Pero", dice Garicano, "la Inspecci¨®n de Empleo s¨®lo pu?de actuar mediante denuncia, y sin ella no podemos entrar en las casas, ya que tenemos que tener en cuenta el derecho a la intimidad. Y los casos denunciados son rn¨ªnimos". En muchas ocasiones suele haber, adem¨¢s, una clara complicidad entre los padres del menor explotado y la persona para la que trabajan que dificulta la inspecci¨®n.El campo y la hosteler¨ªa son los dos sectores donde trabaja un mayor n¨²mero de ni?os. Y el verano es la ¨¦poca en la que se registra el ¨ªndice m¨¢s alto de explotaci¨®n infantil, debido a que es la temporada de mayor afluencia del turismo y de las recolecciones agr¨ªcolas. Tambi¨¦n favorece el hecho de que la explotaci¨®n del menor sea m¨¢s t¨ªpica en negocios familiares, pues en los meses de verano los ni?os est¨¢n de vacaciones. Otros trabajos habituales del menor son de car¨¢cter marginal como el de limpiacoches o vendedor ambulante. Casos m¨¢s dram¨¢ticos -y que, adem¨¢s, van en aumento- son los de la prostituci¨®n infantil y la mendicidad.
La legislaci¨®n espa?ola no tiene una respuesta clara a este problema, a pesar de que forma parte de los pocos pa¨ªses miembros de la OIT que firmaron un acuerdo donde se establec¨ªa una edad m¨ªnima para trabajar. En Espa?a, un joven puede ser contratado a partir de los 16 a?os, aunque tienen prohibido en teor¨ªa realizar horas extraordinarias o nocturnas. La escasa legislaci¨®n que hay sobre el tema est¨¢ tan anticuada que en 1978 una comisi¨®n del Senado la calific¨® de "anacr¨®nica y paternalista".
El Estatuto de los Trabajadores tampoco sirve como instrumento para solucionar la explotaci¨®n de menores. Seg¨²n Jaime Garicano, no es una ley que pueda aplicarse al trabajo del menor, ya que no contempla las irregularidades en las relaciones familiares, que son el ¨¢mbito donde suelen trabajar los ni?os.
El Ministerio de Trabajo se limita a sancionar las irregularidades que, encuentra en este aspecto. Casi siempre se trata, adem¨¢s, de empresas muy peque?as (como m¨¢ximo de cinco empleados) que suman a ¨¦sta otro tipo de irregularidades. La eficacia de la Administraci¨®n es muy dudosa y se basa, casi exclusivamente en una sanci¨®n econ¨®mica que el empresario tratar¨¢ de no pagar. Durante 1984 Trabajo levant¨® 488 actas por haber detectado la existencia de ni?os menores de 16 a?os. El montante de lo cobrado ascendi¨® a 22 millones de pesetas, lo que da una media de 45.000 pesetas de sanci¨®n por menor trabajando. Jaime Garicano conf¨ªa en que este a?o se resuelvan m¨¢s casos de este tipo.
Tanto las organizaciones internacionales como las autoridades locales tratan de eludir la responsabilidad de los Gobiernos a la hora de buscar culpables de esta explotaci¨®n, y prefieren achacarlo a una falta grave de dignidad social y de responsabilidad de los padres. Seg¨²n la OIT, la explotaci¨®n infantil no es un problema aislado de cada pa¨ªs, sino un claro indicador de la necesidad de una reforma econ¨®mica mundial, pues no hay que olvidar que la mayor¨ªa de los ni?os que trabajan lo hacen por no tener m¨¢s remedio.
Para la Unicef, la crisis econ¨®mica no es la ¨²nica responsable, sino que en muchos casos interviene la deformaci¨®n de los padres, que se obsesionan por aumentar sus ingresos.
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