Pretenciosos e infiltrados
Desconozco el proceso que sigue la redacci¨®n de EL PA?S en la solicitud (?oferta?) de originales para cubrir d¨ªa a d¨ªa la columnas de Opini¨®n. Pero los altibajos que se observan en las firmas de los art¨ªculos hacen pensar al lector diario -conocedor, por tanto, de la l¨ªnea caracter¨ªstica de ese peri¨®dico- que a veces la despensa abastecedora de las p¨¢ginas m¨¢s valiosas se vac¨ªa de nombres y conceptos y la l¨ªnea argumental del discurso se interrumpe, se trompica y distorsiona, denotando as¨ª la mala calidad de la audici¨®n, la mediocridad de la lectura.Por esto, aunque ello no modifique ese defecto del que de cuando en cuando se adolece, vengo a agradecer con mi carta que el responsable de la secci¨®n nos aclare a pie de columna, con nombre y atributos, los m¨¦ritos que justifican los honorarios del firmante. De esta manera, y hace breves fechas, qued¨® muy claro, despu¨¦s de leer su t¨®pico-estrat¨¦gico y posmoderno art¨ªculo, que Jos¨¦ Tono Mart¨ªnez est¨¢ en La Luna; eso s¨ª, como director.-
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