Goldstein, Brown y el colesterol

La aterosclerosis es la causa de m¨¢s del 40% de las muertes en Espa?a y los pa¨ªses occidentales, siendo sus principales manifestaciones el infarto de miocardio, la isquemia cerebral y la apoplej¨ªa. En esta enfermedad, el colesterol que normalmente circula por la sangre se acumula en las paredes de las arterias y va formando placas que finalmente llegan a obstruir el flujo sangu¨ªneo e inducen la formaci¨®n de co¨¢gulos, desencadenando un grave trastorno circulatorio. El plasma sangu¨ªneo es un l¨ªquido acuoso, y el colesterol no es soluble en ¨¦l, por lo que circula asociado a otras mol¨¦culas (triglic¨¦ridos, fosfol¨ªpidos y prote¨ªnas), formando unas part¨ªculas denominadas fipoprote¨ªnas, que lo transportan de unos tejidos a otros. De entre esas lipoprote¨ªnas, las denominadas "lipoprote¨ªnas de baja densidad" o LDL (por su abreviatura inglesa) se encargan del dep¨®sito del colesterol plasm¨¢tico en las c¨¦lulas de las paredes de los vasos sangu¨ªneos y en las de los distintos tejidos. Estas c¨¦lulas reconocen a las LDL mediante receptores espec¨ªficos, que identifican a las prote¨ªnas de dichas lipoprote¨ªnas.Las LDL que se unen a esos receptores son internalizadas en las c¨¦lulas, donde liberan el colesterol que transportan, el cual es utilizado para sus funciones vitales (formaci¨®n de membranas celulares s¨ªntesis de hormonas, etc¨¦tera) De esta forma, los receptores quereconocen a las LDL facilitan la eliminaci¨®n del colesterol del torrente circulatorio, disminuyendo as¨ª el riesgo de desarrollo de la placa ateromatosa.

Incremento del LDL

Un exceso de la ingesti¨®n de colesterol por la dieta, un aumento de su s¨ªntesis por el h¨ªgado o en la formaci¨®n de las LDL a partir de otras lipoprote¨ªnas circulantes, y un defecto en el n¨²mero o en la calidad de los receptores que las reconocen, pueden conducir a un incremento en los niveles plasm¨¢ticos de LDL y predisponer al individuo para el desarrollo de la aterosclerosis.

En 1973, los doctores Joseph L. Goldstein y Michael S. Brown, en la universidad de Texas, descubrieron los receptores de LDL, estableciendo posteriormente los factores que determinan su n¨²mero y funcionalidad, as¨ª como diversos aspectos de su implicaci¨®n en el riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Adem¨¢s de las LDL, en el plasma sangu¨ªneo existen otras lipoprote¨ªnas que tambi¨¦n participan en el trasiego de colesterol y otros l¨ªpidos (como, por ejemplo, triglic¨¦ridos) de la sangre a los tejidos y viceversa. Existe incluso un intercambio en. sangre de los distintos componentes de las lipoprote¨ªnas circulantes, de Wma que la direcci¨®n y la intensidad de estos trasiegos determinan las tendencias a d¨¦positar o liberar colesterol de las c¨¦lt¨ªlas de los vasos sangu¨ªneos y tambi¨¦n al desarrollo de la placa ateromatosa.

Todo ello hace que la forma en que es transportado el colesterol y otros l¨ªpidos por la sangre, m¨¢s que su concentraci¨®n absoluta, constituya el principal determinante del riesgo o protecci¨®n a desarrollar una enfermedad vascular. Por todo ello, cabe decir que las lipoprote¨ªnas constituyen en la actualidad uno de los cap¨ªtulos m¨¢s complejos y fascinantes de la patolog¨ªa molecular.

La adjudicaci¨®n del Premio Nobel de Fisiolog¨ªa y Medicina 1985 a Goldstein y Brown constituye no s¨®lo un reconocimiento de la ingente labor realizada por estos cient¨ªficos, sino tambi¨¦n un est¨ªmulo para todos los investigadores que estamos interesados en este ¨¢rea de la medicina, que es de vital trascendencia para el bienestar y la salud de nuestros pueblos.