Suspendido un juicio en el que se ped¨ªan 17 a?os para ocho jornaleros del SOC

Jos¨¦ Mu?iz, presidente de la Secci¨®n Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla, suspendi¨® el juicio que debi¨® celebrarse a las 10 de la ma?ana de ayer contra ocho jornaleros del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), entre los que se encontraba el secretario general de la organizaci¨®n, Diego Ca?amero, acusados todos ellos de protagonizar en septiembre de 1983 un encierro en el Ayuntamiento de El Coronil (Sevilla) en protesta por la falta de trabajo.

Seg¨²n miembros del SOC, el parlamentario vasco Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, que acud¨ªa al juicio como observador, se comprometi¨® a plantear los hechos ante el Parlamento de la naci¨®n. Numerosos miembros del SOC y varios familiares de los ocho jornaleros que iban a ser juzgados se congregaron desde primeras horas de la ma?ana de ayer en los alrededores de la Audiencia Provincial, donde tambi¨¦n hab¨ªa un numeroso contingente de Polic¨ªa Nacional. La mayor¨ªa de ellos portaban banderas andaluzas y algunos penetraron en el edificio del palacio de justicia a la hora en que el juicio deb¨ªa de comenzar.Sobre las 10.30 de la ma?ana el juicio -en el que el fiscal iba a pedir dos a?os de c¨¢rcel para siete jornaleros y tres para otro que contaba con antecedentes por ocupaci¨®n de fincas- fue suspendido. Tom¨¢s Iglesias, abogado de los jornaleros, asegur¨® que se hab¨ªa suspendido por la no comparecencia del alcalde de El Coronil, del PSOE. Desde ese Ayuntamiento sevillano comunicaron que el alcalde estaba de viaje.

El diputado vasco Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, que acudi¨® a la celebraci¨®n del juicio en calidad de observador, junto a representantes de Amnist¨ªa Internacional, una comisi¨®n de Defensa de los Derechos Humanos y una comisi¨®n de juristas europeos, dijo encontrarse emocionado desde que una jornalera le dijera: "T¨², que eres un trabajador del derecho, defi¨¦ndenos con el coraz¨®n abierto".

Una Vez suspendido el juicio, los jornaleros cantaron el himno de Andaluc¨ªa y gritaron vivas a la libertad a las puertas de la Audiencia. Tras un breve discurso de Diego Ca?amero, se dirigieron, hacia las oficinas del Parlamento aut¨®nomo, encabezados por cuatro mujeres familiares de los procesados. All¨ª, los ocho jornaleros procesados se entrevistaron con el vicepresidente de esta instituci¨®n, Alvaro Alcaide, al que entregaron un escrito en el que dec¨ªan ser v¨ªctimas y no culpables.