Luxemburgo, un paso hacia el fin de la doctrina Monroe

ENVIADO ESPECIAL La reuni¨®n de Luxemburgo de ministros de Asuntos Exteriores centroamericanos, de Contadora y de la Comunidad Econ¨®mica Europea ampliada (con Espa?a y Portugal) ha cumplido con su objetivo de sacar el conflicto de Am¨¦rica Central del campo de influencia exclusiva de EE UU. Luxemburgo puede ser, como dijo el canciller de Colombia, Augusto Ram¨ªrez Ocampo, el fin de la doctrina Monroe ("Am¨¦rica para los americanos").

La conferencia CEE-Centroam¨¦rica celebrada los d¨ªas 11 y 12 ha permitido, pese a los problemas que una y otra parte encontraron para llegar a un acuerdo, "abrir el escenario pol¨ªtico centroamericano a pa¨ªses de fuera del ¨¢rea", en opini¨®n de un diplom¨¢tico mexicano. A partir de ahora, europeos y centroamericanos se encontrar¨¢n una vez al a?o, representados "en principio por los ministros de Asuntos Exteriores", seg¨²n el texto del acuerdo, para examinar la evoluci¨®n de la situaci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica en el istmo.

La cantidad concedida por los europeos -40 millones de ECU, alrededor de 5.400 millones de pesetas, susceptible de ser aumentada a lo largo de los pr¨®ximos cinco a?os- es, desde luego, menos de lo que esperaban los destinatarios, pero gracias a ello Europa se ha ganado su derecho a ser parte en la b¨²squeda de una soluci¨®n pac¨ªfica para Centroam¨¦rica.

"Los latinoamericanos empezamos a relacionar Europa con democracia, como siempre en nuestro continente se ha relacionado a EE UU con los reg¨ªmenes militares", opinaba una fuente de Contadora. Sin duda, el grupo integrado por Colombia, M¨¦xico, Panam¨¢ y Venezuela, y lo que ¨¦ste significa como instrumento negociador, ha sido el m¨¢s favorecido en la reuni¨®n de Luxemburgo. "La institucionalizaci¨®n del di¨¢logo con Europa robustece nuestro papel frente a las amenazas extra?as", a?ad¨ªa la misma fuente.

En Luxemburgo se ha creado lo que un diplom¨¢tico latinoamericano llamaba "eje democracia-civilismo-Contadora- Europa". En este sentido, parece cierto que el apoyo institucional de la CEE le da a Contadora una dimensi¨®n que incluso excede de la obtenci¨®n de un acuerdo de paz para Centroam¨¦rica y lo convierte en una s¨®lida base de apoyo para el establecimiento de reg¨ªmenes democr¨¢ticos en el ¨¢rea. "Los militares latinoamericanos han encontrado y siguen encontrando apoyo en Estados Unidos, que les garantiza sus armas y su sueldo, impidiendo en muchos casos el paso de los civiles que quieren construir reg¨ªmenes democr¨¢ticos. Contadora siempre ha sido un apoyo para estos ¨²ltimos, pero con una base muy d¨¦bil y, probablemente, amenazada por Estados Unidos. La posici¨®n de Europa es muy importante para modificar este orden de cosas", explicaba la misma fuente.

Los cuatro pa¨ªses del Grupo concedieron la m¨¢xima importancia a la reuni¨®n de Luxemburgo y trabajaron intensamente para superar el ambiente negativo con el que empez¨® el encuentro. Fue Contadora el que redact¨® los aspectos m¨¢s pol¨¦micos del texto final pol¨ªtico, cuya elaboraci¨®n dividi¨® a los centroamericanos, y el que forz¨® una reuni¨®n con los ministros de Nicaragua, Honduras, Costa Rica, El Salvador y Guatemala frente al escepticismo de todos ellos.

Estados Unidos no ha hecho esta vez, al parecer, una presi¨®n directa para abortar la reuni¨®n, como ocurri¨® en septiembre de 1984 en San Jos¨¦ de Costa Rica durante la primera conferencia de este tipo. Pero la Rep¨²blica Federal de Alemania, por parte europea, y Honduras, por parte centroamericana, mantuvieron posiciones discrepantes sobre la aplicaci¨®n del acuerdo y las negociaciones de Contadora, respectivamente. El canciller hondure?o, Edgardo Paz Barnica, insisti¨® en sus declaraciones en Luxemburgo en que la crisis de Centroam¨¦rica es parte del conflicto Este-Oeste e interpret¨® que "los doce han llegado a comprender que es Nicaragua la que est¨¢ obstaculizando los esfuerzos de Contadora".

Un diplom¨¢tico del Grupo rest¨® importancia a "la labor de pasillos de algunos cancilleres", que, seg¨²n ¨¦l, iba destinada a "desvirtuar el contenido pol¨ªtico del acuerdo alcanzado". Contadora tampoco quiso conceder trascendencia a las condiciones impuestas por la RFA para aplicar la ayuda a Nicaragua.

El acuerdo de Luxemburgo debe permitir una mayor actividad pol¨ªtica de Espa?a en Am¨¦rica Latina, donde hasta ahora el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez hab¨ªa renunciado a jugar un papel en solitario. El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, fue de los m¨¢s decididos a defender a Contadora y el m¨¢s cercano a la posici¨®n latinoamericana, al declarar que "el acuerdo de cooperaci¨®n econ¨®mica no es ¨®ptimo, aunque s¨ª aceptable".