Hollywood no lamenta la p¨¦rdida de Orson WeIles
'Rosebud', la palabra misteriosa de 'Ciudadano Kane', posible epitafio para el cineasta
Hollywood no lamenta ahora la p¨¦rdida de Welles, muerto el jueves, porque hace 30 a?os que prescindi¨® de su talento. Desde Sed de mal, en 1957, Welles no hab¨ªa vuelto a trabajar all¨ª. Sus 10 ¨²ltimos a?os fueron pat¨¦ticos. Tuvo que anunciar, entre otras cosas, una marca de vino californiano para, como ¨¦l mismo dec¨ªa, "ganar dinero para Poder hacer la compra". Todav¨ªa no se ha fijado fecha para el funeral de Orson Welles, aunque se espera que sea uno de los m¨¢s sonados de Hollywood, y existe el rumor de que para el epitafio de su tumba se inscribir¨¢ s¨®lo la palabra Rosebud, aquella que pronunci¨® el protagonista de la pel¨ªcula Ciudadano Kane poco antes de morir.
No es que Orson WeIles se hubiera retirado. Hasta el ¨²ltimo momento segu¨ªa en busca de proyectos. Pocos d¨ªas atr¨¢s, en una cena en Ma Maison -uno de los m¨¢s famosos restaurantes de Beverly Hills, donde el actor ten¨ªa reservada mesa permanentemente- WeIles transmiti¨® su contento a su bi¨®grafa, Barbara Leaming, porque finalmente parec¨ªa haber conseguido financiaci¨®n germano-brit¨¢nica para su ¨²ltimo proyecto: King Lear. Tampoco es que Welles, por la edad, estuviera falto de talento o energ¨ªa. Su amigo y colega John Huston declar¨® ayer: "No lo hab¨ªa visto hace meses, pero aseguro que cuando me estaba dirigiendo en La otra cara del viento su talento estaba en pleno vigor( ... ). El filme se hab¨ªa financiado mediante inversores privados, sobre todo iran¨ªes, y el propio WeIles hab¨ªa puesto todo lo que ten¨ªa en el banco. Cuatro quintas partes de la pel¨ªcula estaban completadas cuando los inversores iran¨ªes se retiraron del proyecto y Welles perdi¨® la ¨²ltima oportunidad de demostrar que sus poderes segu¨ªan intactos". El propio Huston a?ad¨ªa en sus declaraciones de ayer: "No es justo que Hollywood no haya hecho mejor uso de sus talentos. Me descubro ante Orson, que una vez me describi¨® como un pr¨ªncipe renacentista, y yo afirmo que ¨¦l era un rey. Qu¨¦ verg¨¹enza, y lo digo literalmente, que uno de los mayores talentos que el cine nunca ha tenido haya sido rechazado tantas veces y durante tantos a?os sin que ning¨²n estudio le haya ofrecido la oportunidad de volver a dirigir".?C¨®mo es posible que a uno de los mayores genios de la industria del cine lo castigara Hollywood a permanecer en dique seco durante 28 a?os? La respuesta es doble. De un lado la figura de Welles estaba en Hollywood atrapada en su propio mito, como bien lo ilustra el hecho de que Steven Spielberg pagase 50.000 d¨®lares (ocho millones de pesetas) por el trineo Rosebud usado en Ciudadano Kane. Las nuevas generaciones de cineastas le consideraban demasiado grande, demasiado brillante, todo un cl¨¢sico, como para creerle incapaz de tener nada que ver con el cine contempor¨¢neo. De otro lado, hab¨ªa en la industria miedo a iniciar cualquier proyecto con ¨¦l, debido a su particular¨ªsimo e imprevisible car¨¢cter (no se puede decir que despilfarr¨® grandes cantidades de dinero e incluso muchas veces prob¨® a hacer grandes cosas con peque?as sumas).
El realizador Peter Bogdanovich escribi¨® una vez que "los grandes personajes de las pel¨ªculas de Welles, desde Charlie Kane hasta Hank Quinian en Sed de mal, todos eran m¨¢s grandes que la vida y, aunque moralmente despreciables como hombres, de alguna manera uno sent¨ªa una profunda simpat¨ªa por ellos".
Amor incurable
Orson WeIles, como uno de sus propios personajes, era querido y amado, pero al mismo tiempo detestado y odiado por la manera como se comportaba. En Espa?a tenemos buenos ejemplos de ese car¨¢cter. Jos¨¦ Mar¨ªa Buz¨®n, que fue director de los estudios Sevilla Films en Madrid, cont¨® una vez c¨®mo WeIles par¨® el rodaje de los interiores de Campanadas a medianoche desde las dos a las cinco de la madrugada (se rodaba por la noche por restricciones el¨¦ctricas) por el capricho de un plato de cocido madrile?o que tard¨® en localizarse m¨¢s de lo debido, ya que el cocinero de un famoso hotel de Madrid, exigido por WeIles para tal menester, se resist¨ªa a salir de la cama a tales horas. Tambi¨¦n coment¨® Buz¨®n que el cineasta, en los estudios Exa, casi cort¨® la mano, de un portazo, al ingeniero de sonido por tener discrepancias con ¨¦l.Agrupado con Griffith y Von Stroheim como uno de los directores intransigentes e indomables, WeIles padeci¨® tambi¨¦n la envidia d¨¦ los mediocres de Hollywood. Ayer mismo Robert Wise, el que fue montador de Ciudadano Kane y tambi¨¦n el que se encarg¨® de mutilar la versi¨®n de Los magn¨ªficos Ambersons (m¨¢s tarde tarde dirigi¨® West side Story y Sonrisas y l¨¢grimas), declaraba fr¨ªamente: "Orson en su primer momento era lo m¨¢s cercano a un genio que he conocido". WeIles pas¨® las de Ca¨ªn en Hollywood. El mismo dijo que "hubiera vivido mejor si despu¨¦s de dirigir su primera pel¨ªcula hubiera vuelto al teatro, de donde yo ven¨ªa. El cine es la m¨¢s cara de las amantes que uno puede tener, y yo he tratado de mantener a esta amante desde hace 40 a?os. Este es un amor del que nunca te curas".
M¨¢s informaci¨®n en el suplemento de Artes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.