El viaje de Mitterrand a Brasil y Colombia
LE MONDE
Mitterrand ha regresado el lunes 21 de octubre de un periplo de una semana a Brasil y Colombia. Un viaje r¨¢pido gracias a los dos Concorde movilizados para transportar las 200 personas que acompa?aban al jefe del Estado, pero demasiado r¨¢pido e incompleto, teniendo en cuenta la complejidad y gravedad de los problemas que afectan a esta regi¨®n del mundo.
El calendario de Mitterrand era muy cargado. El desplazamiento a Brasil, previsto desde hac¨ªa tiempo y muchas veces diferido, la ¨²ltima vez en raz¨®n de la muerte dram¨¢tica de Tancredo Neves, se ha desarrollado a toda velocidad en torno al tri¨¢ngulo sagrado: R¨ªo, S?o Paulo y Brasilia, y se termin¨® con una escala de algunas horas en Recife. Colombia ha sido a?adida a ese breve itinerario suramericano a petici¨®n de Jack Lang, quien ha descubierto recientemente los encantos tropicales de Cartagena y la seriedad de una naci¨®n que dispone de una posici¨®n estrat¨¦gica y de recursos que deber¨ªan llamar m¨¢s la atenci¨®n de los inversores europeos.
Pero si era necesario prolongar el viaje brasile?o, que ha permitido esbozar un lanzamiento de las relaciones culturales entre los dos pa¨ªses, escalas en uno o dos pa¨ªses vecinos de Colombia habr¨ªan evitado rencores o sospechas in¨²tiles.
Miterrand y su s¨¦quito han sido recibidos unilateralmente en todas partes con calor, cordialidad y simpat¨ªa. Los ni?os de las escuelas esta ban presentes y tambi¨¦n en las favelas de R¨ªo de Janeiro, dond¨¦ el gobernador, Leoneol Brizola, que aspira a la presidencia de Brasil, h a aprovechado este paseo tumultuoso del presidente franc¨¦s para marcarse un.punto electoral. Pero la exuberancia y la espontaneidad del pueblo brasile?o no parece que hayan logrado distender a Mitterrand, que no se ha dignado sonre¨ªr hasta llegar a Colombia. (...)
Sin duda, su esp¨ªritu hab¨ªa quedado en Par¨ªs. No ha cesado en sus alocuciones- de alabar los m¨¦ritos del socialismo a la francesa y de trazar un balance muy positivo de sus primeros a?os de gesti¨®n. Ha multiplicado -alusiones m¨¢s accesibles a la clase pol¨ªtica francesa que a las opiniones de m¨¢s all¨¢ del Atl¨¢ntico. Ha justificado varias veces en una semana los ensayos nucleares franceses en el Pac¨ªfico y asegurado que proseguir¨ªan, lo que no duda nadie. Brasil aspira, por otra parte, a ser una potencia nuclear y no se siente afectado por los ensayos de Mururoa. Colomb¨ªa, que da al Pac¨ªfico, puede sentirse m¨¢s afectada, pero el presidente Betancur ha sido cort¨¦s, esquivando la controversia.
Los suramericanos esperaban palabras de Mitterrand sobre los problemas esenciales: la deuda y Am¨¦rica Central. Ha recordado las buenas disposiciones francesas sobre la deuda y el sost¨¦n de su Gobierno. a los pa¨ªses endeudados: promesa piadosa y gratuita. No ha abordado las medidas concretas y en la reuni¨®n del Fondo Monetario Internacional en Se¨²l; Beregovoy ha criticado el plan, modesto e incompleto, formulado por el secretario americano del Tesoro, Baker, para la concesi¨®n de una ayuda suplementaria a los pa¨ªses endeudados.
Mitterrand ha recordado igualmente que Francia apoyaba los esfuerzos del Grupo de Contadora. Se sab¨ªa. Ha deplorado la suspensi¨®n de las libertades fundamentales en Nicaragua, admitiendo que Par¨ªs ha tomado sus distancias con respecto a los sandinistas. Se dudaba de ello. De este viaje r¨¢pido, la opini¨®n habr¨¢ retenido la enfermedad de Fran?oise Sagan en Bogot¨¢. Un signo.
22 de octubre
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