La fiscal pide al juez que confirme el auto que archiva el sumario del 'espionaje' pol¨ªtico
Consuelo Madrigal, fiscal en el caso del espionaje a partidos pol¨ªticos, ha elevado al juez instructor de la causa, Jos¨¦ Mar¨ªa V¨¢zquez Honrubia, un escrito en el que soficita la ¨ªntegra confirmaci¨®n del auto de archivo del sumario dictado por el juez el pasado d¨ªa 7 de noviembre. De esta forma, la fiscal se opone a los recursos de reforma contra dicho auto interpuestos por Alianza Popular, el Partido Dem¨®crata Popular y el PCE.Consuelo Madrigal, quien solicita que tramiten los recursos de apelaci¨®n interpuestos por los citados partidos subsidiariamente a los de reforma, considera en su escrito que "no son necesarias nuevas pruebas para acreditar lo ya fehacientemente acreditado".
En su escrito, fechado el pasado lunes, Consuelo Madrigal reconoce, remiti¨¦ndose al auto de archivo de las diligencias, "la existencia y actividades de una secci¨®n de la Brijada de Interior, bajo la inmediata dependencia de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n, con la misi¨®n de recabar, valorar y ordenar informaci¨®n sobre las actividades, proyectos, estrategia, miembros, etc¨¦tera, de AP -entre otros- y transmitir a los superiores jer¨¢rquicos aquel material que pudiera tener relevancia".
La fiscal presta especial atenci¨®n al auto del Supremo que neg¨® que existieran indicios de responsabilidad criminal en esta causa contra el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra; el ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, y el diputado socialista Eduardo Mart¨ªn Toval. Para la fiscal, este caso "presenta unas proporciones que, por su naturaleza, desbordan el marco judicial" y entran "de lleno en el de lo pol¨ªtico".
"La decisi¨®n del Tribunal Supremo", prosigue la fiscal, "y el auto de archivo del instructor, ahora recurrido, dejan subsistentes e irresueltas la cuesti¨®n de la licitud de estos hechos, la de la peligrosidad que entra?an para los derechos y libertades p¨²blicas o para el libre juego democr¨¢tico, la de la contradicci¨®n de su mera existencia y normalizaci¨®n en un estado democr¨¢tico y de derecho, y cabr¨ªa incluso pensarse que ponen de relieve la falta de solidez democr¨¢tica de ciertas instituciones y de sus mecanismos de interacci¨®n, y llaman la atenci¨®n sobre una necesana revisi¨®n de las mismas y la consiguiente exigencia de responsabilidades no ya jur¨ªdico-penales, sino claramente pol¨ªticas".
"Pero todo ello", concluye, "tiene su ¨¢mbito de debate y soluci¨®n en el marco parlamentario y pol¨ªtico".
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