Los aliados de Estados Unidos en la Alianza Atl¨¢ntica apoyan, con matices, la SDI
Los aliados de Estados Unidos en la OTAN apoyaron ayer en San Francisco, de forma muy matizada, el programa de investigaci¨®n norteamericano en la controvertida Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI), siempre que respete los l¨ªmites marcados por el Tratado de Antimisiles Bal¨ªsticos (ABM).
La 31? Asamblea de la OTAN concluy¨® sus trabajos con la aprobaci¨®n, tras un extenso debate, de una resoluci¨®n sobre defensa estrat¨¦gica que admite la existencia de desacuerdos entre los miembros de la Alianza, sobre la viabilidad t¨¦cnica y econ¨®mica de la guerra de las galaxias, su utilidad militar y la oportunidad pol¨ªtica del despliegue del sistema de defensa espacial.
La resoluci¨®n se aprob¨® por 91 votos a favor, 12 en contra y 28 abstenciones, entre ellas las de los socialistas espa?oles. La resoluci¨®n fue obra del senador norteamericano Charles Mathias, que ha sido elegido nuevo presidente de la Asamblea, y del diputado brit¨¢nico John Cartwright.
La Administraci¨®n de Ronald Reagan se ha esforzado durante cuatro d¨ªas en San Francisco por vender a los europeos la idea de la SDI, pero las garant¨ªas ofrecidas por destacados dirigentes de Washington no han servido para disipar las dudas existentes, entre los aliados. El secretario de Estado, George Shultz, ofreci¨® a la asamblea, por primera vez, la seguridad de que Estados Unidos aplicar¨¢, en el desarrollo de la guerra de las galaxias, una interpretaci¨®n restrictiva del tratado ABM, que limita el n¨²mero y las caracter¨ªsticas de las defensas estrat¨¦gicas de las dos superpotencias.
Shultz ha matizado la posici¨®n defendida hace unos d¨ªas por el consejero de Seguridad Nacional, Robert McFarlane, quien dijo que el ABM firmado en 1972 permite las pruebas y el desarrollo de la SDI.
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