Garc¨ªa Lorca y Falla
El d¨ªa 16 de los corrientes publicaba EL PAIS un art¨ªculo, firmado por Francisco Umbral, cuyo contenido, referido en general a Federico Garc¨ªa Lorca, incluye una alusi¨®n al ilustre compositor Manuel de Falla que constituye, a todas luces, una muy grave imputaci¨®n que afecta e intenta macular la memoria, en s¨ª inmarcesible, de este hombre ejemplar.Durante 15 largos a?os tuve el honor de gozar de su amistad, y, juntamente con tantas otras personas que disfrutaron de ese mismo privilegio, como era el caso del gran poeta antes mencionado, pude comprobar y aquilatar, d¨ªa tras d¨ªa, la impresionante personalidad moral del maestro, toda ella determinada por una honda e inquebrantable religiosidad, exteriorizado todo ello en la inalterable observancia de una intachable condici¨®n y de una integridad invencible, que serv¨ªa de modelo a todos cuantos pod¨ªamos observar, llenos del m¨¢ximo respeto y veneraci¨®n, el desenvolvimiento de esta admirada persona.
De muchos es conocida la en¨¦rgica expresi¨®n de Stravinski, cuando, en las postrimer¨ªas de su vida, exclamaba: "Falla era un hombre de una religiosidad iniplacable". Pero tambi¨¦n habr¨ªa que recordar el hecho de que, reci¨¦n muerto el gran m¨²sico, el papa P¨ªo XII lo proclamaba hijo predilecto de la Iglesia.
No voy a entrar -ni es del caso hacerlo- en las connotaciones morales que se implican en la debilidad que el se?or Umbral atribuye
Pasa a la p¨¢gina 14
Viene de la p¨¢gina 13
tan gratuitamente a Manuel de Falla. Pero quien conoci¨® personalmente al gran m¨²sico no podr¨ªa menos de sonre¨ªr y considerar cu¨¢n opuesta a la imputada psicolog¨ªa de aquel hombre es precisamente esa debilidad casi calumniosamente imputada, hasta el punto de que al leer dicha afirmaci¨®n apenas podemos dar cr¨¦dito a nuestros ojos.
Y como quiera que yo, personalmente, me siento obligado, bajo muchos aspectos, a aquel hombre absolutamente ejemplar -son muchos los consejos desinteresados, el magisterio que ejerc¨ªa sobre todos cuantos le conoc¨ªamos, y, en fin, el tributo que se debe al genio-, me siento en el deber ineludible, como cristiano y hombre agradecido, de manifestar p¨²blicamente mi protesta y rogarle, por tanto, tenga a bien la inserci¨®n de esta carta en EL PAIS, para que quede constancia, en nombre de la verdad denigrada, mi personal en¨¦rgica repulsa.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.