Dominique Sanda

La fugaz estancia de Dominique Sanda en San Sebasti¨¢n ha bastado a la actriz francesa para conocer el lugar y disfrutar con su familia de las ofertas de la ciudad. Una de ellas, la gastron¨®mica, as¨ª como alg¨²n compromiso con las c¨¢maras de televisi¨®n, llev¨® a la bella actriz a retrasarse 50 minutos en su encuentro con la Prensa. Entre otras cosas, Dominique Sanda, la enigm¨¢tica figura descubierta por Robert Bresson despu¨¦s de una breve experiencia como modelo de Vogue, subray¨® la importancia de la voz en un actor, de forma que el "doblaje puede mejorar el personaje o desbaratarlo".

Inclinando hacia s¨ª la cabeza y ocultando el rostro con su cabello, Dominique Sanda, que reconoce su extremada timidez, intent¨® sin ¨¦xito disculparse de su retraso. A un periodista que le reproch¨® su falta le pregunt¨®: "?Es usted de la polic¨ªa?". La actriz, seg¨²n dijo, tiene muy claro que adem¨¢s de su dedicaci¨®n al cine, trata de vivir su vida de la mejor manera.Acaso la inseguridad que reflej¨® en sus palabras, unida a su sorprendente dulzura, hizo que nuevas intervenciones llegaran incluso a ruborizarla. En el festival de San Sebasti¨¢n se present¨® la primera pel¨ªcula interpretada por la actriz, La mujer dulce, de Robert Bresson, cuando era casi una ni?a -ten¨ªa 16 a?os, ahora tiene treinta y uno-.

La actriz explic¨® que se encuentra en una situaci¨®n en la que est¨¢ cuestion¨¢ndose un poco su trabajo como actriz, "y esto no significa", dice, "que sufra de dudas, pero s¨ª que me planteo lo que he hecho y lo que podr¨ªa hacer". La actriz considera, por ejemplo, que hoy podr¨ªa mejorar su interpretaci¨®n de Lou Andreas Salom¨¦ en el filme M¨¢s all¨¢ del bien y del mal, de Liliana Cavani.

Se queja de las distintas situaciones en las que ha trabajado: "Los comienzos fueron muy duros", dice, y alude a una "innecesaria lecci¨®n de humildad" que recibi¨® en alg¨²n rodaje. A la pregunta de qu¨¦ es lo que le gustar¨ªa interpretar, se?ala: "Lo que quiero es trabajar como una verdadera actriz. Estoy cansada de ser una aparici¨®n".

Ello no obsta para que, aprovechando alguna alusi¨®n, suelte una carcajada. "Soy muy, muy dulce, y tambi¨¦n una especie de vampiresa". Habla relajada cuando se refiere a su experiencia italiana y a su trabajo con Bernardo Bertolucci, De Sica, Visconti y otros. Respecto a su trabajo con el director de Novecento, Bertolucci, explica por qu¨¦ no pudo trabajar en El ¨²ltimo tango, junto con Marlon Brando. "Estaba esperando un beb¨¦ y el director no pod¨ªa esperarme". Ahora, Dominique Sanda, que pr¨¢cticamente rueda una pel¨ªcula al a?o en su pa¨ªs, se?ala que busca en diferentes lecturas algo que realmente le interese, e ironiza sobre los guiones que le ofrecen: "Los rechazo, claro, como de costumbre".

Dominique Sanda se muestra apesadumbrada por no haber tenido un contacto con el director John Huston, posterior al que vivi¨® "cuando era muy peque?a, muy t¨ªmida y muy d¨¦bil. A ¨¦l le gustaban las mujeres de car¨¢cter fuerte".

Actriz que ha se?alado en ocasiones que es su instinto lo que le impulsa a aceptar un personaje, ha participado en pel¨ªculas importantes como El conformista, de Bertolucci. En La herencia Ferramonti, de Mauro Bolognini, caracterizaba a una mujer cuya maldad nac¨ªa de una aut¨¦ntica obsesi¨®n por la riqueza. All¨ª su dulzura escond¨ªa un secreto. Era una actriz pero tambi¨¦n una aparici¨®n.