La reconciliaci¨®n de Siria y Jordania provoca los recelos de Yasir Arafat

La espectacular reconciliaci¨®n entre Jordania y Siria suscita serios interrogantes sobre las intenciones pol¨ªticas del rey Hussein, hasta el punto de que el l¨ªder de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), Yasir Arafat, con el que parec¨ªa coordinar su actuaci¨®n para promover una negociaci¨®n de paz, regres¨® anteayer precipitadamente a Amman, muy preocupado por el posible cambio de alianzas del rey hachem¨ª. Siria y Jordania consideran que la paz en Oriente Pr¨®ximo s¨®lo puede conseguirse mediante una acci¨®n ¨¢rabe conjunta y la celebraci¨®n de una conferencia internacional auspiciada por la ONU. Ambos Estados rechazan tanto soluciones parciales y separadas como la celebraci¨®n de negociaciones directas con Israel.

La s¨²bita mejora de las relaciones entre Siria y Jordania qued¨® sellada el pasado martes cuando el primer ministro jordano, Zeid Rifai, inici¨® su primera visita oficial a Damasco. Con ella quiso poner fin a cinco a?os de disputas bilaterales desencadenadas por la denuncia por Siria del respaldo brindado por Jordania a los Hermanos Musulmanes (enemigos del r¨¦gimen baasistas de Damasco) y agravadas por sus divergencias tanto, sobre la guerra irano-iraqu¨ª, en la que Siria apoya decididamente a Ir¨¢n como sobre la OLP, militarmente atacada por los soldados de Damasco.Rifai, al que acompa?aban cuatro ministros, abandon¨® ayer Damasco tras mantener cuatro rondas de conversaciones con su hom¨®logo sirio, Abdel Rauf Kasem, y ser recibido durante siete horas por el presidente Hafez el Asad, al que, adem¨¢s de entregarle un mensaje de Hussein, invit¨® oficialmente a "visitar su otra patria, Jordania".

Conferencia internacional

En un comunicado conjunto hecho p¨²blico al concluir la visita de Rifai, Siria y Jordania manifestaron su rechazo a "soluciones parciales y separadas

[para lograr la paz en Oriente Pr¨®ximo] y a negociaciones directas con Israel". El documento tambi¨¦n aboga por la celebraci¨®n de una conferencia internacional de paz promovida por las Naciones Unidas, con participaci¨®n de Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

El jefe del Gobierno jordano concluy¨® sus dos d¨ªas de estancia en la capital de los omeyas mostr¨¢ndose convencido, como ya lo hizo el d¨ªa de su llegada, de que los "encuentros celebrados contribuir¨¢n a la instauraci¨®n de relaciones privilegiadas entre Siria y Jordania, a las que une un enfoque similar de numerosas cuestiones".

Patrocinado por el pr¨ªncipe heredero de Arabia Saud¨ª, sult¨¢n Abdallah Bin Abdel Aziz, el repentino acercamiento sirio-jordano s¨®lo ha sido posible gracias, aparentemente, a las concesiones simb¨®licas efectuadas por el soberano hachem¨ª, que el domingo pasado confes¨®, en una carta abierta a su primer ministro, la realizaci¨®n por los Hermanos Musulmanes, a partir de territorio jordano, de operaciones contra Siria. A rengl¨®n seguido, orden¨® la aplicaci¨®n de medidas policiales contra los integristas isl¨¢micos.

Preocupados por los reproches del monarca a la OLP tras el secuestro del transatl¨¢ntico italiano Achille Lauro y el rev¨¦s diplom¨¢tico sufrido en Londres hace un mes, cuando el Gobierno brit¨¢nico cancel¨® una entrevista con dos de sus representantes, los palestinos empezaron a tranquilizarse sobre las intenciones de Hussein cuando su aliado insisti¨® la semana pasada, ante el Parlamento luxemburgu¨¦s, en la necesaria participaci¨®n de la resistencia antiisrael¨ª en el proceso de paz; pero su ¨²ltimo gesto hacia Siria -el env¨ªo de Rifa? a Damasco- les inquieta nuevamente.

Antes de volar a la capital jordana, Arafat expres¨® veladamente sus temores al reconocer, ante el semanario egipcio Ajer Saa, que el objetivo, por parte de Damasco, de su acercamiento a Amman consiste en "provocar una ruptura entre la OLP y Jordania", pero el jefe palestino rehus¨® explicar cu¨¢l era, en su opini¨®n, el prop¨®sito del rey.

Los diplom¨¢ticos acreditados en ambas capitales ¨¢rabes le resisten todav¨ªa a creer, aunque no lo descartan por completo, que el h¨¢bil rey jordano haya decidido cambiar por completo de alianzas y busque en su reconciliaci¨®n con Asad una alternativa al acuerdo que en febrero pasado concluy¨® con Arafat con vistas a promover conversaciones de paz.

La renuncia a la violencia

Adem¨¢s de esforzarse por llegar a un modus vivendi con su poderoso vecino baasista, el soberano podr¨ªa tratar m¨¢s bien de amenazar a su interlocutor palestino con modificar sus amistades para incitarle a efectuar las concesiones que considera indispensables para desbloquear el estancado proceso de paz.

Con la ayuda del rais egipcio, Hosni Mubarak, el monarca logr¨® ya que el l¨ªder palestino suscribiese la semana pasada en El Cairo un texto en el que renuncia a practicar la violencia fuera de Israel, Cisjordania y Gaza aunque, a juzgar por su reacci¨®n Hussein hubiese preferido que estos territorios ocupados quedasen tambi¨¦n englobados en la declaraci¨®n.

Queda as¨ª cumplido uno de los requisitos fijados por Estados Unidos para aceptar que sus representantes se sienten en la misma mesa que delegados de la OLP. La segunda condici¨®n impuesta por Washington es la aceptaci¨®n de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU. Ambos textos reconocen el derecho a la existencia de Israel y reducen la cuesti¨®n palestina a un mero problema de refugiados.