Un examen para ser andorrano
Los andorranos de primera generaci¨®n (hijos de padres extranjeros) que deseen obtener la plena nacionalidad y con ello el derecho a participar en la vida pol¨ªtica del pa¨ªs deben someterse a un denominado examen de asimilaci¨®n. Ante un tribunal, los aspirantes tienen que acreditar su conocimiento de la lengua, historia, instituciones y geografia del Principado y demostrar que sus ideas y conducta son las adecuadas. El mantenimiento de esta medida tras la ¨²ltima reforma del C¨®digo de la Nacionalidad ha provocado en Andorra una campa?a en la que los afectados incitan a la desobediencia civil, rechazando el examen.
La entrada en vigor, el pasado 8 de septiembre, de la ley de Reforma del C¨®digo de la Nacionalidad Andorrana de 11de marzo de 1977 no ha supuesto la derogaci¨®n o modificaci¨®n de la letra explicativa de aplicaci¨®n de la antigua norma, que fue dictada por los delegados permanentes de los copr¨ªncipes el 13 de julio de 1977.Seg¨²n esta letra explicativa, el art¨ªculo 28 del C¨®digo de la Nacionalidad dispone que los nacidos en el Principado antes del 1 de enero 1975, de padres extranjeros, podr¨¢n obtener la nacionalidad andorrana siempre que uno de los dos progenitores tenga domicilio y residencia efectiva en Andorra durante un per¨ªodo ininterrumpido de 20 a?os como m¨ªnimo. El documento exige, adem¨¢s, "una apreciaci¨®n, por parte del M. I Consell General de les Valls [Parlamento], sobre el grado de asimilaci¨®n [al pa¨ªs] del solicitante".-Y justifica la necesidad de esta "apreciaci¨®n" en que "seg¨²n el esp¨ªritu del C¨®digo, la pertenencia a una comunidad nacional no depende ¨²nicamente del hecho material de haber nacido en un pa¨ªs, sino tambi¨¦n de unas determinadas disposiciones de esp¨ªritu".
"?Por qu¨¦ estas determinadas disposici¨®nes de esp¨ªritu no se ex?gen tambi¨¦n alos hijos de padres andorranos?", se pregunta. uno de los afectados. "A ellos ya se les supone", le respondo ir¨®nicamente uno de sus compa?eros.
La denuncia de los andorranos de primera generaci¨®n afectados por la norma ha encontrado el apoyo de numerosos j¨®venes andorranos de plena nacionalidad, que se sienten "avergonzados" de que en su pa¨ªs todav¨ªa se discrimine a las personas en raz¨®n del origen de sus progenitores. Uno de ellos es Oriol Ribas, que a su juventud (21 a?os), a?ade la circunstancia de ser hijo de ?scar Ribas, el ¨²nico andorrano de primera generaci¨®n que ha presidido el Gobierno del Principado, y que, durante su mandato impuls¨® la iniciativa de reformar el C¨®digo de la Nacionalidad.
En un art¨ªculo aparecido en El Punt, una publicaci¨®n de circulacion restringida, titulado Del desenc¨ªs a la vergonya (Del desencanto a la verg¨¹enza), Ribas intentaba reflejar el sentir de los j¨®venes cuya plena nacionalidad ya se encuentra reconocida por el hecho de ser "gen¨¦ticamente puros". Ribas declar¨®, a este diario que la pervivencia del Tribunal de Asimilaci¨®n "es una muestra de fiagrante discriminaci¨®n". "Un tribunal", opin¨®, "formado por los M. J.. consellers generals, que a trav¨¦s de la ciencia infusa que les proporciona el cargo, juzgan el grado de asimilaci¨®n de unos andorranos iguales a ellos que han cometido un crimen terrible y repudiable: sus padres no son andorranos".
La conducta y las ideas
El objetivo del examen de asimilaci¨®n no es ¨²nicamente el de demostrar un conocimiento suficiente de la lengua, la historia, la geograf¨ªa y las instituciones del pa¨ªs, sin o que adem¨¢sel. aspirante debe. acreditar "un m¨ªnimo de vida y actividades en el pa¨ªs" que permitan al tribunal "apreciar su actitud en relaci¨®n al Principado y el inter¨¦s demostrado por los asuntos del pa¨ªs", seg¨²n reza la letra explicativa.Este aspecto de la ley es especialmente criticado por el hecho de que la obtenci¨®n de la plena nacionalidad es condici¨®n indispensable para votar y para poder ser elegido, derechos ambos que es imposible ejercer sin contar con la plena nacionalidad.
Para acceder al examen los aspirantes deben acompa?ar la solicitud de un buen n¨²mero de documentos, entre los que figura un certificado de buena conducta. "Es decir, que si no hay buena conducta no hay voto" coment¨® Ribas.
La "discriminaci¨®n", el "agravio" y la "vejaci¨®n" que supone para los afectados el paso ante el tribunal, al que, por otra parte, no conceden "ninguna legitimidad", ha motivado que muchos de ellos, a¨²n a costa de renunciar por el momento a sus derechos pol¨ªticos, se nieguen a acudir al examen, adoptando de esta forma una de las pocas medidas de protesta o de presi¨®n permitidas en el pa¨ªs. Al menos as¨ª se desprende del contenido del art¨ªculo de Oriol Ribas cuando se muestra solidario con esta postura: "Podr¨ªa ponerme a hacer pintadas pero probablemente ser¨ªa reprimido con la dureza con que habitualmente la polic¨ªa trata estos casos. Las manifestaciones no se autorizan (oh! Estado de Derecho) y por tanto, no procede. He decidido hacer este art¨ªculo y a trav¨¦s del mismo declararme de forma unilateral ciudadano de primera generaci¨®n: renuncio por tanto a mi Derecho de Voto hasta que no haya igualdad entre todos los andorranos. Porqu¨¦, lo que no har¨¦ (o no har¨ªa), e incito a la desobediencia civil y pac¨ªfica de todos los andorranos de primera generaci¨®n, es presentarme ante el Tribunal de Asimilaci¨®n".
La permanencia de este examen es valorada en algunos medios pol¨ªticos de oposici¨®n como una medida adoptada por los que actualmente detentan el poder para amortiguar los efectos que tendr¨¢ en las urnas el hecho de que, por primera vez, podr¨¢n votar los andorranos de plena nacionalidad que hayan cumplido los 18 a?os.
Esta acusaci¨®n ha sido rechazada en¨¦rgicamente por Dot Mart¨ª, conseller general (diputado) y miembro del tribunal de asimilaci¨®n. Los d¨ªas 14 y 15 de este mes el tribunal examin¨® a unos 130 aspirantes y se realizar¨¢n una o dos convocatorias m¨¢s en los pr¨®ximos d¨ªas. Mart¨ª subray¨® que este hecho demuestra "nuestra voluntad de facilitar a los andorranos de primera generaci¨®n que cumplan los requisitos exigidos para ejercer sus derechos pol¨ªticos en los pr¨®ximos comicios".
A pesar de ello, las voces cr¨ªticas consideran que Ia democracia continuar¨¢ amordazada en el Estado de Andorra hasta que no se adopten las medidas legislativas que permitan la unificaci¨®n de los andorranos, sin discriminaciones generacionales ni de origen".
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