Los cient¨ªficos europeos se muestran favorables al proyecto Eureka
CARMEN MARI?O El debate sobre Las ciencias en Europa, que se desarroll¨® ayer en Madrid dentro del congreso El espacio cultural europeo, cont¨® con la presencia de prestigiosos cient¨ªficos europeos, entre ellos los premios Nobel de F¨ªsica, Samuel Ting, que recibi¨® el galard¨®n en 1976, y Carlo Rubbia, que lo obtuvo en 1984. Estos dos investigadores defendieron, recogiendo el sentir general del congreso, el proyecto Eureka como v¨ªa para el desarrollo y la cooperaci¨®n en las distintas ¨¢reas de la investigaci¨®n europea.
"Todas esas teor¨ªas que hablan de la universalidad de la ciencia no son reales. La ciencia pertenece a quienes la practican, que son quienes se benefician de ella". Con este argumento, el f¨ªsico Roberto Aureliano Salmer¨®n, del laboratorio de f¨ªsica de altas energ¨ªas de Palaiseau, hizo una encendida defensa de la cooperaci¨®n de la ciencia y la tecnolog¨ªa europeas con el Tercer Mundo.La intervenci¨®n de Salmer¨®n marc¨® el ¨²ltimo eslab¨®n de la larga cadena que une la investigaci¨®n cient¨ªfica de los distintos pa¨ªses en un mundo cada vez m¨¢s interrelacionado. El matem¨¢tico Ren¨¦ Thorn, profesor del Instituto de Altos Estudios Cient¨ªficos de Bures-Sur-Yvette, se traslad¨® en el tiempo hasta recordar los or¨ªgenes del estado actual de la ciencia, con el cord¨®n umbilical en Europa. Dijo que uno de los aportes esenciales del continente a la cultura es haber creado la ciencia moderna. Un nacimiento marcado por dos ¨¦pocas: la geometr¨ªa griega cl¨¢sica, en el siglo VI antes de Cristo, y el comienzo del siglo XVII, con ,las influencias de Galileo y Bacon, respectivamente.
"Despu¨¦s de la II Guerra Mundial, la ciencia se convierte en universal por sus extensiones, occidentales (EE UU) y extremo orientales (Jap¨®n)". Y, seg¨²n Thom, "estas extensiones extraeuropeas se han visto m¨¢s influenciadas por la tradici¨®n baconiana, basada en la experiencia mental, que por la de Galileo, de experimentaci¨®n real. Y esto se debe a que siempre es m¨¢s f¨¢cil asimilar unas t¨¦cnicas que heredar una cultura".
Precisamente sobre la base de esta realidad actual, el bi¨®logo Santiago Grisol¨ªa abord¨® las posibilidades de la respuesta europea al desaf¨ªo tecnol¨®gico de EE UU y Jap¨®n. En su opini¨®n, el esfuerzo de colaboraci¨®n interestatal y la creaci¨®n de nuevos centros dedicados a la generaci¨®n de ideas son dos condiciones deseables para que Europa alcance una situaci¨®n tecnol¨®gica competitiva. Sin embargo, Grisol¨ªa cree que en muchos aspectos Europa no puede ni debe competir con los dos grandes bloques de la tecnolog¨ªa, mientras que en otras, como es el caso de la biotecnolog¨ªa, puede jugar un gran papel.
Siguiendo este orden descendente, el estado actual de la investigaci¨®n en Europa, fue abordado por Rubbia y Ting desde su experiencia en la Organizaci¨®n Europea para la Investigaci¨®n Nuclear (CERN). Rubbia alert¨® sobre los problemas financieros por los que atraviesa el CERN debido al intento del Reino Unido de recortar el 25% del presupuesto de este organismo, y dijo que "ser¨ªa m¨¢s barato dejarlos ir de la organizaci¨®n, dado que su cuota es del 15%, que aceptar una propuesta que pone en peligro la misma existencia del CERN, porque, si se aceptara, quedar¨ªa vaciado de contenido".
El premio Nobel asegur¨® que el riesgo es real y subray¨® el peligro que representa para el CERN una medida de este tipo en un momento en que el laboratorio est¨¢ empe?ado en un programa de gran importancia cuyo fin es proveer a Europa de los recursos de investigaci¨®n necesarios hasta el a?o 2000. "Un recorte de esta magnitud tiene que incidir necesariamente en la competitividad del programa, cuyo objetivo principal se refiere a la tecnolog¨ªa punta".
Rubbia defendi¨® la viabilidad del proyecto Eureka, que, en su opini¨®n, va a suponer "una etapa muy positiva en el futuro cient¨ªfico y tecnol¨®gico de Europa, porque enfoca muy directamente el problema europeo, que es el de rellenar ese espacio de la ciencia y la tecnolog¨ªa". En su opini¨®n, estamos viviendo un momento muy importante para la econom¨ªa mundial, que se est¨¢ desarrollando en base a la investigaci¨®n. Lo que necesita Europa ahora es cooperaci¨®n en estos campos. Eureka no necesita una excusa militar para llevar a cabo una investigaci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica, y esto es algo que ya ha especificado muy claramente la Comisi¨®n Europea".
Ting se sum¨¦ a las esperanzas mostradas por el otro premio Nobel al argumentar que "hay muchos campos de la ciencia que son demasiado caros para que un solo pa¨ªs pueda dedicarse a ellos. Es el caso de las grandes computadoras, los microchips, la aviaci¨®n comercial y la investigaci¨®n biom¨¦dica. Estos son los campos en los que ser¨¢ necesaria una gran colaboraci¨®n internacional en el futuro".
Tambi¨¦n intervinieron Javier Solana, ministro de Cultura y f¨ªsico, que record¨® el respaldo del Gobierno al proyecto Eureka, y Carmina Virgili, quien se?al¨® que "la llave del futuro europeo es el proyecto cient¨ªfico com¨²n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.