Confuso ensayo de la selecci¨®n ante Austria
ENVIADO ESPECIAL Miguel Mu?oz anda en busca de nuevas f¨®rmulas para su l¨ªnea media y no parece encontrarlas. Anoche, en Zaragoza, utiliz¨® en esta zona a varios buenos jugadores, pero no consigui¨® que la suma de ¨¦stos se tradujera en algo efectivo para la selecci¨®n. Espa?a jug¨® un partido mediocre, resuelto con un marcador tambi¨¦n mediocre. Aunque hizo lo mejor frente a una selecci¨®n que no est¨¢ en su mejor etapa hist¨®rica -Austria ha quedado eliminada en la fase clasificatoriapara el Mundial- Espa?a no convenci¨® en absoluto.
El seleccionador ensay¨® de salida una nueva l¨ªnea media. Por las bandas mantuvo a sus hombres cl¨¢sicos, V¨ªctor y Gordillo, pero entre ellos situ¨® a dos hombres sobre los que deb¨ªa recaer el trabajo creativo del equipo: Michel y Seti¨¦n. El madridista, situado m¨¢s atr¨¢s, ten¨ªa la misi¨®n de controlar el juego del equipo, de escoger entre la posibilidad de enfriar la salida, cuando la jugada presentara dificultades, o de acelerarla con aperturas r¨¢pidas hacia alguna de las bandas. M¨¢s adelante, el atl¨¦tico Seti¨¦n, era el hombre de la media punta, encargado de resolver en esa dificil zona de los 10 ¨²ltimos metros frente al ¨¢rea enemiga en los que Austria concentraba su mejor capacidad defensiva.
La pareja Michel-Seti¨¦n se convert¨ªa as¨ª en el ensayo a observar en el primer tiempo del partido de ayer. El otro debutante en la formaci¨®n inicial, Tom¨¢s, no pasa de ser un buen marcador, duro en defensa, pero falto de calidad para contribuir a buenas acciones de ataque. De hecho, V¨ªctor acus¨® bastante la falta de colaboraci¨®n a su espalda y por eso apoy¨® poco en el f¨²tbol de ataque. Respecto a la pareja Michel-Seti¨¦n ofreci¨® cosas buenas. Quiz¨¢ Michel renunci¨® demasiado en el primer tiempo a apariciones ofensivas, y quiz¨¢ Seti¨¦n renunci¨®, a su vez, demasiado, al sacrificio del juego de marcaje. Entre ambas deficiencias, el equipo perdi¨® algo de su capacidad potencial, pero el ensayo no debe darse por fracasado. Ambos demostraron en varias acciones que son jugadores utilizables. Michel no demostr¨® la capacidad de control del Gallego de los mejores d¨ªas, hasta ahora muy utilizado por Miguel Mu?oz, pero se puede esperar de ¨¦l una capacidad de aparici¨®n en el ataque y de potencia de disparo muy superiores a las que mostr¨® ayer. Y Seti¨¦n se acomod¨® mucho a la tarea meramente creativa, desentendi¨¦ndose de lo que ocurr¨ªa atr¨¢s, pero se justific¨® con cuatro pases clarividentes en el primer tiempo que fueron las mejores ocasiones de Espa?a para alcanzar el gol, una de ellas malograda por el fallo de Butrague?o al lanzar mal un penalti.
En la segunda mitad, cambi¨® por completo la l¨ªnea media. El nuevo ensayo no fue m¨¢s prometedor. Mu?oz coloc¨® en esa zona a Se?or- Seti¨¦n-Francisco-Michel. Sacrific¨® a sus dos cl¨¢sicos de la banda izquierda, Gordillo y Camacho, colocando ah¨ª a Julio Alberto. Seti¨¦n pareci¨® moverse con menos comodidad en este nuevo esquema; Se?or intent¨® cosas, pero sin coordinaci¨®n con el resto del equipo; y Francisco y Michel parecieron no tener nunca claro a qui¨¦n de los dos correspond¨ªa el mando en la zona media y qui¨¦n de ellos deb¨ªa inclinarse hacia la banda izquierda para colaborar con Julio Alberto.
El resultado de todo ello fue un segundo tiempo a¨²n m¨¢s confuso que el primero, con el elemento permanente de la poca colaboraci¨®n y el desconcierto de los hombres de adelante, primero Butrague?o y Rinc¨®n, y despu¨¦s el propio Butrague?o y Eloy.
Con todo eso, Espa?a dej¨® como saldo un flojo partido ¨²nicamente salvado por el apret¨®n final, hecho m¨¢s de coraje y de ganas de triunfar que de buen juego. Ese apret¨®n final s¨®lo dio como fruto tres buenos disparos que sirvieron para que el meta austr¨ªaco dejara constancia de que tiene categor¨ªa internacional. Al final, el partido supo a poco. El triste aspecto del semivac¨ªo estadio dea la Romareda estuvo en armon¨ªa con el juego de la selecci¨®n que, resultado aparte, result¨® poco convincente por la falta de acierto de su pareja de ataque y por el escaso peso de su l¨ªnea media, en la que se ech¨® en falta el elemento clave.
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