La decisi¨®n de Ballesteros
Podemos entender por apol¨ªtico aquel sujeto que no milita en ninguna organizaci¨®n pol¨ªtica, pero nada m¨¢s, porque toda persona con un m¨ªnimo de sentido com¨²n, aunque sea por pura inconsciencia, ya toma su propio partido por cualquiera de los aconteceres de la vida; de lo contrario estar¨ªamos hablando de un ser no ya deficiente mental, sino que ¨²nica y exclusivamente se dedica a vegetar.Pocos espa?oles han sabido mantener tan alto el pabell¨®n espa?ol all¨¢ donde fueran por el mundo como deportistas cual es el caso de Severiano Ballesteros. Que pretenda, seg¨²n declaraciones suyas, participar en el torneo de Sur¨¢frica el pr¨®ximo diciembre "porque no quiero meterme en pol¨ªtica" es tanto como decir: no molesten al asesino, que a m¨ª no me ha hecho nada. "Cualquier decisi¨®n contraria a mi asistencia al torneo ser¨ªa politizar el tema". Inconscientemente se ha politizado ¨¦l mismo con tales declaraciones hasta el mism¨ªsimo cuezo. Clavar la bandera espa?ola, como vencedora absoluta -pues obviamente habr¨¢ de ser ¨¦ste su principal objetivo- sobre las hierbas de aquellos campos de golf es tanto como clavarla sobre sangre y reconocer a los que han propiciado su derrame. Inconscientemente, por supuesto.
Cierto que "los problemas en Sur¨¢frica existen desde hace mucho tiempo", pero cuando a un hombre de la categor¨ªa de Severiano Ballesteros se le presenta la oportunidad de rechazar ol¨ªmpicamente su participaci¨®n en un torneo rodeado de descomunal racismo, qu¨¦ menos que rechazarla con toda la consciencia de la que una mente humana puede ser capaz. En pocas ocasiones se podr¨ªa boicotear tama?o apartheid sin menos politicismo y sin m¨¢s da?o para aquellos que lo padecen, pues las sanciones econ¨®micas, por ejemplo, sabido es que de una forma u otra terminan repercutiendo en los m¨¢s d¨¦biles.
En los dorados palos de Severiano, lo quiera ¨¦l o no, convive una decisi¨®n trascendental y mundial. Que medite bien la cuesti¨®n antes de decidirse a obrar como Pilatos ante la palangana. Estamos seguros de que su decisi¨®n, fuera cual fuere, ser¨¢ la correcta.
A pesar de todo, un admirador.-
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