Triunfo del candidato democristiano en Guatemala

El democristiano Vinicio Cerezo, de 42 a?os, consigui¨® el domingo vencer en las elecciones presidenciales de Guatemala con un 39% de votos, casi un 21% m¨¢s que el centrista Jorge Carpio. No obstante, los dos tendr¨¢n que competir en una segunda vuelta para decidir qui¨¦n ser¨¢ el futuro presidente, ya que ninguno de los candidatos logr¨® la mayor¨ªa absoluta. Los resultados son todav¨ªa parciales -hasta las 9-37, hora local (16-37, hora peninsular espa?ola)-, pero no se esperan variaciones que vayan a dar un vuelco a . los porcentajes obtenidos hasta ahora.

El triunfo de Cerezo no constituye una sorpresa, y tampoco el porcentaje obtenido, con el 33% de los votos escrutados, que coincide casi con el reflejado en una encuesta que hab¨ªan manejado los democristianos en v¨ªsperas de las elecciones. Sin embargo, resultaba dif¨ªcil creer en la exactitud de los sondeos de opini¨®n en un pa¨ªs con escasa tradici¨®n democr¨¢tica y donde los encuesta dos tienen miedo a expresar sus opiniones pol¨ªticas.El porcentaje logrado por Cerezo, y su gran ventaja -un 20%. aproximadamente- sobre el candidato de la Uni¨®n del Centro Nacional (UCN), Jorge Carpio, de 53 a?os, constituye una base muy fuerte para obtener la presidencia el pr¨®ximo 8 de diciembre, en la segunda vuelta.

Los democristianos y Cerezo han iniciado ya en la misma noche de las elecciones contactos con los otros partidos en busca de concertaci¨®n nacional, que parece va a ser la f¨®rmula m¨¢gica sobre la que piensan basar su pol¨ªtica futura.

El 20% conseguido por Carpio supone una fuerte decepci¨®n para ¨¦l y su partido si se tiene en cuenta el despliegue propagand¨ªstico realizado durante la campa?a. Los pron¨®sticos colocaban a Carpio en segunda posici¨®n, pero no parec¨ªa posible que la diferenciar respecto a Cerezo fuese tan grande que hiciera casi imposible la tarea de dar un vuelco a las cifras del domingo el pr¨®ximo, 8 de diciembre.

El empresario. period¨ªstico Carpio, un hombre de una derecha moderna que se presenta como centrista, tratar¨¢ de conseguir, para la segunda vuelta, una concentraci¨®n de los votos de la derecha para vencer a Cerezo. Durante toda la campa?a, Carpio calific¨® a Cerezo de izquierdista con la intenci¨®n de conseguir un enfrentamiento derecha-izquierda en la segunda vuelta. La posici¨®n de Cerezo y la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG) puede considerarse como centrista con ciertos toques progresistas.

El segundo candidato m¨¢s votado, Carpio, asegur¨® ayer al mediodia: "Vamos a ir a la segunda vuelta. Hay un 60% del electorado que puede votar por nosotros y un 40% por la Democracia Cristiana. Tenemos posibilidades en la segunda vuelta". Carpio a?adi¨®: "Vamos a hacer una alianza con el pueblo de Guatemala, y el pueblo tendr¨¢ dos opciones concretas: una centrista, de la UCN, y otra izquierdista, de la DCG".

Cerezo es un profesional de la pol¨ªtica, licenciado en Derecho, casado y con cuatro hijos, que en los a?os sesenta ya actuaba en las organizaciones estudiantiles democristianas. Su contrincante, Carpio, editor y propietario de El Gr¨¢fico -uno de los dos peri¨®dicos m¨¢s importantes de Guatemala-, es licenciado en Ciencias Pol¨ªticas, est¨¢ casado y tiene dos hijos.

Las elecciones del domingo en Guatemala se desarrollaron, aparentemente, con una limpieza absoluta y en un clima de orden total. Los incidentes fueron m¨ªnimos y s¨®lo hubo peque?os conflictos por un qu¨ªtame all¨ª esas gorras. Los ultraderechistas del Movimiento de Liberaci¨®n Nacional (MLN) acusaron a partidarios de Carpio de repartir gorras con el nombre del candidato el mismo domingo, d¨ªa en que estaba proscrita la propaganda electoral.

El porcentaje de participaci¨®n electoral rebas¨® el 70%, a pesar de la lluvia, de las horas de espera -porque en cada mesa votaban unas 600 personas- y de la amenaza latente de posibles actos de terrorismo. Un resultado altamente significativo de los comicios es que en esta ocasi¨®n la cifra de votos blancos y nulos s¨®lo lleg¨® a un 6%. En las elecciones para la Asamblea constituyente del 1 de julio de 1984 hubo m¨¢s de un 23% de votos blancos y nulos.

El escaso porcentaje de votos blancos y nulos, comparado con las elecciones para la Asamblea constituyente, parece indicar un incremento de la aceptaci¨®n de la v¨ªa electoral y significa un fracaso de los intentos de boicoteo. La cifra de abstenci¨®n (en torno al 28%) no, parece excesiva.