Extranjeros en su patria

De acuerdo con el C¨®digo Civil (reforma de 1982), el emigrante nacionalizado en Iberoam¨¦rica sigue siendo tan espa?ol como antes (salvo en el raro caso de que renunciase a su nacionalidad espa?ola ante el Registro Civil de su lugar de nacimiento). Debido a que conserva su nacionalidad espa?ola (la doble nacionalidad est¨¢ reconocida en Espa?a), las autoridades espa?olas siempre est¨¢n dispuestas adarle un pasaporte espa?ol.Pero no siempre ese espa?ol naturalizado en Am¨¦rica Latina puede usar un pasaporte espa?ol, pues puede ocurrir que su pa¨ªs de adopci¨®n se lo proh¨ªba so pena de privarle de su nacionalidad adquirida. Por tanto, no es de sorprender que tal persona venga a Espa?a con pasaporte americano.

Ahora bien: ?C¨®mo es posible que los c¨®nsules y dem¨¢s ¨¢utoridades espa?olas le traten como a un simple extranjero sin tener en cuenta que el hecho de usar pasaporte iberoamericano es algo obligatorio para ¨¦l? Nosotros creemos que a tales personas les deber¨ªa bastar mostrar su partida de nacimiento -la cual es prueba de filiaci¨®n- para que las autoridades de la madre patria les trataran m¨¢s liberalmente, de acuerdo con el esp¨ªritu del C¨®digo; y en lugar de darles visa por s¨®lo tres meses, se la dieran por varios a?os y sin tanto requisito. M¨¢s a¨²n: sabemos de espa?oles naturalizados en Iberoam¨¦rica que al cabo de estar tres meses en Espa?a han sido invitados por la polic¨ªa a salir del pa¨ªs por "haber caducado su visa".

Tambi¨¦n ocurre otro fen¨®meno, y ¨¦ste se aplica a los cientos de n¨²les de espa?oles que tienen su vida afincada en Am¨¦rica Latina y que son los que mantienen en pie el puente cultural y espiritual que une Espa?a con las rep¨²blicas hispanoamericanas: cuando vienen a Espa?a se sienten extra?os en su madre patria, les cuesta, reconocerla, sobre todo cada vez que tienen que acudir a la polic¨ªa a renovar su permiso de permanencia. Resulta bochornoso.-

Abogado.