Moderado optimismo de empresarios y pol¨ªticos ante la incorporaci¨®n espa?ola a la CEE

Los representantes de los sectores empresariales y de las Administraciones central y auton¨®mica catalana mostraron un moderado optimismo ante la incorporaci¨®n de Espa?a a la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), en el primer d¨ªa de sesiones de la X Reuni¨®n Costa Brava dedicada al tema, organizada por el C¨ªrculo de Econom¨ªa de Barcelona. Por una parte, los empresarios participantes pertenec¨ªan a sectores especialmente bien situados para afrontar sin pesimismo el reto comunitario y, por otra, las intervenciones de los representantes pol¨ªticos, desde el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en su discurso inaugural, al ministro de Industria, Joan Maj¨®, o al futuro comisario europeo Manuel Mar¨ªn insistieron en que los efectos de la incorporaci¨®n en la econom¨ªa espa?ola depend¨ªan b¨¢sicamente de la capacidad de respuesta de todos los sectores econ¨®micos espa?oles y especialmente de los agentes sociales.

Los matices, sin embargo, no se hicieron esperar. Mientras el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, insist¨ªa en que no cre¨ªa en "los mesianismos de la tecnolog¨ªa punta", dirigi¨¦ndose a un p¨²blico de empresarios locales la mayor¨ªa de los cuales no puede afrontar este tipo de reto, Joan Maj¨®, ministro de Industria, resaltaba que "entre los peligros y las oportunidades de la integraci¨®n son mucho m¨¢s importantes las oportunidades" y que la pol¨ªtica futura de su departamento ser¨ªa claramente selectiva en favor de potenciar aquellas empresas agresivas que se planteen el reto de asumir las oportunidades. En este sentido, Maj¨® record¨® que las prioridades de su departamento seguir¨ªan como muestra lo que expresa la balanza comercial espa?ola.En su discurso inaugural, Pujol se?al¨® que el momento presente no era especialmente malo en Europa. Indic¨® algunos datos macroecon¨®micos favorables y explic¨®, entre an¨¦cdotas y categor¨ªas, las distintas respuestas que diversas regiones europeas han dado a la crisis econ¨®mica, adapt¨¢ndose unas o fracasando otras. En este sentido explic¨® c¨®mo la Comunidad Valenciana est¨¢ entre las regiones espa?olas en inmejorables condiciones para la incorporaci¨®n.

Ni siquiera la intervenci¨®n del presidente de la CEOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, fue excesivamente catastrofista. A pesar de se?alar que el impacto de la incorporaci¨®n de Espa?a al Mercado Com¨²n ser¨¢ muy fuerte para los sectores productivos espa?oles, el presidente de la patronal se?al¨® que la mayor¨ªa de los sectores ha hecho una gran inversi¨®n en modernizaci¨®n de bienes de equipo y ha dedicado grandes esfuerzos en los ¨²ltimos a?os en readaptar sus aparatos productivos. Cuevas se mostr¨® esperanzado en el ¨¦xito final de la aventura europea. Las cr¨ªticas m¨¢s fuertes del presidente de la patronal fueron, sin embargo, para la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno apuntando que "la ¨²nica huelga de inversiones que se produc¨ªa en Espa?a era la del sector p¨²blico".

En la intervenci¨®n del ex secretario de Estado para las Relaciones con la Comunidad, Manuel Mar¨ªn, se apuntaron las respuestas a la intervenci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas. Mar¨ªn dijo que se daban en Espa?a dos visiones sobre la integraci¨®n igualmente negativas, a su juicio. Una era calificada de ultrapesimista, que aventuraba para Espa?a toda suerte de cat¨¢strofes para el aparato productivo en la aventura europea. La otra opci¨®n, igualmente desfasada de la realidad, en opini¨®n de Mar¨ªn, ser¨ªa la ultraoptimista.

Los plazos de transici¨®n

Mar¨ªn insisti¨®, asimismo, en su idea, reflejada en m¨²ltiples intervenciones p¨²blicas, de que los plazos de adaptaci¨®n de siete a?os para la industria y 10 a?os para la agricultura son plazos altamente confortables. A este respecto, confes¨® que personalmente hubiese preferido plazos m¨¢s cortos por el peligro que conlleva que no se adopten las reformas necesarias en el aparato productivo espa?ol con la debida urgencia.

En la misma mesa redonda particip¨® el vicepresidente mundial de Phillips, Cornelius van der Klugt, que explic¨® el proyecto Europa 90, que su compa?¨ªa multinacional ha presentado recientemente a los dirigentes de la CEE. Se trata b¨¢sicamente de un plan quinquenal para forzar a la Comunidad a una integraci¨®n total. Para la empresa Philips, la creaci¨®n de un mercado aut¨¦nticamente europeo, la cooperaci¨®n entre los europeos y una pol¨ªtica de comercio com¨²n son objetivos inaplazables. Van der Klugt insisti¨® en que el momento actual de la Comunidad era especialmente bueno para forzar grandes avances hacia la unidad europea. Unidad que defendi¨® como una necesidad inaplazable ante la competencia de Estados Unidos y de Jap¨®n. Refiri¨¦ndose a esta ¨²ltima potencia, Van der Klugt tuvo palabras muy duras, explicando que a un pa¨ªs que no permite la libre entrada de productos extranjeros se le deben limitar sus actuaciones en Europa.

Mayor competitividad

En la sesi¨®n de la tarde, el ministro de Industria, Joan Maj¨®, acapar¨® la atenci¨®n de la mesa redonda en la que tambi¨¦n participaron el secretario de Estado para las Comunidades Europeas, Pedro Solbes, el comisario de la Comunidad Peter Sutherland y los empresarios catalanes Santiago Fisas y Salvador Gabarr¨®. Maj¨® insisti¨® en la necesidad de obtener un mayor grado de competitividad de la empresa espa?ola ante la Comunidad. Es necesario, dijo, en primer lugar, un ajuste de los costes energ¨¦ticos por unidad de producto y, en segundo lugar, reducir el coste salarial por unidad de producto. A?adi¨® que no se trataba tanto de reducir costes laborales como de sumar tecnolog¨ªa incorporada para reequilibrar la competitividad por la v¨ªa del nivel tecnol¨®gico de los procesos.

Maj¨® termin¨® su intervenci¨®n se?alando que su departamento se predispone a una pol¨ªtica de concertaci¨®n, abandonando todo tipo de tentaci¨®n intervencionista.