El Rey pide la unidad con Latinoam¨¦rica m¨¢s all¨¢ de la lengua y la cultura

El rey Juan Carlos, en unas palabras de salutaci¨®n que dirigi¨® ayer por TVE a todos los pueblos latinoamericanos, destac¨® la necesidad de uni¨®n m¨¢s all¨¢ de la lengua y de la cultura. En su mensaje, transmitido en el programa Punto de encuentro con motivo de la celebraci¨®n del aniversario del descubrimiento, don Juan Carlos dijo que deseaba unir su voz a la de quienes buscan "una naci¨®n de corazones y de esfuerzos" para hacer de Latinoam¨¦rica un mundo mejor.El texto del mensaje real fue el siguiente.

"Podr¨ªa parecer parad¨®jico que en unos momentos como los presentes, en los que la mayor parte de los pueblos de Iberoam¨¦rica se enfrentan a unas dificultades econ¨®micas, con la presencia imborrable de la reciente cat¨¢strofe que ha afectado a miles de familias mexicanas y con diferencias internas a¨²n pendientes de resolver, hablemos de la celebraci¨®n de este 12 de octubre de 1985 como de una festividad.

Sin embargo, ni son estos los primeros ni van a ser desgraciadamente los ¨²ltimos avatares a los que nuestros pueblos han tenido que enfrentarse.

Es precisamente en los momentos de dolor o de preocupaci¨®n cuando m¨¢s profundamente se deja sentir la palabra y la mano del amigo. Nuestras naciones, reunidas para siempre ante la historia por una lengua, una cultura y un pasado comunes, pueden encontrar en el hecho mismo de la celebraci¨®n un camino de unidad desde el que poner en v¨ªas de soluci¨®n todos esos problemas.

El 12 de octubre

Nuestros pueblos forman una comunidad que tiene su origen en un 12 de octubre. Superar los recelos, olvidar los agravios y enfrentarnos al futuro conjuntamente, con esp¨ªritu decidido, no significa desprenderse de ninguna de las peculiares se?as de identidad de nuestras respectivas naciones.La del 12 de octubre es una fecha para recordarnos todos que tenemos una dif¨ªcil empresa por delante y que juntos seremos capaces de superarla felizmente.

Como un iberoamericano m¨¢s quiero unir mi voz a la de quienes solidariamente pretenden que nuestro futuro no se limite a una unidad de lengua, de historia y de cultura. A las voces de quienes buscan tambi¨¦n una naci¨®n de corazones y de esfuerzos que permitan hacer de nuestra comunidad iberoamericana un mundo decididamente mejor, del que las futuras generaciones puedan sentirse leg¨ªtimamente orgullosas".