Ferrater Mora: "Mi iron¨ªa es una forma compasiva de ver el mundo"

Jos¨¦ Ferrater Mora (Barcelona, 1912), fil¨®sofo y escritor, es un hombre ir¨®nico, de ademanes juveniles a sus 73 a?os. "Mi iron¨ªa no es una defensa; es una forma compasiva de ver el mundo". Hace poco le entregaron el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades, y declar¨® posteriormente a la Prensa que el dinero -dos millones de pesetas- se lo gastar¨ªa en libros. Hace poco ha manifestado en una entrevista: "Yo me he casado dos veces, porque hacerlo una me parec¨ªa poco y dos resulta razonable".

La semana pasada se present¨® en Madrid la versi¨®n italiana de su libro De la materia a la raz¨®n, y casi al mismo tiempo sal¨ªan de la imprenta los primeros ejemplares de su segundo libro narrativo: Voltaire en Nueva York. Ni de uno ni de otro llevaba ejemplares en la cartera. El libro que Ferrater Mora ten¨ªa para regalar a entrevistadores y amigos era su primera novela, Claudia, mi Claudia. El protagonista de Claudia no tiene nombre. El autor le denomina, simplemente, el Observador. Porque, con una personalidad insulsa y mediocre, al Observador no hay detalle que se le escape. Es como Ferrater, con la diferencia de que el fil¨®sofo no es ni mediocre ni insulso, ni, quiz¨¢ como ¨¦l deseara, invisible. Fuma suavemente un cigarrillo, cruza la pierna con soltura y echa la cabeza hacia atr¨¢s como si se distanciara de las cosas. Tiene un ligero acento catal¨¢n y una media sonrisa de esc¨¦ptico impenitente."Es evidentemente falso que yo tenga 20.000. libros en casa -no s¨¦ cu¨¢ntos tengo porque nunca los he contado- y, desde luego, no me voy a gastar el dinero del premio en libros. Yo creo que nadie se cree esas cosas, ?no?". Que lee mucho es evidente; que tenga el vicio de la lectura es otra cosa... "Me gusta leer si no hay otra cosa mejor que hacer. Y a veces no hay otra cosa mejor que hacer". De manera que, en la misma l¨ªnea, Ferrater no encuentra terribles los resultados de una encuesta que de muestra que la mitad de los espa?oles no lee un libro al a?o. "A lo mejor es sano esto", dice. "Bueno, eso ocurre en todos los pa¨ªses. El libro es le¨ªdo por una minor¨ªa de la poblaci¨®n. Lo que la gente lee son revistas o vela televisi¨®n, y, en fin, no se puede hacer todo al mismo tiempo".

"Asuntos de vida y muerte"

Jos¨¦ Ferrater Mora, autor de ?tica aplicada, Diccionario de Filosof¨ªa, El mundo del escritor, El sentido de la muerte y L¨®gica matem¨¢tica, entre otros, fue galardonado con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias por su aportaci¨®n al esclarecimiento de las ideas. filos¨®ficas.

Se lanz¨® a la novel¨ªstica con Claudia, mi Claudid. Ahora se ha atrevido con el cuento. Voltaire en Nueva York es un libro de cuentos "muy variados, sin ning¨²n tema obsesivo que los una. Muchos son ir¨®nicos; alguno es muy tr¨¢gico". Como gran observador que es, los art¨ªculos y ensayos de Ferrater Mora analizan casi todos los temas: de la amenaza nuclear al juego del poder; de los medios de comunicaci¨®n a la ling¨¹¨ªstica. La iron¨ªa no pod¨ªa faltar en su ¨ªndice. "S¨ª, escrib¨ª sobre dos formas de iron¨ªa -aunque hay m¨¢s- Una de ellas es la que se utiliza como defensa. La otra es una forma m¨¢s compasiva de ver el mundo. Esta ¨²ltima significa no tomarse demasiado en serio las cosas. Mi iron¨ªa es mordaz, pero s¨®lo para las personas que me atacan. En mi caso, la iron¨ªa es un modo de ver el mundo m¨¢s abierto, porque la visi¨®n tr¨¢gica de ver la vida se cierra sobre s¨ª misma".

Temas como la carrera de armamentos son para Ferrater "asuntos, literalmente, de vida y muerte". El del poder parece divertirle. "El poder es muy atractivo para muchos", dice. "Tan atractivo que por ¨¦l hace la gente cosas que no har¨ªa por ninguna otra raz¨®n".

Al t¨¦rmino de la guerra civil Ferrater decidi¨® abandonar Espa?a. Ha sido catedr¨¢tico de Filosof¨ªa en Pensilvania (Estados Unidos), pero este a?o ya se ha jubilado. Su esposa, Priscilla Cohn, coautora con Ferrater de Etica aplicada, es norteamericana, y sus dos, hijos apenas entienden el espa?ol. De manera que lo de volver a Espa?a es un poco complicado p ara este fil¨®sofo. que, no obstante, desde 1950 viaja constantemente a Espa?a. Viene hasta cuatro o cinco veces al a?o a su pa¨ªs de origen, donde se ha publicado toda su' extensa obra.

En cualquier caso, Ferrater se siente por encima de cualquier otra cosa escritor, a secas, y ¨¦sa es ahora su profesi¨®n en exclusiva , sin . compartirla con la docencia. "Me divierte escribir", afirma, "aunque no s¨¦ si divertir es la palabra, porque a veces cuesta tanto...".