Los gatos y la OTAN
Resulta de una coherencia total que la campa?a psicol¨®gica en favor de la OTAN/NATO/gato nos venga aderezada con la omnipresente sabidur¨ªa oriental.No es mi intenci¨®n aportar nuevos elementos a las obvias relaciones entre la filosof¨ªa china y la defensa estrat¨¦gica de Occidente; s¨ª en cambio reivindicar la figura del gato..., est¨¦rilmente instrumentada por quienes desean proyectar alg¨²n atisbo de astucia mientras ara?an su trocito de historia. Y es que hubo gatos para todo: desde el surrealista de Baudelaire al gato estructuralista de Levi-Strauss, pasando por el gato con botas y el prototipo del biochip que har¨ªa reblandecer de envidia al silicio y hasta al nov¨ªsimo galio. El gatopardo, la ardiente gata-zinc de Williams, las siete vidas del gato y hasta el pobre gato arrabalero frente al gato de Umbral.
Ahora tenemos el gato encerrado/chino/blanco/negro /OTAN/ NATO que caza eficazmente los ratones que nuestra ¨¢guila imperial tiene a bien indicamos... (?Alg¨²n ratoncillo nicarag¨¹ense, quiz¨¢?.)
Entre este gato d¨®cil y an¨®nimo que el poder espera de ti y el gato libre que se retuerce alguna noche en nuestro complaciente est¨®mago, he aqu¨ª, pasajera/o del tiempo, la verdadera cuesti¨®n del refer¨¦ndum.- .
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